En un contexto en el que la deserción universitaria alcanzó el 11.5% en el 2021, según el sistema de Recolección de Información para Educación Superior (Siries) del Ministerio de Educación (Minedu), las instituciones de educación superior enfrentan el desafío de reinventar la experiencia de aprendizaje.
El desafío para las universidades es implementar nuevas pedagogías y tecnologías que permitan a los estudiantes desarrollar habilidades para el éxito. “La tecnología nos brinda una oportunidad sin precedentes para transformar el modelo educativo, convirtiendo al estudiante en protagonista activo de su aprendizaje", afirma Dale Johnson, quien actualmente es director de Innovación Digital para el Instituto de Diseño Universitario de Arizona State University (universidad líder en innovación en Estados Unidos por nueve años consecutivos).
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En el marco de su participación en CADE Educación 2024, Johnson insta a las universidades a innovar para el desarrollo de habilidades cruciales como comunicación, colaboración, creatividad y pensamiento crítico, herramientas que ayudarán a sus alumnos a tener éxito en su vida personal y profesional, independientemente de lo que decidan ejercer.
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Fomento de la comunidad e interacción: claves para el bienestar estudiantil. Las universidades deben ser proactivas en la creación de nuevas pedagogías que permitan a los estudiantes forjar amistades y aprender a trabajar con personas diversas para ayudarlos a que se sientan parte de una comunidad. La interacción en el aula juega un papel crucial en el aprendizaje efectivo. Johnson destaca que los cursos deben estar diseñados para incluir un alto grado de interacción entre estudiantes y profesores, lo que no solo mejora el aprendizaje, sino que también fortalece la confianza de los estudiantes en sus capacidades.
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Desarrollo de confianza y adaptabilidad. El bienestar en el aprendizaje no solo se centra en el aspecto académico, sino también en el desarrollo de la confianza y la adaptabilidad. Las evaluaciones formativas y la retroalimentación constante para que los estudiantes se sientan seguros en su dominio del material es importante. Los estudiantes deben desarrollar habilidades como la comunicación, la colaboración, la creatividad, solución de conflictos y pensamiento crítico, que serán cruciales para su éxito en la vida personal y profesional.
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Integración tecnológica para el bienestar académico. En un mundo cada vez más digital, las herramientas tecnológicas son fundamentales para promover el bienestar estudiantil. Johnson propone el uso de sistemas de respuesta interactiva y tecnologías de retroalimentación rápida que permiten a los estudiantes y profesores mantenerse conectados y mejorar la calidad del aprendizaje.
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Tecnología para la evaluación y retención. Para medir el impacto de estas estrategias de bienestar se recomienda el uso de evaluaciones frecuentes y encuestas que permitan a los docentes ajustar sus métodos. El uso de la tecnología aquí es fundamental, debido a que permite que el docente vea lo que los estudiantes entienden o cómo se sienten acerca de un tema.
Estas estrategias buscan abordar las principales causas de deserción, incluyendo problemas de conectividad y servicios de bienestar estudiantil inadecuados.
"Nuestro objetivo es preparar a los estudiantes con conocimientos y habilidades que les permitan adaptarse y tener éxito en cualquier campo que elijan", concluye el especialista de Arizona State University, institución aliada de la Universidad Norbert Wiener.