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Pompeyo Berrocal, el cronista visual de Sarhua [FOTOS]
“Nos permiten recordar y contar nuestra historia, de dónde venimos”, nos dice Pompeyo Berrocal sobre el acto de grabar sobre las tradicionales tablas.
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Pompeyo Berrocal, artesano ayacuchano.
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Pompeyo Berrocal, artesano ayacuchano.
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Pompeyo Berrocal, artesano ayacuchano.
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Pompeyo Berrocal, artesano ayacuchano.
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“Pasen con cuidado, que estamos construyendo nuestra casita. Lo que ya está listo es mi taller”. Así nos recibe Pompeyo Berrocal en su casa-taller, con orgullo y una cálida sonrisa. Natural del pueblo de Sarhua, provincia de Víctor Fajardo, en Ayacucho, ya vive los 57 años.
En el taller, las paredes están prácticamente tapadas por sus obras, las tablas de Sarhua. Mientras narra su historia, dibuja en un trozo de madera con un lápiz. Él vivía en la casa de sus abuelos, donde había tres grandes tablas pintadas con personas y animales de su pueblo. Siempre que regresaba del colegio, se quedaba admirándolas.
Desde que tenía 17 años, solía viajar a Lima dos o tres veces al año, porque encontrar trabajo en Sarhua era difícil, ya que el único sustento era la agricultura. Tuvimos que interrumpir su relato para preguntar por un grupo de pequeños recipientes que tenían colores variados. “Son tierras de diversas zonas que, al mezclarlas con algunos ingredientes, se vuelven las pinturas que se usan para las tablas”, nos explica. Aún hoy regresa a su tierra para traer madera, como el maguey, molle o sauce, y las ‘pinturas’.
Hacia 1990, en una de sus visitas, se quedó en Lima. Se propuso poner en práctica lo que había aprendido de joven.
PLASMAR LA TRADICIÓN
Deja de dibujar, se para y camina hacia un estante donde tiene muchas de sus obras. Mientras escoge algunas para mostrarnos, cuenta que las tablas de Sarhua son exitosas porque combinan un aspecto decorativo y son fotografías de lo que él conoce. Retrata acciones como la cosecha, los bailes tradicionales y momentos íntimos, como contar relatos en familia. Asimismo, pinta sus vestimentas, los alimentos que consumen, instrumentos musicales y la flora y fauna que los rodea.
Deja de dibujar, se para y camina hacia un estante donde tiene muchas de sus obras. Mientras escoge algunas para mostrarnos, cuenta que las tablas de Sarhua son exitosas porque combinan un aspecto decorativo y son fotografías de lo que él conoce. Retrata acciones como la cosecha, los bailes tradicionales y momentos íntimos, como contar relatos en familia. Asimismo, pinta sus vestimentas, los alimentos que consumen, instrumentos musicales y la flora y fauna que los rodea.
Además, explica que las tablas de Sarhua eran regalos que se entregaban a las familias que estaban construyendo su casa y que cada integrante se debería ver en la obra.
“Nos permiten recordar y contar nuestra historia, de dónde venimos”, nos dice Pompeyo Berrocal mientras sonríe y se pone su poncho y sombrero favorito, para estar listo para la foto.
DATOS:
-Don Pompeyo Berrocal tiene un espacio donde exhibe sus obras en el Mercado Indio de Miraflores (Av. Petit Thouars 5245, tienda 117).
-El maestro ayacuchano grabó una tabla de surf, donde plasmó la historia de vida, fruto de esfuerzo y dedicación de la tablista Analí Gómez.
-Don Pompeyo Berrocal tiene un espacio donde exhibe sus obras en el Mercado Indio de Miraflores (Av. Petit Thouars 5245, tienda 117).
-El maestro ayacuchano grabó una tabla de surf, donde plasmó la historia de vida, fruto de esfuerzo y dedicación de la tablista Analí Gómez.
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