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Mauri Stern: “Yo creo que (con Magneto) logramos la excelencia”
Mauri Stern es uno de los jurados de 'Yo soy' y también parte del recordado grupo mexicano Magneto. Lo entrevistamos.
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Acabó el colegio y estudió Magneto. El grupo mexicano fue su universidad, maestría incluida. “Ese posgrado en la música no me lo hubiera enseñado ninguna universidad, y sin endeudarme”, me dice por teléfono desde el set de televisión del programa Yo soy de Latina, donde es parte del jurado y ya ha llamado la atención por la severidad de sus comentarios.
Los abuelos de Marcos Stern Chernovetzky son de origen lituano y polaco. Llegaron a México antes de la Segunda Guerra Mundial. “Eran de mucha fuerza y coraje. Se reinventaron y fueron exitosos”, remarca. ¿Ahí está el origen de la intensidad de Stern Chernovetzky? Acepta que tal vez lo tiene en el ADN, pero aclara que también posee la calidez mexicana.
Siempre fue así. “Un poquito niño migraña”, acota y ríe Mauri, nombre con el que alcanzó la popularidad. Aún recuerda la fotografía en la que está en un podio. Parado en la casilla del segundo lugar, llorando. La imagen lo retrata luego de haber participado en una competencia de atletismo. Quería ser el primero.
Marco el teléfono. Contesta. Inmediatamente después de un hola, propone: “Dispara, venga, dale”.
-Con esa intensidad has llegado a Yo soy.
Siempre hay que entrarle a la vida con ganas, con pasión y con sinceridad. El público está disfrutando esa parte.
-Algunos podrían decir que es parte de un guion.
No hay guion aquí. Hace unos días estaba en un podcast con Ricardo (Morán) y decía: la belleza de todo esto es que hablamos en diciembre, llegué en enero, nadie me dice qué decir, nadie me dice cómo actuar, solo me sentaron en esa silla, y aquí está Dyango, José José, Mon Laferte y Yuri. Y ya está. Así soy, así soy detrás de cámaras, cuando trabajo en producción y en la industria de la música. Y, bueno, tal vez la gente solo conocía mi cara de Magneto, pero ya está, desenmascarado.
-¿Esa forma de ser la forjas en la música o viene desde casa?
Viene desde Magneto. Magneto nos entrenó para lograr ser la boy band número uno de Latinoamérica con trabajo, dedicación, inteligencia y pasión. Ya de ahí salto a mi carrera de mánager. He tenido mis maestros de vida y esa es la fortaleza que uso para dar lo mejor de uno. Creo que siempre tuve desde niño eso de ser competitivo, exigente y buscar lo mejor de uno y con quien trabajas.
-Pero eso también trae frustraciones.
Aprendes mucho de ese dolor. Hoy intento ser lo mejor que puedo, me exijo lo que más pueda y llega un punto en que acepto que es lo mejor que puedo hacer.
-¿Magneto llegó a ser lo mejor que pudo ser?
Hombre, nuestro salto de “40 grados” a “Vuela, vuela” mostró muchísima capacidad y muchísima fuerza. Y luego logramos hacer grandes canciones baladas, nuestro “Malherido”, “Cambiando el destino”, “Para siempre”. Yo creo que como boy band logramos la excelencia. Somos de las pocas boy bands que hemos cantado canciones de mucho peso.
-Si pusieras al Magneto de “40 grados” en un escenario, ¿qué crítica le harías?
Fue nuestro acercamiento a “Vuela, vuela”. Ya hacíamos un buen trabajo, pero las canciones del disco Vuela, vuela eran más exigentes vocalmente.
-Tu opinión del Vuela, vuela es más favorable.
100%. Es que tienes la capacidad vocal de Alan, que es un tipo que canta muy bien de voz a falsete, de falsete a voz.
-¿Qué crítica le harías al Mauri de esa época?
Hombre, no te pongas una jacket sin camisa (risas).
-Pero funcionó, ¿o no?
Funcionó. Hicimos un trabajo bastante digno, fuerte, con gratitud y nobleza.
