PUBLICIDAD
Jaze sobre las batallas de freestyle: “Se ha perdido la visión artística”
“Solo importa quién gana, quién grita más, quién insulta más”, dice sobre las batallas de freestyle. Jaze está de gira en México y nos da esta entrevista.
Imagen
Fecha Actualización
Jaze es un número.
El siete es disperso, distraído, tiene déficit de atención, extrovertido, busca diversión y aventura. En un diagrama de personalidades, Jaze es el siete. “Salí muy bajo prácticamente en todas, pero salí altamente siete”, explica sobre el test que le realizó su madre, quien es coach.
Los siete no se enfocan en una sola cosa. Personalidad 7 es el nombre de su primer disco, que acaba de publicar. Una producción compuesta por canciones diferentes entre sí. Un álbum para experimentar. “A mi papá le encanta, y eso es importante para mí”, me dice Jaze o Juan Carlos Iwasaki.
Los sietes viven en una montaña rusa todo el tiempo; no suelen detenerse para tomar una pausa. Jaze tiene 21 años, pero desde que alcanzó la mayoría de edad, su apuesta por el rap y el freestyle tuvo un veloz ascenso. Fue campeón de Red Bull Batalla de los Gallos Perú y, desde entonces, es uno de los máximos exponentes del freestyle peruano, esta suerte de enfrentamiento de la palabra improvisada, rap creado en el momento, tal vez el arte de la palabra espontánea. Hasta hoy es protagonista de comerciales de televisión y por estos días realiza una gira en México.
En una rima dice: “Tú quieres ser hardcore, yo quiero ser diferente”. Le pregunto quién quiere ser mañana. Dice que se encuentra feliz como es, pero en el horizonte proyecta a un artista reconocido y que pueda vivir de la música. “También me gustaría actuar en una película, no sé por qué; pero me esforzaría”, agrega y ríe a la distancia.
-¿Para improvisar en el escenario hay una suerte de entrenamiento?
Es un poco complicado explicarlo. Todo es muy del momento. Al comienzo, para entrar al mundo de las batallas, escuchaba mucho rap, y trataba de ajustarme a los ritmos, a la manera de fluir encima de una base. Al comienzo trataba de rimar con todo. Ahora es casi como automático.
-¿Y hoy escuchas mucho rap o ya no tanto?
Escucho igual que siempre. Desde los 15 escucho rap. Pero nunca ha sido el género que más escuché. Siempre fui más de escuchar rock, indie, pop, reggae, jazz. Desde siempre supe que quería hacer música. Cuando conocí el freestyle y me hice conocido, no sabía bien qué música hacer. Pero dije: haré la música que yo quiera, la música que más me represente. Después de tanto tiempo rapeando, viene una fusión de lo que he venido escuchando o haciendo.
-¿Te defines como rapero?
Siempre digo artista.
-Personalidad 7, tu reciente álbum, tiene esa mistura de sonidos.
Abre el disco una canción que es un funk rock y que al medio tiene un freestyle. Lo primero es fruto de la influencia del rock, de la música que mi papá me ha puesto toda la vida.
-¿Qué música te ponía él?
De chiquito yo escuchaba más que nada The Beatles, Queen, The Police, Charly García, Fito Páez, Maná, Rio, Pedro Suárez-Vértiz, Bob Marley obviamente, Soda Stereo un montón; tenía un casete donde están los Eurythmics, Toto, Men At Work.
-¿Cuando le dijiste a tu padre que harías rap, freestyle, fue difícil?
No. Al comienzo quizás no lo entendía tanto. Mi papá conocía el rap, pero la improvisación no. Poco a poco le enseñé. Él va más por el lado de la música. Y ahora el freestyle me encanta, pero las batallas no.
-¿Por qué las batallas no?
No me gustan mucho las batallas desde hace bastante tiempo por la toxicidad de la gente, el entorno, cómo se califican ahora las batallas, lo que hay que hacer para ganar. Tampoco le encuentro mucho sentido atacar a alguien que no me ha hecho nada.
-Pero has ganado batallas. ¿Cómo vences ese rechazo a la hora de enfrentarte a otro freestyler?
