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‘Green Book’: Una amistad que derriba prejuicios [RESEÑA]
La cinta ganadora de 3 premios Oscars aborda una compleja temática de discriminación que pese a su tono cómico, no deja de ser serio.
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‘Green Book’ es un filme basado en hechos reales sobre la amistad que compartieron el guardaespaldas y chofer italoamericano Tony ‘Lip’ Vallelonga (Viggo Mortensen) y el virtuoso pianista afroamericano Don Shirley (Masherhala Ali).
La historia empieza cuando Lip es contratado como chofer de Shirley, durante una gira de conciertos por el sur de Estados Unidos a inicios de los años 60. Lip deberá tener presente 'El libro verde' - 'The green book' -, una guía que indicaba los pocos establecimientos donde se aceptaba a los afroamericanos en aquellas zonas del país norteamericano. Durante el viaje, ambos personajes irán cosechando una gran amistad que pese a sus diferencias culturales trascenderá una vez concluido el periplo.
La cinta no escatima en escenas muy bien construidas para mostrarnos las características propias de cada personaje. En ese sentido, la secuencia inicial es memorable, pues nos presenta a Tony Lip como un tipo que no escatima en ningún momento para lograr sus objetivos y ganarse la confianza de los suyos.
Lo mismo ocurre cuando se nos muestra a Shirley tocando el piano por primera vez, puesto que, nos hace conscientes de su habilidad y de la poca resonancia que puede alcanzar debido a la discriminación racial presente en el sur estadounidense.
LO MEJOR
Lo más sorprendente de 'Green Book' son las actuaciones de sus protagonistas. Viggo Mortensen se deconstruye en Tony Lip, y logra una interpretación memorable con acento italiano, gestos específicos, actitudes y reacciones que no caen en estereotipos, sino que más bien permiten entender la manera pragmática de pensar de su personaje.
Mahershala Ali, por su parte, elabora un personaje complejo en Don Shirley. Un músico culto y solitario que se refugia en su arte y el alcohol para hacer frente a las adversidades que le tocan vivir en su contexto dado su origen afroamericano y su apatía social.
En ese sentido, son particularmente memorables los diálogos que construye con Mortensen a lo largo del inmenso trayecto que recorren ambos durante la gira. Ambos intérpretes se mimetizan en personajes que aprenden lo mejor de cada uno y derrumban sus respectivos prejuicios.
Asimismo, es oportuno destacar la gran habilidad del guionista - Nick Vallelonga, hijo de Tony ‘Lip’, - para abordar la discriminación racial con un tono cómico y pese a ello plasmar en el filme toda la importancia que un tema tan serio requiere.
LO REGULAR
Lo menos logrado de este filme, es, quizás, su conclusión. Si bien los personajes han evolucionado con respecto a cómo eran al inicio de la cinta, el final repercute en la verosimilitud la película y se nota forzado para darle un feliz término a la historia.
Pese a ello, ‘Green Book’ es una película que logra - con un tono tragicómico - transmitir un mensaje de igualdad en su retrato de la amistad entre Tony ‘Lip’ y Don Shirley construida en un contexto en el cual Estados Unidos se hallaba sumido en la volatilidad del movimiento por los derechos civiles y la segregación racial.
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