A raíz de que Perú es anfitrión del Mundial Sub 17 este 2024, se volvió a poner en foco el rendimiento de nuestras voleibolistas en este deporte, así como su historia en nuestro país.
En el año 1911, el vóley llega al Perú de la mano de dos profesores estadounidenses, en una época donde predominaba el fútbol y el boxeo.
En 1942 se funda, finalmente, la Federación Peruana de Vóley (FPV), pues había talento para sobresalir en esta disciplina. Perú, en aquellos años, mantenía lugares en el podio en los campeonatos sudamericanos, por detrás de Brasil y Uruguay.
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En 1964 llegaría el primer triunfo para Perú, la selección obtuvo su primer título en el continente, el cual se llevó a cabo en Buenos Aires, donde Brasil no participó.
La era de Akira Kato (1965) es, probablemente, la más importante para el deporte en cuestión. El entrenador japonés llegó a entrenar a nuestras deportistas tras una invitación de la FPV.
Akira, quien es considerado el padre del vóley peruano, llegó con una fusión de técnicas trabajadas en el continente europeo y asiático, pues dicho deporte ya se practicaba de manera más avanzada en esos lugares. De esta forma, la selección peruana de vóley emplearía el juego rápido con el juego de potencia y firmeza.
Su trabajo dio sus frutos unos años después, cuando Perú ganó en el campeonato sudamericano de 1967, nada menos que contra Brasil, el clásico rival. A partir de este momento, el vóley femenino en nuestro país solo cosecharía éxitos, ya que la selección peruana de vóley disputó quince torneos sudamericanos, de los cuales ganó doce si contamos el de Buenos Aires mencionado con anterioridad.
De hecho, las peruanas lograron cinco títulos de manera consecutiva, logrando llegar al máximo esplendor con cada competición.
A partir de este momento, el vóley femenino en nuestro país llamaría la atención en el mundo del vóley, cuyo trabajo fue continuado por el entrenado Man Bok Park, con jugadoras que lograban el mejor promedio de bloqueo con una talla muy por debajo de la media mundial.
Esto se vio reflejado en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, donde se presentó el potencial peruano al mundo entero, pero no fue suficiente para ganar la medalla de oro tras ser superados por la Unión Soviética.
A pesar del resultado, nuestras deportistas como Cecilia Tait, Rosa García, Gabriela Pérez del Solar, Denisse Fajardo, Natalia Málaga, entre otras, fueron recibidas con orgullo, ya que habían superado a Brasil (eterno rival, 3-0), China (bicampeón mundial y campeón olímpico, 3-2), Estados Unidos (3-2) y Japón (3-2). Perú, con estos resultados, fue el primer país sudamericano en llegar a una final de Juegos Olímpicos.
Finalmente, otros logros icónicos conseguidos por la selección peruana en dicho periodo de tiempo fueron la plata y el bronce en los campeonatos mundiales de 1982 y 1986, respectivamente, y las medallas de plata y bronce en los Juegos Panamericanos de 1979, 1987, 1983 y 1991.
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