PUBLICIDAD
Edgar Vivar: “Le temo a la estupidez, se ha vuelto institucional”
Imagen
Fecha Actualización
En la preparatoria, Edgar cursaba la especialidad Químico Biológica para estudiar Medicina, pero antes de terminarla, estaba obligado a llevar una actividad estética, es decir, a tomar clases de escultura, coro o teatro. No quería inscribirse en la última opción porque le caía mal el maestro, que era un actor incipiente por el que todas la chicas se deshacían.
Pero como era la única con cupos libres, tuvo que inscribirse. En la primera clase, el maestro le pidió que subiera al escenario a leer unas líneas, Edgar se negó y dijo que mejor lo hacía otro día. Faltó a la siguiente clase, pero como lo amenazaron con expulsarlo, tuvo que volver. El profesor le insistió tanto para que se subiera a la tarima que cuando lo hizo ya no se quiso bajar del escenario. Participó en el teatro de la Facultad de Medicina y en la Compañía de Teatro Universitario. Terminó la universidad y le tocó decidir entre ejercer la medicina o la actuación.
Afortunadamente, el sistema de salud mexicano se quedó sin un ginecólogo y los corazones de millones de latinoamericanos ganamos a entrañables amigos como el Señor Barriga, Ñoño, el Botija y más personajes. El actor ha llegado a Lima porque este domingo presentará su unipersonal Edgar Vivar es joven aún en el Mall Aventura Plaza de Santa Anita.
Imagen
¿Por qué dejó la medicina?
Había un deshumanismo total. Trabajé como interno en el seguro social y tenías que atender a un determinado número de pacientes en tu horario de trabajo y no hablabas del señor Amet, con úlcera gastroduodenal, sino del paciente número 1440015 que se le tiene que prescribir hidróxido de aluminio y control hasta la próxima consulta que no puede ser antes de 30 días. Entonces, la medicina no te permite ponerte en los zapatos del paciente, lastimosamente, porque ni te dan el tiempo ni la oportunidad de hacerlo. En cambio, el teatro me dio la oportunidad de enriquecerme más como ser humano.
¿En qué momento decide dedicarse solo a la actuación?
A la par que era médico, trabajaba con Roberto Gómez Bolaños. Pero en un momento, el programa de televisión comenzó a tener mucho éxito y ya dejaba de ser el doctor Vivar y empezaba a ser el Doctor Barriga. Entonces una cosa contaminaba la otra.
¿Cómo surge su amistad con Roberto Gómez Bolaños?
Mientras estaba estudiando Medicina seguía haciendo teatro. Un cazatalentos me invitó a hacer un casting para un comercial de televisión. Fui por curiosidad, me eligieron y me siguieron llamando. Hice comerciales desde paletas hasta de marcas como General Electric. Así conocí a Nacho Brambilla, que era amigo de Roberto. A Nacho lo habían invitado para el programa, pero él declinó y les pasó mi número. Un día recibo una llamada:
- Hola, te habla Roberto Gómez Bolaños...
- ...
- ¡Soy Chespirito! ¿Sabes dónde está el Canal 8?
- ¡Sí!
No tenía idea de dónde quedaba el canal, pero llegué yo allá, me recibió y me dijo:
- ¿Has hecho televisión?
- No, pero he hecho mucho teatro.
- ¡Qué bien! Aquí necesitamos actores de teatro, pero no usamos el chícharo.
- ¿Y eso qué es?
- Estás contratado.
El chícharo es un apuntador electrónico que te colocan en el oído y tienes que repetir lo que vas oyendo.
Imagen
¿Los personajes del Señor Barriga y Ñoño son creación solo de Chespirito o usted también tuvo que ver?
Él escribió esos personajes basándose en mi capacidad histriónica y mis atributos físicos. Finalmente para eso te alquilas: para interpretar un personaje. Al inicio del programa desfiló mucha gente, pero se quedaron los que él consideró eran los mejores. Y mira que no le falló su ojo clínico, duramos 25 años.
¿Qué le dejó su trabajo en el show de Chespirito?
El cariño del público, sentirte aceptado, amado, sostenido, arropado, como decimos en México, apapachado. Es hermoso y no tiene un precio.
¿Esperaba tanto éxito?
No y estoy seguro de que Roberto tampoco, porque alguna vez lo comentamos. Se hizo con mucho cariño, cada uno poniendo lo mejor. Pero los alcances nunca fueron fríamente calculados.
¿Cuál cree que fue la clave?
No lo sé, puedo especular y darte mi punto de vista. Imagino que representamos una realidad muy extendida en muchas partes del mundo, a un niño que no es muy brillante intelectualmente porque no está bien alimentado, en muchas partes habrá un señor que se las ingenia para no pagar la renta y caseros de buen corazón –yo me he topado con algunos– que permiten que viva gente en sus propiedades sin cobrarles nada. El Chavo es un personaje muy optimista, más que cualquier otro. Es un niño que tiene todo en contra y siempre está en la disposición de encarar su realidad. Todos los demás son un poco villanos, un poco luminosos, como somos todos los seres humanos. Eso ha hecho muy entrañables los personajes de Roberto.
Imagen
¿A qué le teme?
No le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a estarme muriendo, a todo el sufrimiento previo, la agonía larga, eso me da miedo. El paso de la muerte no me da miedo, me da curiosidad. No tengo prisa, pero llegado el momento te puedo decir que estoy listo, no le debo nada a la vida, he tenido más de una oportunidad porque he estado en terapia intensiva cuatro veces. Traté de darle valor a las cosas que, a mi juicio, realmente la tienen. Le temo a la estupidez (risas).
Que es un miedo muy razonable ahora.
Se ha vuelto institucional, pero vamos a dejarlo ahí. Vivimos una época en que los valores están un poco trastocados. Hay que honrar la vida, ser un mejor individuo, tratar de llevarte bien con el entorno, con los demás, contigo mismo, perdonarte muchas cosas y saber perdonar... hasta la estupidez.
AUTOFICHA
- “Soy Edgar Ángel Vivar Villanueva. Nací en la Ciudad de México el 28 de diciembre de 1948. Pienso que el actor es un provocador, provocas emociones y vivencias. He venido al Perú muchas veces, regresar esta vez es como volver a mi casa”.
- “Vengo a presentar mi unipersonal, que es la versión adaptada de lo que hice también en Lima el año pasado. El show será el domingo a las 7:30 p.m. en el tercer nivel de la ampliación del Mall Aventura Santa Anita. Es en el marco del Aventura Fest. El ingreso es gratis”.
- “Durante el programa de Chespirito convivía más con mis compañeros que con mi familia. En dos semanas se grababan todos los programas del mes y las otras dos semanas salíamos de gira. Entonces, teníamos una convivencia muy estrecha, lo cual pone a prueba también tu tolerancia”.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD