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El regreso de Tatiana Alemán [Entrevista]
Alcanzó popularidad en la conducción de Cuarto Poder, tras lo cual se fue alejando paulatinamente de las pantallas. Partió a España, pero está de vuelta, vía ‘2024 en 24 horas’, por Panamericana. Perú21 entrevistó a Tatiana Alemán.
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Ella tenía 12 o 13 años. Con su padre —un policía de la otrora PIP— y hermana, casi por diversión y aventura, eran extras en diversas producciones. “Mi papá lo hacía por sus hijas, para conocer el mundo de las cámaras. Y nos pagaban 30 dólares”, dice y con una luminosa sonrisa recuerda sus primeros pasos frente a cámaras.
Su madre también fue policía. Estaba asignada a cuidar a las hijas de Alan García en la década del 80. Tatiana no pensó ser como ellos, a pesar de que el abuelo materno era policía. Tatiana Alemán es periodista con experiencia, sobre todo, en televisión. La vimos en las pantallas de RPP, América Televisión y Canal N. Dejó el Perú y ha vuelto. Esta vez a las pantallas de Panamericana Televisión, al programa 2024 en 24 Horas, de análisis y entrevistas políticas, de lunes a viernes, a las 10 p.m.
Pero le suele pasar que no la llaman por su nombre. Natalia, Daniela. Nunca Tatiana. También se llama Noemí, como su abuela que no conoció, pero con quien se siente identificada: le gustaba estar en su hogar y engreír con la cocina, como muestras de cariño. En vez de un ‘te quiero’ o en lugar de dar un abrazo, prefiere cocinar para mostrar su afecto, mandarle una lonchera a su hermana o recogerla del trabajo. Es prudente y para evitar el riesgo de que en alguna tienda se equivoquen con su nombre, da el nombre de su hermana, Alejandra. Conozca los rostros de Tatiana.
Te vi en el primer piso, pero dudé que seas tú. No te pasé la voz por eso. Llevabas el rostro adusto. Y me dices que se equivocan con tu nombre. ¿No te parece que tienes como dos rostros y dos personalidades: el rostro amable, dulce y el rostro serio, vertical? Quizás por eso los demás dudan y te llaman de otra forma.
(Sonríe). Tienes mucha razón. Siempre me ha pasado mucho que me dicen “¿por qué no sonríes?”, “oye, tienes cara de seria”. Y siempre me he defendido diciendo que soy una persona seria, yo elijo con quién me río. Y cuando la gente me conoce más, me dicen “oye, eres bien divertida” (risas), “eres bien graciosa, bien burlona”; es que tengo que sentirme en confianza.
Entonces, eres desconfiada.
Eso sí, bastante, bastante desconfiada, así nomás a la primera no voy a mostrarme como soy, tengo que conocer un poco el terreno.
¿Esa desconfianza te ayuda para ser periodista?
Yo creo que sí, porque de buenas a primeras no puedes creerle todo a la persona con quien estás conversando. Siempre hay que dudar un poco de qué lado está, a qué intereses responde.
Vamos con tu regreso a la televisión. No hace tanto la dejaste y acabas de volver. ¿Qué pasó?
Me fui a estudiar, quería vivir un tiempo fuera del país. Siempre lo quise: desde que estaba en el colegio, me veía estudiando la universidad afuera. Quise irme a estudiar a Francia, a trabajar a Canadá. Y conversando con mi novio, salió la idea de viajar a España, él siempre me había dicho para irnos a Europa una temporada. Y así nos fuimos a estudiar, yo estudié un máster en Comunicación Corporativa y Digital, porque me gustan las comunicaciones en general. Yo estudié Comunicación Audiovisual: he trabajado en series a nivel de producción, hice comunicación social, pasé a periodismo: producción, edición, cobertura y conducción. Y bueno, ahora sentía que me faltaba explorar el lado corporativo. Cuando ya pensaba en volver, me llamaron de Panamericana.
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¿Se podría decir que tienes el típico rostro para conducir un programa periodístico en televisión: solvente y cordial?
