En Caliente: Mercado de rumores

Es clásico que cada cierre de temporada empiecen los rumores de pases en el fútbol. Y no está mal compartirlos, porque cuando se tiene una información fiable es natural querer hacerlo de público interés. Pero, cuando se crea toda una novela de ese hecho aún no comprobado, caemos en el juego de la desinformación.

Parece que el periodismo deportivo tiene carta libre para especular, para publicar sin verificar, para comentar sin fundamento, para incluso diseñar portadas basados en fantasías. Todos sabemos quiénes son.

En esta nueva temporada 2020, que inició a finales del año pasado con los rumores de fichajes, retumbaron algunas ya famosas movidas que, hasta ahora, no se concretaron (y parece que seguirá así). La más conocida debe ser la de Paolo Guerrero a Boca Juniors, cortesía de nuestros hermanos argentinos y que aquí en Perú no demoramos en sacarle el jugo.

También, y pasando al ámbito local, se montó una espectacular obra teatral con la continuidad, salida y reemplazo del entrenador de Universitario de Deportes. Estaban los que tenían asegurado al cien por ciento a Comizzo para la Copa Libertadores y Liga 1. Cuando se marchó definitivamente, surgieron decenas de nombres, cada uno más improbable que el otro, hasta que al fin llegó la persona que nadie pudo atinar: Gregorio Pérez (Santos para los Leguía).

En Alianza Lima estaban, desde luego, los pseudo periodistas que ya daban por hecho que Kevin Quevedo estaba jugando en una liga importante de Europa para este 2020. Lo cierto es que, con mucha tristeza, se quedó fuera de la selección Sub 23 por indisciplina. Otros traían, nuevamente, a Carlos Zambrano y Jefferson Farfán a La Victoria, pero, como siempre, parece que eso no va a ocurrir.

No solo se libra una batalla de desinformación en redes y en los medios, sino una entre las mismas personas que sueltan aquellos datos. Se desprestigian entre ellos, se contradicen, se burlan, y lo único que dejan en evidencia es la podredumbre de su nivel y preparación ética profesional. Y todos sabemos quiénes son si tenemos Twitter, por ejemplo.

El periodismo es uno solo, para todas las ramas. El periodismo se trata de verificar, constatar, llamar, preguntar, insistir, corroborar, contrastar. El problema del periodismo es que ahora todos, sin haber tenido un poco de instrucción, creen estar ejerciéndolo. No le echemos la culpa a la volatilidad de las redes, ya sabemos que esto también se trata de un competencia por ser el primero. Pero, ojo, que esas ganas por ser siempre el que viene con la primicia no nos convierta en los más irresponsables. Las redes, justamente, nos lo recordarán por siempre.