Sobre todo porque me gusta rapear. Lo enfoco como que me toca rapear. Quizás no soy lo más adaptado al formato que la competencia espera porque no me gusta, yo voy a mi forma; y si pierdo, me da igual; obviamente, me gusta más ganar que perder. Voy a hacer lo mío y lo que el jurado evalúe, allá ellos. Lo importante es estar cómodo con uno.
-Con 21 años, tu ascenso ha sido veloz y hoy hasta protagonizas comerciales. ¿A qué crees que se debe?
No sé. Quizás entré a un entorno donde no había muchos... cómo decirlo... Lo que pasa es que siempre me han visto como el blanquito del freestyle, o el pituco. Pero cuando nací, mi papá era taxista y quería ser músico; mi mamá fundó una empresa desde cero; al comienzo no sabían bien qué iban a hacer, y poco a poco la rompieron cada uno por su lado; y bueno, tuve las oportunidades que tuve, de estudiar en un colegio de clase media. Al comienzo en el freestyle no había mucha gente como yo, y siempre me atacaban por ese lado: “El rap es protesta y este no tiene nada que protestar”. Y yo era un chiquillo. Por un lado, había un contraste muy jodido, pero, por otro lado, también había una ‘diferencia’. Esa ‘diferencia’ hacía que la gente se fijara porque no era del entorno, y eso supongo que eso llama más la atención. Cuando empecé, hace seis años, era así. Pero yo fui con todo, me empecé a mover por todos los barrios de Lima; estaba convencido de que quería romperla y quería ganar Red Bull; la luché, entré y en el primer año gané Red Bull, y fue lo que me catapultó.
-¿Al inicio qué te decían?
Que yo no podía competir. “Vete de acá”, decían. O me miraban mal. Yo era chibolo.
-¿No te asustaste?
Sí, me palteaba. Yo iba solo. Algún momento me dijeron: “Te van a robar”. Eso fue al comienzo. Ahora la movida es diferente. Lo que ahora es horrible es la toxicidad generada en las redes sociales. Nos exigen como si fuéramos deportistas.
-Por eso te hacía la primera pregunta, porque a veces da la impresión de que estamos frente a una competencia deportiva.
Es así ahora. Es muy parecido al fútbol. Es quién hace más goles; y no me gusta. Se ha perdido la visión artística, solo importa quién gana, quién grita más, quién insulta más. Ahora ya no nos ven como artistas, sino como deportistas, y eso me da pena y es por eso que ya no me gustan las batallas, y no me siento conectado con ese entorno, pero lo sigo haciendo porque igual siento que puedo dar lo mío, tengo mi chispa que me caracteriza y porque me gusta rapear.
-¿Las batallas ya tienen fecha de caducidad para ti?
Por ahora seguiré compitiendo. Tengo la FMS, que durará todo el próximo año. Y me gané el puesto para estar acá. Es mi trabajo también, y con eso sustento muchos gastos. Por el lado de la música estamos recién trepando. En el Perú no se apoya a la música independiente. No sonamos en las radios. En otros países hay leyes que dicen que las radios deben poner a los artistas de su país, acá no, es triste. Mi público escucha trap, rap, reggaetón, música urbana, y la música que estoy haciendo va por otro lado. Estoy absorbiendo al público del freestyle para que pueda meterse también a la onda de mi música, y tratando de conseguir un público nuevo. Ahora tengo concierto en México y vamos a seguir dándole con todo.
AUTOFICHA:
- “Soy Juan Carlos Iwasaki La Puente. Tengo 21 años. Nací en Lima. Estuve estudiando en la Universidad Católica. Entré como baterista y me cambié a composición. Pero después por la cantidad de trabajo y demanda de viajes, no pude continuar”.
- “La batería es el instrumento que más domino de los que toco. Yo tocaba en una banda de jazz, era un big band, toqué por dos o tres años, donde tocaba batería; era increíble, nos presentábamos en sitios chéveres, auditorios, restaurantes finos, etc.”.
- “También me gusta bastante Spinetta, así como Serú Girán y Almendra. Jorge Drexler es espectacular. Billie Eilish también puede ser una influencia. Escucho de todo. Y Eminem es mi rapero favorito. En noviembre se viene la FMS, también una sorpresa y creo que en diciembre iré a producir una canción en Argentina”.
ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR
TE PUEDE INTERESAR
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD