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Alfonso ‘Poncho’ Herrera, actor y productor: “Es bueno tocar la puerta, uno como actor vive desempleado”
Alfonso ‘Poncho’ Herrera, reconocido actor mexicano, fanático del fútbol y de los tacos, concedió una entrevista a Perú21 a propósito del ingreso a la cartelera peruana de la película animada ‘El niño y la garza’, dirigida por el premiado cineasta japonés Hayao Miyasaki y producida por el afamado Studio Ghibli.
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Alfonso ‘Poncho’ Herrera, reconocido actor mexicano, fanático del fútbol y de los tacos, concedió una entrevista a Perú21 a propósito del ingreso a la cartelera peruana de la película animada ‘El niño y la garza’, dirigida por el premiado cineasta japonés Hayao Miyasaki y producida por el afamado Studio Ghibli.
En esta cinta, nominada al Oscar como Mejor Película Animada, ‘Poncho’ da la voz para Latinoamérica a la garza gris, un personaje que conduce al niño Mahito en un viaje fantástico en busca de su madre fallecida, una historia semi-autobiográfica de Miyasaki, el maestro del cine animado.
El actor, que alcanzó popularidad en 2004 con la telenovela juvenil RBD, nos habla, entre otros temas, de cómo casi llega a encabezar el elenco de la película La mujer de mi hermano (2005), escrita por Jaime Bayly y dirigida por Ricardo de Montreuil.
¿Cómo te llegó la propuesta para dar la voz a la garza gris y qué te motivo a aceptarla?
Una película con estas características es sinónimo de calidad. La filmografía del maestro Hayao Miyasaki lo avala; todas las películas que ha producido el Studio Ghibli han sido tremendas. Y, en realidad, no recibí una invitación. Fui. Toqué la puerta para ver si existía la posibilidad de que hiciera una audición. Al principio no lo veía como algo viable, pero pedí que me hicieran una prueba de voz. La hice, les gustó, la mandaron a Japón, recibimos una retroalimentación positiva con algunas directrices para afianzar de mejor forma el personaje. Y así fue como ocurrió.
¿Siempre sueles tocar la puerta de aquellos proyectos que te atraen?
Cuando no hay posibilidad, es bueno tocar la puerta; uno nunca puede quedarse estático, siempre se debe tener conciencia de que esta profesión es así. Uno como actor vive desempleado todo el tiempo. Y no lo digo de manera catastrófica o apocalíptica; lo digo porque siempre uno tiene que estar al pendiente de qué es lo que está pasando y, si tienes esa consciencia de querer seguir aprendiendo, conectando, trabajando, las cosas no tienen por qué salir mal. Yo adoro mi trabajo, amo mi trabajo, me siento un afortunado de vivir de lo que más me gusta. Y, hablando de Miyasaki, siempre dicen que se va a ir, que es su última película; afortunadamente no ha sido así… (aunque) puede ser que sea su última película y fue como mi última posibilidad, y afortunadamente salió y aquí estoy.
¿Es un sueño de niño o adolescente haber podido participar en esta película?
Por supuesto. Claro. Yo he seguido la filmografía del estudio Ghibli de Hayao Miyasaki desde Castillo vagabundo, El viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro.
¿A nivel personal cómo has conectado con la historia de la garza gris?
El niño y la garza es una película que puede tener muchos ángulos e interpretaciones. Depende mucho de las vivencias y experiencias del espectador, pero la interpretación que le doy a este personaje es tomando en cuenta a Mahito, un niño de 12 años que tiene que entender lo que es un duelo, la responsabilidad, lo que implica ser el arquitecto de tu vida. Creo que, si uno tiene la conciencia de eso, de cómo va materializando su alrededor sobre la base de sus pensamientos y deseos, es algo muy profundo y hay una realización muy grande. La garza, por momentos, no sabe si es antagonista, un elemento cómico de la película, un gurú, maestro, que está llevando a Mahito hacia un lugar mejor. La garza es un poco esa voz interior que todos tenemos por momentos. Somos a veces nuestros propios maestros o propios enemigos, y, al mismo tiempo, la vida tiene una comicidad que dices ‘no puedo creer que me esté pasando’.
¿Esperabas que esta película sea galardonada con un Globo de Oro?
Es uno de los proyectos de animación más esperados y comentados. No es ajeno para Miyasaki, él ya ganó el Oscar por trayectoria y por El viaje de Chihiro.
¿Has pensado migrar a la producción, dirección o escritura de guiones?
Hay posibilidades para todos, pero creo que, para poder correr, hay que gatear, caminar, trotar y después correr con todo. Al final de cuentas, sí creo que es una posibilidad latente. Nuestra profesión es tan rica y tan compleja que a veces puedes hacer las tres cosas y a veces solo una.
¿Qué sabes del cine peruano y cuál era el proyecto en el que casi te embarcas?
Tengo muchos compañeros y compañeras que admiro mucho de Perú, pero por decirte una y no andar como en un abanico multicolor de posibilidades: la primera posibilidad que tuve y que recibí una invitación fue para una película que se hizo a principios del 2000, una película en la cual Jaime Bayly tenía que ver con el guion, se llamaba La mujer de mi hermano. Recuerdo que recibí el guion, lo platicamos, se planteó la posibilidad de ser parte de ese proyecto, pero, por cuestiones de agenda, no se pudo realizar. Tuve la posibilidad de platicar con Bayly, no pudimos concretarlo, pero me quedé con muchas ganas de trabajar en un proyecto peruano. Y he recibido, conforme han pasado los años, invitaciones a diferentes proyectos filmados en Perú y proyecciones de Perú filmados en otros espacios... Me encantaría, sería un placer y un honor pasarme unos cuantos meses en Perú; adoro la gastronomía peruana, me encanta la gastronomía peruana y sería para mí un privilegio.
Se dice que en gastronomía estamos a la par con México…
Yo creo que, en Latinoamérica, sin menospreciar a la gastronomía de otras partes, la peruana y mexicana ahí se dan (risas).
AUTOFICHA
“Tengo 40 años de edad, nací el 28 de agosto del año 1983. Soy actor de profesión y actualmente vivo en la Ciudad de México. También tengo dos hijos. A la vez, soy fanático de los tacos y del fútbol; precisamente, soy un hincha acérrimo del equipo de los Pumas”.
“Quería ser piloto de aviación, pero en la preparatoria el director Fernando Sariñana me invitó a ser parte del elenco de la telenovela Amarte duele; después el productor Pedro Damián me ofreció protagonizar la telenovela RBD. Desde allí mi vida cambió para siempre”.
“Voy a estrenar la película Tesis sobre una domesticación, inspirada en una novela de Camila Sosa Villada y dirigida por Javier Van de Couter. Y a finales de febrero inicio el rodaje de una serie para Netflix, de Luis Estrada, basada en un libro de Jorge Ibargüengoitia. Eso por el momento”.
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