PUBLICIDAD
Harry Belevan: “El liberalismo nada tiene que ver con las derechas anquilosadas ni con las izquierdas acartonadas”
Se formó en Francia y regresó al Perú para ser diplomático, casi por tradición familiar. Pero su nación ha sido la literatura. Perú21 entrevistó al diplomático y escritor Harry Belevan.
Imagen
Fecha Actualización
No podía faltar a la cena de las 8 de la noche. Donde estuviera, a esa hora tenía que estar en casa. Era el dictamen del padre, a quien describe como una gran persona, pero muy severa. En la mesa se hablaba en español, aunque ni un solo día de su vida estudió en el Perú. Se formó en colegios públicos de Francia y EE.UU.: lo llevaron a Chile a los 7 meses de nacido; luego Ecuador, Colombia y Europa. El decreto del padre duró toda la niñez y primera juventud de Harry, toda la estancia en Francia. Volvió a los 19 años, casi era su primera vez en el lugar donde nació.
Nieto de diplomático, hijo de diplomático, hermano de diplomático y padre de diplomático. Tenía que ser diplomático. Pero también es escritor y entre los cerca de 15 libros publicados figuran desde clásicos literarios como La piedra en el agua (1977) hasta lo más reciente, en la etiqueta de ensayo, Rusia. Ucrania. Occidente. Cuatro miradas académicas, donde es editor y uno de los escritores. Es director del Centro de Investigación Raúl Porras Barrenechea de San Marcos y miembro de la Academia Peruana de la Lengua.
¿Ya piensa en las memorias? “Este es mi cuaderno de apuntes que tengo al lado de mi mesa de noche y he escrito: ‘Me acerco al final sin pensar en él, sin temerle. Mientras trabajo, me siento invulnerable’. Pero a cierta edad ya se ve el horizonte...”, me dice Harry Belevan sentado en medio de su estudio de casa, pero aclara: “No lo digo con un sentido trágico”.
De pronto, pregunta: “¿Por qué el nombre de Mijail?”. Le explico la influencia soviética en mi padre y su relación con la izquierda de la década del 80. “Por la que yo voté”, dice. “Era amigo de Barrantes”, agrega. “A tu padre le habría gustado leer mi ensayo de este libro sobre Rusia...”. Antes de que continúe, lanzo la advertencia...
-Ya estamos en la entrevista, Harry...
El culpable de esta guerra es Rusia, pero no hay que olvidar que gran parte de la culpa la tiene Occidente. Soy el único de los académicos que colaboramos en este librito que lo digo...
-¿Por qué?
Una de las razones es la ampliación frívola de la OTAN. También la frivolidad de Occidente de frotarle en la cara a Rusia la caída de la Unión Soviética, en lugar de aprovechar que no le ha costado nada a Occidente la exhumación de la Unión Soviética, en lugar de llevar al redil europeo a un país que es sustancialmente europeo. Lo tercero es que no se dieron cuenta de los complejos de una nación que se cae, no darse cuenta que eso crea resquemores. Una OTAN que va cercando a Rusia, y tienen derecho a pensar: “Son capaces de llegar a Uzbekistán”. Pues bien, Rusia está totalmente cercada por Europa y China.
Imagen
-Y ese temor convivió con quienes en su momento concluyeron que tal vez estuvo mal haber desintegrado la URSS y vieron en Putin el ‘hombre fuerte’ que recupere ese espíritu.
“Aquí nos están acosando”, pueden haber sentido. “Caramba, creo que mejor estábamos con la Unión Soviética”, podrían haber pensado.
-Y Putin se empoderó.
Lo empoderan y creo que también es responsabilidad de Occidente... Esto ha salpicado de manera negativa a un pueblo noble, como es el pueblo ruso. Y lo digo siendo hijo de Popper, de Harold Bloom, siendo un liberal convicto y confeso.
-Un liberal que votó por Barrantes para la alcaldía.
Ese es el liberalismo. Nada tiene que ver con las derechas anquilosadas ni con las izquierdas acartonadas.
-Vamos a su faceta de escritor. Ser diplomático y autor de literatura fantástica podría ser como tener una doble vida.
La literatura de expresión fantástica es una literatura marginal, y siempre lo será. Llego a la diplomacia más que por vocación, por falta de originalidad (risas). La diplomacia es una vida inestable en medio de todo, vamos de país en país. La literatura era una tabla de salvación, en el sentido de darme estabilidad, de sentirme anclado a algo...
-La literatura era su nación.
Sí.
Imagen
-¿Y por qué la literatura fantástica?
En San Francisco, 1961, 16 años, descubro en la legendaria librería City Lights Bookstore de Ferlinghetti un libro de un autor en español que nunca había escuchado hablar, con un título atractivo: El Aleph. Me puse a leerlo y descubro que se pueden decir todas esas cosas que yo pensaba que solamente se podían decir en la riqueza inconmensurable del inglés, el alemán o el francés... Que se puede decir todo y más. Descubro a Borges, y él me conmueve al sentir que yo estaba haciendo cosas semejantes... Por eso digo que Borges me enseñó a leer y a escribir en español. Y llegué con naturalidad a la literatura de expresión fantástica a través de él. Y de ahí volví al Perú.
-¿Por qué volver?
Me fui a España a estudiar cine, pero no me sentía bien y vuelvo. Y opto por las relaciones internacionales: era el único país del que podía ser diplomático.
-¿El Perú tiene algún imán?
La verdad, nunca sentí ningún imán ni en el Perú ni en ningún otro lugar. No por ser apátrida... Vargas Llosa en el prólogo de mi primer libro de cuentos (Escuchando tras la puerta) dice que estoy en la extraterritorialidad...
Como si supiera que le haría esa pregunta, tenía al frente el libro. Lo toma y lee un fragmento del prólogo: “George Steiner, con su lucidez habitual, ha señalado que una de las ramas más creativas de la literatura moderna está constituida por autores que (...) acusan una suerte de extraterritorialidad (...). Harry Belevan pertenece a esta familia de de parias, desembarazados de la gloria o la maldición (...) de una nacionalidad. Es un cosmopolita y un extranjerizante sin paliativos...”.
AUTOFICHA:
-“Prefiero Harry Belevan. McBride es el apellido materno. El nombre Augusto no lo uso, que lo tengo por el tío bisabuelo que es Augusto Pérez Araníbar, del puericultorio, quien me dejó un reloj de oro, 8 mil soles y unos libros; yo tenía 10 años. Hoy tengo 77 años”.
-“Acabé el colegio en San Francisco, Estados Unidos. Estudié Literatura y Filosofía, y después los estudios de Relaciones Internacionales. He publicado 14, 15 libros, entre ensayos, varias piezas de teatro...; y ahora justamente estoy trabajando en una obra de teatro”.
-“Iré al congreso de la RAE en Cadiz, el que se iba a realizar en Arequipa. Soy uno de los ponentes... Y ahora tengo una novela de 300 y pico páginas, una novela que dejé de lado para terminar unos libros que me pedía con insistencia la Universidad Ricardo Palma. Pero quiero terminar la obra de teatro”.
ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR
TE PUEDE INTERESAR
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD