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Edward Roekaert: “Yo diría que todas las profesiones siguen siendo válidas”
Edward Roekaert, el rector de la UPC, analiza la coyuntura educativa de nivel superior en medio de esta pandemia.
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Su abuelo peleó en la Primera Guerra Mundial. Y su padre fue parte de la delegación norteamericana en la Segunda Guerra Mundial. Ambos de origen belga. ¿Qué batallas ha peleado Edward Roekaert?
Pensó vincularse a las Fuerzas Armadas. Terminó formándose en Estados Unidos y China en administración, hotelería e ingeniería industrial. Pero le tocó crecer en el mundo educativo, cuando la palabra reinvención no era común. Sus primeros pasos fueron como catedrático y hoy es rector de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). “No hay nada que me llene de más orgullo y satisfacción que ver a jóvenes que triunfan”, dice Edward, primera generación de los Roekaert Embrechts nacida en Perú; familia que migró en la década del 50.
Su padre falleció cuando Edward tenía 13 años. “Se fue muy temprano”, lamenta, capaz como una batalla perdida. Pero asegura que le dejó “miles” de ejemplos de cómo ser un excelente padre y profesional. Le debe todo, agrega.
-¿A quién le ha costado más adaptarse a esta nueva normalidad: a los alumnos, profesores o a la institución?
Al igual que a todos, esta crisis nos sorprendió. Pero estábamos en una posición en la que ya nos veníamos desarrollando a lo largo de la última década, en una cultura digital.
-¿A qué se refiere con cultura digital?
El sector educativo ha estado acostumbrado a dictar de manera presencial. Sin embargo, en los últimos años los modelos han cambiado muchísimo. El docente ha dejado de tener ese rol protagónico, viendo al docente como centro del proceso. Instituciones como la UPC hemos migrado a un modelo en el que el alumno está en el centro del proceso. Se busca convertir al docente en un facilitador del proceso. En las nuevas generaciones de alumnos que recibimos encontramos una generación muy acostumbrada a usar la tecnología, hiperconectada, pero también hiperdesconectada. El tiempo de atención de un alumno en el aula es muy bajo si es que no lo enganchamos desde el principio.
-¿Y cómo engancharlo?
Nuestro modelo es participativo, colaborativo, en el que las tecnologías se convierten en el vínculo que permite que el alumno contribuya a su propio aprendizaje. Que en el aula utilice la tecnología para buscar información, trabajar en equipo, para estar conectado 24/7 con los contenidos de los cursos. La tecnología nos permite ser eficientes, brindar acceso 24/7. Por ejemplo, hoy ofrecemos acceso a laboratorios virtuales.
-Un profesor de matemática me comentaba que se ha satanizado mucho el uso del celular en el aula, cuando en realidad el celular puede ser un arma muy poderosa en el aprendizaje. ¿Qué opina?
Estoy de acuerdo con ese docente y por una razón muy sencilla: un teléfono es una computadora, nos da mucha capacidad para validar información en un mundo donde hay mucha información que no necesariamente es cierta. Hoy los alumnos pueden validar cualquier cosa que dice un docente. El profesor puede estar explicando algo y el alumno le dice: “Profe, he visto tal cosa en esta web”. Abre la discusión, permite que el aprendizaje sea bidireccional, colaborativo, participativo. El alumno en la clase no debe ser un agente pasivo, sino muy activo.
-¿El rendimiento de los alumnos ha mejorado, es igual o ha empeorado durante esta pandemia?
Estamos muy satisfechos con la tarea realizada por nuestros docentes. Los docentes son los otros héroes durante esta coyuntura. Han sostenido la continuidad de la educación en el país. Los docentes han reinventado la manera de crear espacios de discusión. Y los alumnos han mostrado enorme resiliencia, han demostrado que se han dedicado al estudio. La universidad ha dado más becas de honor por mérito académico que nunca en su historia.
-Sin embargo, se ha producido deserción universitaria. ¿Qué tan grave ha sido?
La deserción ha sido y sigue siendo un problema muy serio. Por eso hemos brindado muchísimo apoyo a nuestros alumnos, con becas temporales, fraccionamiento, financiamiento, con tasas cero, sin cobro de mora, pero también con apoyo tecnológico: préstamos de equipos, préstamos de instrumentos musicales. También apoyos en términos de conectividad, como chips para Internet. Y lo seguiremos haciendo.
-Para quienes ya les toca postular al próximo año, ¿cómo escoger una universidad en estos tiempos?
Creo que el orden de los factores no ha cambiado. Primero, se debe encontrar aquella profesión que lo motiva, donde siente que tiene talento y capacidad para volverse un profesional competitivo. Una vez que identificaste esa profesión, la siguiente etapa es decidir dónde. Frente a la experiencia que vivimos, uno debe buscar una institución sólida, que apueste por el uso de la tecnología. La transformación digital de las organizaciones en el mundo tiene ya muchos años. Lo que diferencia a unas organizaciones de otras es que unas han abrazado la transformación digital hace muchos años, mientras que otras todavía están esperando a ver qué sucede.
-¿La pandemia, y lo que ha provocado, nos está dando pistas sobre qué se debe estudiar?
Yo diría que todas las profesiones siguen siendo válidas. El problema es terminar convirtiéndose en un profesional que no sabe usar las ventajas que las tecnologías nos pueden dar. Independientemente de lo que uno estudie, si uno no tiene la capacidad para ser parte de la transformación digital, uno probablemente tendrá problemas para ser competitivo. De ahí la importancia de estudiar en instituciones que tengan esto en su ADN. Soy un convencido de que cuando alguien elige una profesión, debe buscar ser feliz. Y si logra serlo, te levantas cada mañana con ganas de dar lo mejor de ti, viendo de qué manera puedes trascender y logrando que otros trasciendan también. La clave del éxito de todo profesional es encontrar la posición donde trasciendes y obtienes felicidad.
AUTOFICHA:
- “Mi nombre es Edward Roekaert. Tengo 55 años. Nací en Lima. Estudié Administración de Empresas, una maestría de Administración Hotelera en la Universidad de Cornell, en EE.UU., una maestría en Ingeniería Industrial, también en Cornell”.
- “Seguí un doctorado en Administración, Turismo y Hotelería de la Universidad Politécnica de Hong Kong, en China. Comencé como docente universitario, fui avanzando hasta convertirme en decano de una facultad y hasta llegar a ser rector de la universidad”.
- “Desde que asumí el rectorado ya no estoy dictando clases. Pero estoy muy vinculado a todos los temas ligados a la educación internacional. Y, de alguna u otra manera, estoy vinculado al sector turístico hotelero en nuestro país, como miembro del directorio de una empresa hotelera”.
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