'Avengers: Age of Ultron', una película que se queda en lo superficial

No hay un solo momento de respiro, todo ocurre demasiado pronto y cualquier intento de complejidad dramática se queda en lo superficial.

Redacción PERÚ21

Fecha Actualización

22/08/2019 - 15:05

Quieran o no, los superhéroes han tomado por asalto las producciones de Hollywood. Si lo tuyo no es aplaudir a un enmascarado con poderes sobrehumanos, siempre tendrás a Birdman para sentirte mejor con el mundo. El Oscar podrá haber ido a manos de Alejandro González Iñárritu –el director mexicano es un enemigo declarado del cine de superhéroes–, pero el oro que más pesa se lo llevaron los Avengers. Esta colosal franquicia del estudio Marvel recaudó en salas más de 1 billón y medio de dólares.

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Transcurrieron tres años desde aquel hito, un récord de taquilla que además se permitió el lujo de ser un buen filme. El reto principal para el director-guionista Joss Whedon: superar artísticamente al original. El reto principal de los productores: no solo superar los ingresos de su antecesora sino convertirse en el 'blockbuster' más arrollador del año. A dos semanas de su estreno mundial, aún no está claro si esta secuela recaudará tanto o más que el primer Avengers.

De lo que sí estamos seguros es que los esfuerzos de Joss Whedon no alcanzaron para hacer una gran película de verano. 'Avengers: Age of Ultron' sin duda deleitará a los fanáticos de la saga, a todos aquellos espectadores que ya gozaron antes con las entregas de Iron Man, Thor y Capitán América.

Pero todos aquellos que no compartimos similar entusiasmo por las historietas de Marvel, o que desconocemos mayormente la mitología que hay detrás de ellas, nos sentiremos un poco confundidos y sobrepasados de tanta información, tanta destrucción, y tantas pantallas verdes.

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Aquí el problema no es tanto el exceso como sí la dosificación; no hay un solo momento de respiro, todo ocurre demasiado pronto y cualquier intento de complejidad dramática –por ejemplo, la relación entre Mark Ruffalo y Scarlett Johansson– se queda en lo superficial.

Lo que ayuda enormemente a disfrutar los 140 minutos de metraje es el fino sentido del humor que nace de la dinámica entre los personajes, el hecho de que estén tan bien definidos y que sean tan diferentes entre ellos, llegando incluso a ser competitivos.

Destaca una vez más Robert Downey Jr. como Tony Stark; tiene las mejores chances de lucimiento personal, justamente por ser el menos denso del grupo. La ausencia de Loki –el hermano rebelde de Thor– ha sido suplida por Ultrón, un villano robótico tan inteligente y poderoso que está en condiciones de vencer a los Avengers; la arrogancia y autosuficiencia de este terminator reloaded lo hace particularmente intrigante.

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Quienes vayan al cine en búsqueda de espectáculo, sin duda lo encontrarán y saldrán satisfechos. Igual es una lástima que sea cada vez más difícil capturar el sentido del asombro en una época donde el cine de entretenimiento está más volcado a lo conceptual que a lo puramente fantástico.

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