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Edwin Oviedo atrapado en su propia red
Cada vez está más lejos de la imagen del “caballero de los imposibles” y más cerca de 'Los Wachiturros' de Tumán.
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La verdad es que el obvio Oviedo pretende continuar con el cuento de que es un emprendedor provinciano, humilde, exitoso, que ha salido adelante, pero a estas alturas se va pareciendo más a un 'Wachiturro' de Tumán, que al caballero de los imposibles que algunos han pretendido vender. A estas alturas, las excusas de Oviedo son ridículas y subestiman la inteligencia de los peruanos.
Quisiera detenerme en dos cuestiones: él ha dicho que es amigo de Antonio Camayo desde hace 30 años, pero que había dejado la amistad en stand by, y que recién hace poquito la ha retomado. La verdad es que sobran evidencias de la relación sostenidamente cercana entre Camayo y Oviedo. Las procesiones del Señor de Muruhuay, los cumpleaños, las cuchipandas, las fotografías en las instalaciones de la FPF. Hemos visto que Antonio Camayo tenía una credencial de la FPF, que podía entrar hasta los camerinos a hacerse fotos con los jugadores y la pregunta es: ¿qué pito tocaba él ahí?
¿Qué diablos hacía metido Camayo todo el tiempo ahí en la Videna? Y el señor Oviedo nos dice que debe ser un problema de seguridad, ¿no? Que él no ha dado autorización, porque seguramente los wachimanes de la Videna lo conocen, entonces lo dejan pasar por equivocación. Excusa estúpida. Porque eso solo subraya que el señor Camayo iba tanto a la Videna que todo el mundo lo conocía. Que ya era parte de la familia. Entonces, uno no puede decir que es una simple amistad de juventud que hemos retomado, que nos conocimos cuando éramos emprendedores, cuando “kileábamos” papas en La Parada, otra vez esta historia romántica con la que ya nos han estafado Toledo y otros más.
¿Qué diablos hacía metido Camayo todo el tiempo ahí en la Videna? Y el señor Oviedo nos dice que debe ser un problema de seguridad, ¿no? Que él no ha dado autorización, porque seguramente los wachimanes de la Videna lo conocen, entonces lo dejan pasar por equivocación. Excusa estúpida. Porque eso solo subraya que el señor Camayo iba tanto a la Videna que todo el mundo lo conocía. Que ya era parte de la familia. Entonces, uno no puede decir que es una simple amistad de juventud que hemos retomado, que nos conocimos cuando éramos emprendedores, cuando “kileábamos” papas en La Parada, otra vez esta historia romántica con la que ya nos han estafado Toledo y otros más.
En este momento, el señor Antonio Camayo es un detenido y un procesado, alguien que ahora tiene que responder a la justicia por haber sido acusado de ser un operador judicial, alguien que negocia los favores judiciales a cambio de algo, y esto es ilegal. Entonces, no es simplemente un amigo.
Hemos escuchado en los dominicales que Oviedo y Camayo conversan por teléfono en una misma llamada con Hinostroza. Da la casualidad de que se llaman y justo estaban juntos Oviedo y Camayo. ¿De qué necesitaba hablar con tanta urgencia un presidente de la FPF con un juez dudoso como Hinostroza, un juez supremo? Porque, claro, esto era parte de una red, un lobby judicial que ha quedado al descubierto y que ahora pone al presidente de la FPF como uno de los más entusiastas promotores de esta red.
Este no es, pues, un amigo cualquiera. Es un operador judicial y hay un obvio interés. No puede decirnos Oviedo ahora que él no tiene ningún proceso judicial pendiente. Nuevamente subestima nuestra capacidad de informarnos. Todos recordamos cuando él se fue corriendo a Europa para “defender” a Paolo Guerrero, para apelar ante los tribunales suizos para que el ‘Depredador’ pueda jugar. Lo que estaba haciendo en realidad era evadir la justicia, porque tenía una orden de captura que pendía sobre su cabeza como una espada de Damocles. Entonces, que no nos tome por estúpidos una vez más.
