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Arbitraje: tres herramientas digitales para un mayor control de los procesos
El mayor uso de la tecnología en el arbitraje ha reforzado la celeridad y eficiencia en su ejercicio, asegura Marianella Ventura, Secretaria General del Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima
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En los últimos años, en diferentes sectores del derecho se han incorporado herramientas tecnológicas para agilizar y hacer más eficientes los procesos y, en consecuencia, mejorar los resultados. El arbitraje, como parte del mundo jurídico, no ha sido ajeno a esta tendencia. Para Marianella Ventura, Secretaria General del Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), el mayor uso de la tecnología en este mecanismo alternativo de resolución de controversias ha reforzado la celeridad y eficiencia en su ejercicio.
“Una de las características clave del arbitraje es la celeridad en sus procedimientos, más aún en comparación con un proceso judicial ordinario. El uso de herramientas tecnológicas para la tramitación y conducción de los arbitrajes ciertamente permite ganar en eficiencia, y los dinamiza. Por ejemplo, actualmente la gran mayoría de las notificaciones de escritos se realiza de manera virtual, mediante correo electrónico o nuestra plataforma AOL, según el acuerdo de las partes. Así, ahora las notificaciones se realizan en cuestión de segundos, mientras que, en pasado, las notificaciones en forma física podían conllevar varios días. Del mismo modo, mediante la adopción de la tecnología, vemos mayor agilidad en la presentación de escritos y la fijación de plazos para la realización de audiencias, entre otros. Para las partes de los arbitrajes, la reducción en los tiempos de tramitación se traduce en un ahorro en términos monetarios, pues serán menores los costos que son inherentes a los arbitrajes, tales como los honorarios de los abogados y los gastos de logística y de seguimiento”, señaló Ventura Silva.
En tal sentido, la Secretaria General del Centro de Arbitraje de la CCL resalta que la institución viene haciendo esfuerzos en lo referente a la tecnología. Detalló que, actualmente, cuentan con tres principales plataformas digitales que le han permitido dinamizar sus procesos:
Mesa de partes virtual: Esta plataforma virtual ha facilitado a los usuarios el inicio de los procesos arbitrales. A través de un usuario y contraseña personal, cada usuario puede ingresar solicitudes de arbitraje de manera virtual, sin necesidad de acercarse físicamente a la mesa de partes tradicional.Arbitraje Online (AOL): A través de esta herramienta, los usuarios mantienen un control y seguimiento de sus procesos al consultar información sobre los mismos, presentar escritos, consultar datos correspondientes a las partes y los árbitros y al recibir notificaciones electrónicas sobre el estado de sus casos.Faro de Transparencia: Esta herramienta digital 100% amigable brinda a los usuarios un mayor control sobre los árbitros y casos administrados por el Centro de Arbitraje de la CCL. Mediante un fácil acceso, pone a disposición de los usuarios una lista de árbitros nacionales e internacionales, información referida al desempeño de los árbitros en los casos que han sido administrados por la institución, las sanciones recibidas por los árbitros, los laudos (sentencias) anulados, los laudos de casos en los que haya participado una entidad estatal, etc. Esto con la finalidad de garantizar la transparencia de los procesos.
Ventura Silva menciona que, además de estas plataformas, el Centro de Arbitraje de la CCL ha implementado la calculadora de gastos arbitrales. Esta herramienta permite que las partes, antes de comenzar su proceso arbitral, conozcan cuánto va a costar el arbitraje, considerando los honorarios de un árbitro único o tribunal arbitral (en caso las partes quisieran que su caso sea resuelto por tres árbitros) y los gastos administrativos que corresponden al centro.
Finalmente, agrega que, siendo evidente cómo la implementación de la tecnología en los arbitrajes ha favorecido procesos más agiles y eficientes, a futuro, uno de los retos más importantes del desarrollo de las nuevas tecnologías será garantizar la actualización permanente y oportuna para así responder a las necesidades cambiantes de los usuarios.
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