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Giovanni Ciccia: “Si fuera presidente no duraría, sería muy torpe fingiendo”
Es una de las figuras de la serie ‘Al fondo hay sitio’ y la voz del grupo Chabelos. Ahora será parte del filme ‘La banda presidencial’, que se estrena este 22 de setiembre en las salas de cine a nivel nacional. Perú21 entrevistó a Giovanni Ciccia.
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Recuerda que alguna vez tomó prestado algo en el nido pero sin pedir permiso. Llegaba a casa y decía: “Mira, mamá, me han dado un premio en el nido”. “Ah, qué bien, qué bien”, respondía ella. Pero ya cuando fueron demasiados “premios”, a su madre le pareció raro; fue al nido y lo acusó. “Me desenmascararon”, me dice, ríe y aclara que, tal vez, era su forma de llamar la atención y que fue una anécdota única en su infancia, una travesura, o capaz parte del histrionismo que lo caracterizaba. “Siempre he sido exagerado y mentiroso. He sido buen actor desde niño”, dice.
Giovanni Ciccia es un ladrón que usa la máscara del expresidente Alberto Fujimori. Junto a otros enmascarados presidenciales, cansados de sus patéticas vidas, asaltan el casino más grande y exclusivo de Lima. El día del gran golpe será la noche de Halloween. Todo como parte del filme La banda presidencial, que se estrena en las salas de cine del país este 22 de setiembre. Película dirigida por Eduardo Mendoza De Echave.
“Los actores también mentimos, pero no hacemos daño. Damos cultura a partir de la mentira, porque todo lo que creamos es una gran ficción, a diferencia de los políticos que nos traen pobreza y miseria con sus mentiras”, me dice en una llamada telefónica. Está en la hora de descanso en medio de las grabaciones de la serie Al fondo hay sitio. Pide su almuerzo y mientras espera, nos da esta entrevista.
-¿Alguna vez se te cruzó por la cabeza ser político?
Jamás. No es algo que me interese, aunque de alguna manera uno inevitablemente hace política cuando hace canciones (con su grupo de punk y rock Chabelos), cuando hace obras (de teatro), porque hay mensajes ahí que tienen que ver con la política. Pero la actividad política en sí no es algo que me interese.
-Pero podrías ser elegido, porque tienes carisma y popularidad.
Pero eso no es algo que me alegre del todo, porque ser elegido por popular... mejor es ser elegido por capaz, ¿no? Y eso tal vez falta en nuestra clase política.
-¿Te han ofrecido postular al Congreso o a alguna alcaldía?
Nunca.
-Porque a muchos artistas les lanzan esas ofertas.
No me ha pasado y ojalá no me lo ofrezcan porque a veces es difícil decir no y yo prefiero estar en lo mío.
-¿Políticamente te ubicas en alguna posición: derecha, centro o izquierda?
Mira, hoy más que nunca no me gusta poner etiquetas de ese tipo. Prefiero que me preguntes qué pienso sobre algún tema y tú me dices si es de derecha o de izquierda, porque ahora parecería que ser de derecha o ser de izquierda incluye todo el paquete, y yo comulgo con ideas de derecha y con ideas de izquierda; entonces, lo que menos quiero es ser radical, quiero encontrar un balance. Ya, ahora me vas a decir que soy de centro (ríe).
-Si dices “balance” te pueden tildar de tibio.
Ah bueno, siempre habrá algo que decir, por eso digo que estamos viviendo una época de etiquetas y de mucho odio, que a mí no me gusta, prefiero ser más concertador. Tenemos más cosas en común de las que creemos, porque finalmente todos queremos el bienestar; el problema es cuando la gente piensa en su bienestar.
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-En la película usas la máscara de Fujimori y te ha tocado vivir las crisis de las últimas décadas del siglo pasado.
La primera vez que voté fueron las elecciones de Fujimori y Vargas Llosa. He sido adolescente en plena miseria del gobierno de Alan García: hiperinflación, terrorismo.