Él está, en este momento, con un problema judicial severo, y no estamos hablando de un juicio de divorcio, que no les está pasando alimentos a sus hijos, estamos hablando de un asesinato. El señor Oviedo está procesado por el asesinato de dirigentes de Tumán y eso es un grave problema judicial del que no puede zafarse así nomás. Esa es la razón por la cual él apelaba a ‘Toñito’ y a Hinostroza, porque necesitaba de estas redes para limpiar sus problemitas. Le ha caído del cielo el cargo de presidente de la Federación para navegar con bandera de ciudadano ilustre, del caballero de los imposibles que llevó a la selección a un mundial después de tanto tiempo, y que tanto trabajo le ha costado, y que él se ha bancado a la selección y él ha apoyado a Gareca y, por eso, Gareca ha tenido éxito, y eso no es cierto. Esto es una patraña en la que solo ha buscado blanquear su imagen opaca y turbia, tratando de colgarse de algo que nos ha enorgullecido a todos los peruanos. Pero al Mundial no se ha clasificado por estas amistades peligrosas. Los méritos han sido de otros, han sido de todo un gran equipo y él no se puede venir a aprovechar tan vulgarmente de este triunfo que es de todos para tratar de que nos olvidemos de su verdadera cara.
En el caso de Camayo y Oviedo, se apela a esta leyenda del emprendedor provinciano, ofendiendo a los verdaderos emprendedores que madrugan, trabajan de sol a sol, que sacan a su familia adelante, metiéndolos en el saco de esta mafia, porque esto no constituye un acto de “emprender”. Los personajes que hemos oído en los audios de todo este operativo no son emprendedores, son mafiosos, son jueces, abogados y fiscales, y la verdad es que, sumado a los cuestionamientos legales del señor Oviedo, estamos asistiendo al manoseo de una imagen equivocada del provincianismo triunfante. Él debe dar un paso al costado, pero no lo hará porque quedaría expuesto, desprotegido, perdería el chaleco antibalas que le representa la FPF y necesita de esta envoltura que lo dignifica y le cambia la horrible imagen que tenía.
Me sorprende que personas de trayectoria impecable como Juan Carlos Oblitas o Gianfranco Castagnola no hayan renunciado. Creo que ya no es momento de guardar silencio. Me sorprende que periodistas de trayectoria honesta, como Romina Antoniazzi, tengan que bancarse a este sujeto, que ya para todo el mundo apesta, que está metido en este escándalo de corrupción hasta las orejas. Ya no se puede mirar a un costado, fingir que no pasa nada, porque ya el escándalo es demasiado grande y si el señor Oviedo intenta aferrarse al cargo para tratar de salvarse, solo meterá al fútbol peruano en una letrina de corrupción de la que ya había salido, y no por mérito de él, sino por el trabajo en conjunto de un gran equipo de gente.
En este momento lo que tenemos que exigirle al señor Oviedo son tres cosas: primero, que publique la licitación de la obra que le concedió a Camayo en la nueva Videna, la villa que queda en Chaclacayo. Queremos saber cuánto costó este terreno, saber a quién se lo compró. Si ya se pagó, cómo se pagó y cómo es que, de todas las empresas que hay en el Perú, la suertuda fue Iza Constructores, la empresa del señor Camayo. Que transparente la operación y que nos diga en una conferencia de prensa cuánto ha costado esta licitación, cómo es que Camayo ha ganado esta licitación y cuánto se viene invirtiendo hasta ahora, porque la obra ya empezó y no lo sabíamos.
El otro tema son las listas de entradas, porque está claro que este estilo de festinar entradas a cambio de prebendas y privilegios es algo que ha quedado evidenciado. No es idea nuestra, no nos inventamos que invitaba a hacer tours al Sheraton de Moscú a los jueces, a personajes que a él le interesaba agradar. Está documentado. ¿Y por qué les interesaba tanto a Oviedo, a personajes como Walter Ríos, César Hinostroza, departir con los futbolistas, con los seleccionados, tomarse fotos en la concentración?, ¿por qué era tan importante? Porque era su lobby, era su manera de acceder a ellos. De atenderlos, de agasajarlos y luego aprovechar para ir resolviendo sus problemitas judiciales.
Finalmente, el tema de la renuncia. Creo que es imposible, porque creo que para renunciar hace falta un mínimo de dignidad, de altura moral, que yo creo que a estas alturas, el señor Oviedo no tiene. Lamento mucho decirlo, pero cada vez está más lejos de la imagen que nos había vendido de gran caballero y cada vez está más cerca de Los Wachiturros de Tumán.
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