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Veronik: “En el Perú la gente que se hace famosa es muy complaciente”
Artista acaba de publicar su segundo disco solista ‘Anómala’, donde el theremin reemplaza a la voz. En esta entrevista hablamos de todo.
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Véronique Miró Quesada Meguerditchian o simplemente Veronik. De armas tomar. Cansada de aprender un instrumento tras otro, a los 19 años decidió armar su propia banda de rock: Valium. Aburrida de que la encasillen dentro del rock femenino, dejó ese proyecto y emprendió su carrera solista, con la que ya tiene dos discos, el último es 'Anómala' (2017). Asegura que sus armas son la voz, el theremin y su guitarra. Pero podemos decir que también su pensamiento crítico. Y así lo certifica esta entrevista.
Tu primer acercamiento a la música no fue el rock.
Cuando era niña, de 4 años, mis papás escuchaban música clásica. He escuchado mucho Chopin, Mozart, Beethoven, Tchaikovsky. Después, cuando era más grande, empecé a escuchar la música de moda: Radio Panamericana.
¿Recuerdas con nostalgia los ochenta?
Escucho muchos hits de los ochenta, pero me gusta todo tipo de música. Soy muy ecléctica en todo. Me gusta la variedad, las combinaciones. A los 11 años viajé a Francia a vivir y ahí cambié totalmente. Empecé a tocar flauta dulce. Luego pasé a la flauta traversa. Pero fueron años que sentía que no tocaba sino solo estudiaba. Me agarró la adolescencia, los 14 años, y empecé a escuchar de nuevo radio. Entrábamos a los noventa y comencé con el rock. Ahora, que escuche de todo, no significa que todo me gusta. Comprendo la música.
¿El reggaetón está en la lista de músicas que no te gustan, pero que las comprendes?
La comprendo como músico, pero no me agrada. Musicalmente es muy pobre, se basa en un ritmo muy simple, repetitivo…
También se podría decir lo mismo de la cumbia…
Sí, pero la instrumentación es más rica. El nivel de interpretación que se requiere es mayor, tanto en guitarra o teclados, en los cantantes… En la cumbia uno tiene que saber cantar.
Del rap también se podría decir que es repetitivo.
Me gusta más.
El reggaetón también se nutre del rap.
Tienen cosas en común. Pero el reggaetón tiene el tema de la letra que es muy plana, muy chata y se ha focalizado en la cosificación de la mujer. Bueno, al igual que la cumbia, donde los grupos que más han pegado son los que tienen letras de desamor, drama total o sino de sentimientos negativos hacia la persona que te ha dejado, rencor, traición, venganza; que está bien que uno las sienta, pero no que sea una cuestión prácticamente monotemática o una condición componer de esa forma…
Estábamos hablando de tu paso por la música. Empezaste a escuchar tu propia música y muy pronto armaste tu propia banda.
Cuando hice Valium tenía 19 años y quería romper con todo y hacer algo que no hubiera.
En ese momento la presencia femenina en el rock era mínima.
Claro. Pero mi idea era hacer un grupo de chicas y que fuera transgresora, agresiva.
¿Crees que lo lograste?
Sí, lo logré, pero también me saturé y aburrí de eso. Se cumplió con un vacío que había que cumplir y ahora me parece encantador que haya tantas mujeres haciendo no solo rock sino música en general. Algo que nos catapultó a comienzos de los 2000 era el tema de género. Nos entrevistaban por ser un grupo de chicas. Eso me empezó a aburrir conforme me daba cuenta que evolucionábamos musicalmente y nos seguían preguntando qué se siente ser chica y tener un grupo. Entonces decía: ¿toda mi vida me van a preguntar por asuntos de género?
Pero quizá esas preguntas se dan porque existe aún una problemática alrededor del tema.
Sí y ahora es menos. Y hay mujeres de mayor nivel haciendo música. Entonces, ahora sí me parece un poco ridículo incurrir en el tema de género para justificar una propuesta musical.
¿Hoy no harías una banda de mujeres?
No. He recibido propuestas para resucitar a Valium y hacer nuevos grupos de chicas. No tengo nada en contra del feminismo en el sentido de que hay muchas cosas por vencer y sí, me he considerado víctima del machismo en muchos casos. Y claro, hay una problemática social en torno a ser mujer y lograr tus metas personales. Por ejemplo, yo soy mamá, pero nunca he pensado que tener un hijo sea la mayor forma de realización de mi vida. Es una de las tantas. Claro, es importante mi hijo, pero también mi desarrollo como artista, mi independencia como persona, mujer. Si una mujer no desea tener hijos es algo que comprendo.
O que una mujer decida ser o no ama de casa.
También. Yo personalmente no puedo con eso y lo he hecho. Probablemente ha sido una de las cosas más detestables que me ha tocado. Y quienes lo eligen y lo disfrutan, está muy bien. Hay que ser consecuentes. No soy una gran cocinera, me gustaría hacerlo de vez en cuando por antojo, pero me desespera tener que hacerlo por obligación. Prefiero lavar los platos. Pero es como decirte que prefiero la cumbia de Chacalón que la de Corazón Serrano. Son gustos.
¿Por qué Chacalón sobre Corazón Serrano?