Es algo en lo que tienes que trabajar. Puedes tener el “rostro televisivo”, pero debes tener una conexión con la gente. Por más rostro que tengas, si no sabes expresarte bien a nivel corporal e intelectual, pues no vas a conectar nunca. Y eso es chamba. Y me ha costado muchísimo. Hay que empaparse, leer, veo mis grabaciones, escucho a mis pares.
Eres de adaptarte.
Siempre digo sí a todo, vamos a probar.
Eres camaleónica.
Puedo caminar en la calle, sin nada de maquillaje, con moño y nadie me reconoce. Pero soy consecuente, no me vas a ver en una discoteca metiéndome una borrachera. En general sigo sintiendo que soy la misma de siempre.
¿Eres tímida?
Siempre he dicho que sí, pero realmente me encanta pararme frente a un escenario y hablar, hablarle a la gente y eso quizás no me hace tan tímida (sonríe).
¿No te agotó la televisión?
Pasó por mi cabeza dejar la televisión, quería probar otras cosas. Incluso, un no retorno al periodismo. Cuando me fui del Perú, vendí todo, no sabía si regresaría.
¿Para estar en la televisión hay que tener un perfil?
Creo que hay que ser honesto, hay que estar informado y tratar de que no te afecten tanto las críticas. Esto último es complicado, porque te puede tumbar, somos seres humanos al final.
Pero me da la impresión de que nada te tumba.
(Ríe). No creas, he tenido épocas en las que no entraba a redes sociales o bloqueaba comentarios por salud mental, porque al final es gente que no me conoce, que no sabe realmente el motivo de mis decisiones o por qué hago esto o lo otro.
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¿El momento más complicado fue la etapa en Cuarto Poder?
Sí. Pero desde que acepté, supe que sería complicado. Era un reto profesional y quería asumirlo. Me encantó.
¿Ese paso te fortaleció?
Sí, pero no solo Cuarto Poder. Cada experiencia me dio un aprendizaje diferente.
¿Eres paciente?
Mi familia te diría que no (risas). Yo te diría que sí. Con los niños tengo harta paciencia.
¿Quieres ser mamá?
Siempre ha estado en mis planes ser mamá. Pero tengo 32 años y ya voy tarde…
¡Estás joven!
A veces me levanto y digo: “Hoy quiero ser mamá”. De pronto, me pongo a pensar y digo: “quiero seguir durmiendo, quiero seguir trabajando en la televisión”, y cuando pienso en eso, digo no. Porque me gustaría dedicarle tiempo a mis hijos.
¿Casarte también está en tus planes?
En ese sentido, siempre he sido idealista y romántica. Tengo una carpeta de Pinterest con mi boda lista (risas).
Este año te casas…
No, no hay nada todavía… Se me quitó la ilusión cuando mis papás se divorciaron, pero de un tiempo a esta parte como estoy con una relación estable, que va bien, siento que sí es algo que podría darse. Sí me encantaría vestirme de blanco (risas), y bailar, tengo todo planeado. Y te apuesto que no soy la única.
¿Crees en los 14 de febrero?
No. Para mí los 14 de febrero son una fecha familiar. La tradición es juntarnos en familia y comemos pizza.
AUTOFICHA:
-“Soy Tatiana Noemí Alemán Napurí. Mi abuelo materno era de Tacna. Tengo 32 años. Nací en Lima. Acabé el colegio y entré a la Católica a estudiar Gestión Empresarial. Mis papás se conocieron en Palacio de Gobierno, cuando eran policías”.
-“Estuve en Radio Capital, un programa de tecnología. Pasé por RPP Noticias, radio y TV. Fui a Cuarto Poder, pasé por Canal N, un tiempo de estudios y ahora estoy en Panamericana. Tengo proyectos personales vinculados a las comunicaciones”.
-“Quiero meterle más punche a mis redes sociales. Pero no planifico tanto a futuro, me gusta vivir el presente; y si pienso a futuro, es a corto plazo. Estoy muy identificada con Panamericana y lo entrego todo, pero siempre he soñado con tener algo propio”.
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