-Siendo parte de esa generación, lo menos arriesgado habría sido elegir ser médico o abogado, y no actor, artista.
Soy de la generación del no futuro, he crecido en los 80 en una época donde no había ningún futuro, que era el discurso incluso del movimiento subterráneo de Lima que me encantaba. Por eso terminé haciendo lo que me gustaba hacer y lo que sentía. Siendo ingeniero o médico, igual te puede ir pésimo, entonces más te valía vivir el momento.
-¿Cómo influyó en ti el tiempo de Fujimori?
A pesar de haber sentido un alivio en los primeros años de Fujimori, porque se logró cierta paz y estabilidad económica, cuando hubo la tercera elección sí he sido de los que salió a marchar. No soy un fanático, puedo ver el lado bueno y el lado malo a los gobiernos y hay que aprender de eso, no convertirnos en seres unilaterales que ven las cosas blancas o negras o de extremos.
-¿Cuál sería el perfil de un buen presidente?
(Ríe). Qué difícil. Debería ser lo suficientemente honesto como para impulsar un país sin perjudicarlo y, a la vez, lo suficientemente pendejo para no dejarse comer por la corrupción. Un presidente equilibrado, muy lúcido, con los ojos bien abiertos para que no se lo coman los demás.
-Si fueras presidente, ¿cuáles serían tus primeras medidas?
Si fuera presidente no duraría mucho tiempo porque me comerían los peces grandes, soy una persona muy frontal, no sé de diplomacia, sería muy torpe fingiendo ser lo que no soy. Miento bien cuando actúo, pero no en la vida.
-¿Qué podemos aprender de más de 25 años de gobiernos cuyos presidentes han acabado mal?
Lo único que me llama la atención es por qué nunca tenemos un gobernante que honestamente quiera trabajar por el país.
-¿Por qué?
He conocido gente muy honesta que ha entrado a la política y salió corriendo. Creo que la corrupción está muy enquistada en el poder, entonces espanta a los limpios y te obliga a ensuciarte de alguna manera. La corrupción está muy arraigada en el día a día de los peruanos. La banda presidencial es una película que te habla del hartazgo del pueblo ante los gobiernos de los últimos 25 años.
-Deberías formar una banda punk que se llame Presidentes Presos o Presidentes Corruptos.
No se lo merecen. Sería mucho homenaje.
-Existe Dead Kennedys.
Me encanta esa banda. Pero lo que hacemos con Chabelos no está directamente ligado a la actividad política.
-Pero sí percibo que propones ironía cuando cantas, lo que me lleva un poco al punk español.
Es una influencia gigantesca, he crecido escuchando La Polla Records, Siniestro Total, Eskorbuto.
-Que es una generación bien política.
Yo crecí escuchando Narcosis, Leusemia y deseando ser como ellos de grande y, de alguna manera, he terminado compartiendo escenario con ellos sin querer, lo que me parece maravilloso.
AUTOFICHA:
- “Soy Giovanni Ciccia Ridella. Nací en Lima, tengo 51 años. Mis cuatro abuelos son inmigrantes italianos. Llegaron al Perú en los años 20 en el gobierno de Leguía, vinieron a trabajar en la agricultura en Perú, eran agricultores del sur de Italia, de Calabria”.
- “Nunca he pensado dejar el Perú, porque soy demasiado peruano y me gusta mucho vivir aquí. Y creo que he tenido un recorrido bastante agradable en mi carrera, le debo mucho al Perú. Estudié Comunicación Audiovisual y Arte Dramático”.
- “Me siento orgulloso de haber tenido una productora de teatro por más de 15 años y haber producido más de 50 obras. Se viene el nuevo disco de Chabelos: Con los huevos colgando, ojalá para Navidad. Estoy dirigiendo Madres El musical que se reestrenará en el teatro Nos”.
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