COVID-19: La pandemia no pudo con los libros

Sin duda, el peor año para los libros, pero, como demuestran los recuentos literarios y esta nota, la lectura se hizo fundamental en los hogares peruanos.

Entre sus principales lecturas peruanas de 2020, Rossella di Paolo, Premio Casa de la Literatura Peruana 2020, recomienda Fundación de Lorenzo Helguero. “Un extenso poema dividido en 15 estancias que en octosílabos perfectos y musicales celebra a la poesía en su advenimiento, en sus distintas voces o escuelas, en sus razones y sinrazones”, comenta la poeta.

Agrega Nada de este mundo de Víctor Coral, un libro con “versos sutiles que se afincan en el pensamiento y desde allí nos introducen al vértigo de nuestra conciencia de sabernos algo que está y no está, de sabernos silencio y nada, y, sin embargo, aguardar la luz del día o de la razón para vertebrarnos”, dice la poeta. Y El aroma de amor de Sekut, una vaga tristeza es el título que Bikut Toribio Sanchium publicó en noviembre de 2019, cuyos versos nos invitan a recorrer a Sekut, una planta trepadora amazónica que el poeta awajún celebra en sus avatares, y a través de la cual se liga vitalmente a su comunidad. Sekut es amor y belleza, pero a la vez es rebeldía contra la injusticia”.

Aunque vive en Barcelona, Santiago Roncagliolo no estuvo alejado de las novedades peruanas; entre ellas comenta Miguel Gutiérrez (1940-2016). Libro de homenaje: “Llegó a mis manos un volumen de artículos, análisis y memorias sobre Gutiérrez editado por Aníbal Meza. Intenté adivinar con todo eso el libro que nunca escribió: sus memorias de los años ochenta, su cercanía a Sendero, la muerte de su familia, su decepción. Todo era demasiado explosivo literalmente para que lo contase él mismo. Alguien tendrá que hacerlo algún día”, anotó.

También destacó Mañana, las ratas de José B. Adolph: “Adolph te sorprende tres veces. Cuando descubres un autor peruano de ciencia ficción. Cuando encuentras que, en el fondo, la novela retrata la Lima de los 80. Y cuando descubres que su crítica social sigue siendo pertinente cuarenta años después”. La encerrona de Marco Sifuentes es otra de las novedades leídas por Roncagliolo: “Sifuentes tiene un don para sacar filo al tosco metal de la realidad. La actualidad en el Perú es frecuentemente tratada de un modo burocrático o demasiado ideológico. Sifuentes tira de los hilos que le dan sentido”.

Charlie Becerra, autor de Solo vine para que ella me mate, libro que se convertirá en serie extranjera, recomienda ¿Qué pasa en la granja? de Cecilia Lázaro y Diana Okuma: “Un libro cautivador, que busca explicar a los niños el caos que ha significado la pandemia. Especialmente, en el núcleo mismo del hogar. Cuenta con personajes singulares que generan empatía y cuyas ilustraciones invitan a abrirlo una y otra vez. Desde que se lo conseguí, mi hija menor lo lleva a todos lados. En lo personal, es una alegría que el trabajo de Cecilia empiece a tener una mayor difusión: es una escritora talentosa y sumamente comprometida con lo que hace”.

Por otro lado, para Becerra, Húmedos, sucios y violentos de Kathy Serrano es “literatura honesta en muchos sentidos: no todos los escritores tienen el valor de asumir sus obsesiones como Kathy lo hace y conseguir que el lector sea cómplice de las mismas. Estas historias, aunque breves, logran un calado profundo: son como semillas que se encargarán de incomodarnos, de encararnos y cuestionarnos a lo largo del tiempo. Un logro inmenso al considerar este su primer libro en solitario”.

Otro libro dirigido al público infantil que menciona Becerra es Animales peruanos de Micaela Chirif y Loreto Salinas: “Un libro más de Micaela Chirif que es una verdadera obra de arte. Esta vez, en complicidad con el talento indiscutible de Loreto Salinas. Animales peruanos es un libro que puedo decir haber disfrutado tanto como lo han hecho mis hijas. Un libro que es, también, una merecida celebración de la riqueza y belleza nacional. Muy necesario. Y con una edición de primera: con este libro, Planeta la sacó del estadio”, asegura.

El académico e investigador, Marcel Velázquez, publicó este año Hijos de la peste, a propósito de la pandemia. Entre sus lecturas destacadas de este año Velázquez rescata José Sabogal y la Escuela peruano mestiza. El Instituto de Arte Peruano (1931-1973) de Fernando Villegas porque “analiza mediante fuentes documentales inexploradas, la acción del pintor José Sabogal y sus discípulos en torno al Instituto de Arte Peruano, donde se crea un proyecto cultural basado en una identidad mestiza en el arte peruano”.

Y también El conflicto de Leticia (1932-1933) y los ejércitos de Perú y Colombia de Carlos Camacho. Sobre este comenta: “El Perú ha tenido tres guerras contra Colombia. Este libro estudia la última, que transcurrió principalmente en el espacio amazónico y en el curso fluvial del río Putumayo. El historiador colombiano combina un relato minucioso del conflicto bélico, en el que no faltan recursos literarios, y un análisis de las relaciones civiles-militares en ambos países, una sociología de estos ejércitos ‘liliputienses’ e ‘hidrocefálicos’. Además, hay mención a la compleja interacción entre relaciones diplomáticas, tratados de límites, opinión pública y la construcción de heroicidades en la guerra para gloria del estado”. Ambos títulos fueron publicados por el Fondo Editorial de la UNMSM.

Por otro lado, tener una rutina de lecturas como en un año ‘normal’ no fue tan fácil para la escritora Susanne Noltenius: “Pensé que durante la pandemia tendría más tiempo para leer, pero no fue así, por momentos he sentido mi energía muy fragmentada y eso afectó mi concentración. Justo antes de que inicie la pandemia leí Cementerio de Barcos de Ulises Gutiérrez. Una novela ambiciosa en la construcción de voces, personajes y conmovedora en la trama. ¡Toda una ingeniería de estructura y palabras! Para entrenar mi propio manejo del lenguaje volví a las magníficas creaciones de Jorge Eielson y Blanca Varela, poemas sueltos, cualquier página abierta al azar. Volví también a los cuentos de Julio Ramón Ribeyro, a Silvio en El Rosedal y esa inolvidable escena del concierto para dos violines de Bach’’.

Esta es una breve muestra de las importantes apuestas de 2020.

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