-Hoy se pensaría que ser parte de una boy band era algo fácil: había que ser simpático, bailar y cantar un poco. ¿Fue así?
No cuando quieres ser la boy band número uno de Latinoamérica, y por eso lo conseguimos, no por arrogancia sino porque lo conseguimos con trabajo, dedicación y cuidando a nuestro público con cariño.
-En medio del reggaetón, la música electrónica y más, ¿el formato boy band tiene futuro?
Hoy más que nunca los seres humanos nos nutrimos de opciones que podemos elegir o no, de géneros combinados; puedes irte a una fiesta a bailar reggaetón y luego puedes irte a tu casa a escuchar Phil Collins o Queen, y luego te escuchas a Luis Miguel si quieres, y no pasa nada. Yo creo que hay mucha variedad y hay artistas que hacen pop rock y pop balada, y genial también, como Jesse & Joy, Camila, Natalia Lafourcade. Hay muchas cosas increíbles que se están haciendo.
-¿Hoy una boy band sería como un género menor?
No sé qué decirte. Yo creo que hoy en día si haces las cosas con calidad y artísticamente con canciones de peso, lo puedes volver a lograr. Tenemos el ejemplo de One Direction, que hicieron pop de calidad.
-También has sido ejecutivo de Sony. ¿Cuál es el futuro de la música en la región?
Lo importante es que los cantautores y autores que hacen pop, pop rock y baladas sigan haciendo grandes canciones.
-¿La balada no es un género del pasado?
De ninguna manera. Hoy los jóvenes están consumiendo a bocanadas canciones de Luis Miguel. Es cuestión de que sigamos nutriendo a la nueva generación de cosas buenas, como hacen los anglos cuando aparece Ed Sheeran. Los productores musicales y mánagers tenemos que seguir echándole pantalones a esto y encontrar y desarrollar talento.
-¿Qué es el talento?
Una combinación de muchas cosas. Es una enredadera muy personal de cada artista, que por momentos tiene un balance entre que seas cantautor, que tu color de voz sea muy único y particular, que tus características personales sean encantadoras.
-En Magneto lucías como el más rockero del grupo. ¿Era así?
Toda mi vida crecí amando el rock, sobre todo el rock inglés. Desde Beatles, pasando por Pink Floyd hasta mi maravillosa llegada a Depeche Mode.
-A propósito de Rompan todo, el documental de Netflix, ¿cuál dirías que es el presente del rock?
El rock en español necesita sacudirse y rebelarse.
-¿El rock está muerto?
No. Necesita regresar a las raíces. Por ahí están los nuevos chicos tocando en algún garaje de alguna casa en Latinoamérica, solo que tienen que forjarse como los grandes autores que teníamos en el rock, como Soda Stereo, Café Tacvba, Caifanes, Jaguares, Molotov, Héroes del Silencio.
-Y con 50 años de edad, ¿cuál es tu futuro?
Uy, creo que vienen los mejores años de mi vida. Sé escoger bien mis batallas, mejor que antes. Mis ambiciones son más artísticas que de dinero. Soy un papá feliz, disfruto a mis niños. Viene lo mejor.
AUTOFICHA:
- “Me llamo Mauri Stern Chernovetzky, nací en la ciudad de México, el 16 de enero de 1971. Mis abuelos nacieron en Polonia y en Lituania. Ellos llegaron a México, afortunadamente, antes de la Segunda Guerra Mundial, en los 30”.
- “Yo entré a Magneto en el disco Tremendo. Luego vino Todo está muy bien; 40 Grados; Vuela, vuela; Más; Tu libertad. Estuve en seis proyectos. En algún momento hice un proyecto personal, pero no era para lanzarme. Mi carrera ha sido más en la industria de la música como ejecutivo”.
- “Siempre quise dedicarme a la música. Pero mi segunda opción fue ser dentista. La música ganó. También he sido mánager de Fey, luego hago Belinda, Franco de Vita, Alejandra Guzmán, etc. Con Magneto nos hemos estado reuniendo en un tour con Mercurio, y luego en otro tour solos”.
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