Porque me parece que Chacalón rockeaba más (risas). Me gustan más las propuestas achoradas, agresivas y que no buscan agradar sino que haya empatía espontánea, la gente que es como es y eso lo convierte en un producto natural. Cuando veo un producto demasiado endulzado y pre fabricado ya me deja de gustar, porque se me hace insulso.
En tu primer disco como solista cantas. En el último disco ('Anómala') tu voz prácticamente es reemplazada por el theremin. ¿Por qué?
Es un disco que compuse para el theremin.
Después de Valium tu bandera ha sido ese instrumento.
Me hizo ser diferente. No hay muchos intérpretes de theremin. Me enamoré de él por casualidad. Siempre he sido cantautora y mi mayor reto es componer una canción. Pero mi afinidad con el instrumento tiene que ver con que siempre me han gustado los instrumentos en general. Todos. El theremin tiene que ver con oído y psicomotricidad fina. Antes de tocar, me la he pasado dibujando. Entonces, la técnica del theremin ha sido muy orgánica.
¿Tocar el theremin es como dibujar?
Es parecido. En realidad, la técnica del theremin se parece mucho a la del violín.
¿Y cómo nace este disco entonces?
Me invitaron a tocar en Chile, en el Festival Electromagnética, que es un encuentro internacional, quizá el único festival internacional de theremin que se mantiene activo hasta ahora en el mundo. Pero no tenía repertorio y yo no toco covers. Entonces, en seis meses compuse una hora de repertorio para viajar. Partí de cero y así maqueté el disco. De esa hora saqué lo que más me gustaba e hice 'Anómala'.
Hoy existen más músicos, propuestas, bandas que cuando empezaste con Valium. ¿Dirías que esa cantidad es directamente proporcional con la valoración que se tiene del músico?
Quizás sí… (duda).
Por ejemplo, ¿hoy ya se entiende que el artista debe cobrar por una presentación?
Sí, muchísimo más. Cuando empecé era una labor imposible. Recuerdo conciertos en que nos pagaban 20 soles a toda la banda.
¿Cuánto fue lo más que cobraron en esa época?
Habrán sido 250 soles y para tocar en provincia.
¿Qué opinas que un rockero reconocido como Pelo Madueño haya llegado a Palacio de Gobierno?
Si te has puesto deliberadamente a criticar a un sistema y reivindicarte contestatario, luego porque evolucionaste y ahora vives de la música te pones un poco más conformista o políticamente correcto, no lo sé… Yo preferiría tener un lado un poco más crítico y no tan complaciente.
Pero Pelo puede haber cambiado y no por eso se le va a llamar vendido o inconsecuente, ¿no? No es el mismo de los ochenta.
Es verdad, todos tenemos derecho a cambiar. Pero de hecho también hay temas de fondo que sería bueno observar. La música a veces es más chévere cuando hace hincapié sobre algunos temas. O no buscar ser tan complaciente. Ahí se distinguen las personas. Hay quienes se sienten bien en una zona de confort. Es bueno evolucionar pero no olvidar cuando la vaca fue ternera.
Si trabajas como músico, la oferta económica de la Presidencia quizá era algo que un músico en el Perú no se debe dar el lujo de rechazar. ¿O sí?Yo la hubiera aceptado, pero también hay un tema: cómo configuro mis cambios tanto físicos como artísticos. Uno tiene que tener cuidado con las cosas que dice. No contradecirse.
¿Al rock peruano le faltan figuras de respeto?
Hay que cultivarlas más…
Porque uno ve ciertos referentes: en Argentina está Charly García o en Chile Jorge González.
Estás poniendo ejemplos de personas justamente contestatarias. Personas que tienen una personalidad bestia. Acá la gente que se hace famosa es muy complaciente. Por ejemplo Pedro Suárez-Vértiz, admiro su chamba, me gustan muchas de sus canciones e incluso he tenido la oportunidad de conocerlo y grabar con él, y lo considero un pata muy bacán, pero cuando leo su columna en un medio local digo: qué complaciente te me has vuelto, ¿por qué? Parece que a este chico nada le parece una mierda. Y eso no es posible. Hay muchas cosas que son una mierda y hay que criticarlas.
El clásico nunca quedas mal con nadie.
Eso pues. Hay una cosa que se llaman valores y tienes que tenerlos claros. No se puede quedar bien con todo el mundo, así como hay gente que quiere criticarlo todo. Los verdaderos artistas tienen que saber ser contestatarios, tener una propuesta sólida y ser buenos intérpretes.
Datos
- Veronik se presenta el 23 de agosto en el Strummer Jam Lima, a beneficio de Warmi Rock Camp Perú. Es una noche tributo a The Clash. Ella interpretará 'Rock The Casban' y 'Tommy Gun'. Será en La Noche de Barranco, a las 10 p.m.
- Preventa en Fuzz Pass: 2x20 soles y 1x15 soles. Puerta: 20 soles. También se presentarán Kusama, The Bitches, Catarsis, Cherrylips, La Reina de los Condenados, Las Tetris y Janice.
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Para conocer la crisis que se vive en #Venezuela https://t.co/NuITeMKo3Y pic.twitter.com/4Yx8k1Toqc— Diario Perú21 (@peru21noticias) 6 de agosto de 2017
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