La ciudad de Trujillo se quedó sin fútbol profesional luego de los descensos del Carlos Mannucci y de la César Vallejo; sobre este último, César Acuña, su dueño, responsabilizó a su hijo y a Paolo Guerrero.
“Tengo pena, porque es un gran equipo y porque realmente hicimos el esfuerzo de armar un gran equipo y se ha bajado. Así es el fútbol, se gana y se pierde", comenzó a analizar el mandamás de los poetas.
Acto seguido, el también gobernador regional de La Libertad afirmó que "me da pena que los trujillanos no tengan fútbol profesional, por lo menos se hubiera quedado uno. Ahora habrá que reflexionar sobre eso”.
El propietario del club naranja hizo a un lado su agenda política y habló con la prensa sobre la baja de la UCV a la segunda división peruana; para él, los máximos culpables fueron los dirigentes y los jugadores.
“Esto es producto de las malas decisiones. Primero, para mí, fue muy prematuro sacar a Roberto Mosquera. Él era un entrenador con mucha experiencia, autoridad y edad", lamentó disparando contra su propio hijo.
Como se sabe, Richard Acuña es el presidente de la César Vallejo y la máxima autoridad del club, en representación de su padre; por ende, el responsable de contratar o despedir al entrenador y a los futbolistas.
Por último, el dueño de la UCV, César Acuña, resumió en que el descenso a la Liga 2 - 2025 se debió a “los factores Paolo Guerrero, 'Chicho', Roberto Mosquera, dirigencia y jugador. Aquí todos somos responsables”.
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