PUBLICIDAD
Alza del sueldo mínimo: el debate que llega en el peor momento
Imagen
Fecha Actualización
Las últimas semanas no solo se caracterizaron por la crisis política que culminó con la caída de los gabinetes de Mirtha Vásquez y Héctor Valer, sino también por el retorno del debate sobre el aumento de la remuneración mínima vital.
Sin embargo, aunque se preveía que el tema fuera abordado el último viernes de enero en el Consejo Nacional del Trabajo (CNT), su discusión no se realizó pero sí se dio a conocer una propuesta de un sueldo mínimo diferenciado. ¿Es momento de establecer remuneraciones mínimas diferenciadas o definir el incremento de esta?
El mismo viernes 28 de enero, la titular del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), Betssy Chavez, explicaba que el alza de la RMV no había llegado a ser discutida por temas de agenda en el CNT, que es integrado por los representantes de los gremios empresariales y sindicatos. Sin embargo, afirmó que en el MTPE han diseñado una propuesta para establecer remuneraciones mínimas diferenciadas y que la iniciativa iba a ser presentada aquel mismo día. Ello no fue posible pues los sindicatos propusieron una agenda de trabajo propia, la misma que fue aceptada por los representes gremiales.
Si bien la ministra de Trabajo adelantó que la tarea de su sector será socializar su propuesta con los gremios empresariales y sindicatos de trabajadores, no dio mayores alcances sobre el esquema de las RMV diferenciadas.
AUMENTO BAJO LUPA
El abogado laboralista y socio de Damma Legal Advisors, Germán Lora, considera que será importante conocer si el aumento de la RMV será diferenciado por empresa o por región y si ello significa un aumento parcial para Lima o para otras ciudades. Y en cuanto al virtual aumento del sueldo mínimo, destacó que es evidente la intención del Gobierno de establecer una remuneración base que sea igual o mayor a S/1,000.
“El aumento de la RMV tiene que estar sustentada por temas técnicos. Lo que preocupa es que ya el Poder Ejecutivo generó un aumento mediante el subsidio de S/210, sobre la base de entender que eran por enero, febrero y marzo, y que a partir de marzo ningún peruano, como decía el presidente, podría ganar menos de mil soles. Entonces, independiente de si la situación económica permite o no el aumento de la RMV, parece que, si no ocurre nada raro, la posición del Gobierno va a ser aumentar (el sueldo mínimo) por lo menos a mil soles”, advirtió.
El debate respecto a si es el momento o no para aumentar el sueldo mínimo siempre ha estado presente dentro y fuera del CNT, y a ojos de Lora no ha primado la evaluación técnica. “Siempre ha sido (una decisión) política, sea porque el Gobierno comenzaba, porque el Gobierno estaba en crisis, siempre ha sido política y hoy tenemos un Gobierno en una extremada crisis. ¿Y qué mejor que aumentar la RMV?”, comentó.
“Las fórmulas tienen que ver con inflación, con productividad. El único problema es que si la fórmula, establece, por ejemplo, que debe subirse a S/1,100, ¿es el momento de hacerlo?”, comenta Lora, haciendo alusión al impacto que ha tenido la pandemia en cientos de miles de micro, pequeñas y medianas empresas, e incluso las más grandes, ocasionando una severa caída de la calidad del empleo y un claro crecimiento de la informalidad.
Mayor claridad
A diferencia de Lora, para el exviceministro de Mype e Industria y exdirector de Promoción del Empleo, Javier Dávila, si bien las decisiones de aumentar la RMV son políticas, pues las toma el presidente de la República, “el número (monto a incrementar) que sale es uno que respeta la fórmula con las dificultades que tiene”. Y con dificultades se refiere a cómo se evalúan y miden los factores que entran en ella: la productividad y la inflación.
“El primero es la inflación subyacente proyectada del año en que se hará el alza (y que excluye todos los productos que tienen alta variabilidad). Esta es estimada por el Banco Central de Reserva (BCR), y luego se trabaja la productividad”, explica Dávila, y remarca que cuando se trata de productividad, el capital y trabajo son los dos elementos para medir. Sin embargo, el principal problema, agrega, es la calidad de la información disponible.
“Hay diversos estudios que determinan diferentes valores que al final obligan a tener cálculos que numéricamente hacen que te salga distinta la productividad (…). El INEI tiene una información, el BCR calcula otra cosa, y hay estudios de buenos economistas que tienen diferentes valores para estas variables”, comenta Dávila.
Es debido a ello, principalmente, que en varias ocasiones es posible obtener diferentes resultados según la forma cómo se mida la productividad y la información que se use para ello. “Eso es algo que no se ha podido arreglar lamentablemente porque la discusión (en el CNT) termina siendo finalmente ‘yo busco el valor que más me convenga’”, precisa Dávila, haciendo alusión tanto a los representantes sindicales como gremiales.
En ese contexto, una salida que facilitaría al menos la revisión de la RMV y evitaría estancamientos sería el establecimiento de una metodología clara. Así lo destaca el exviceministro. “Peor es lo que ocurre ahora, que se inicia una discusión y al final no se saben los valores que se pueden tomar”, aseveró.
Tenga en cuenta
-El 78.2% de la población económicamente activa ha sido afectada por la informalidad laboral en los últimos 12 meses hasta setiembre de 2021, según el INEI. Esto significa que ocho de cada 10 peruanos trabaja en estas duras condiciones. El aumento de la RMV podría aumentar la informalidad, según los expertos.
-Trabajar en la informalidad para estas personas implica carecer parcial o totalmente de beneficios como el acceso a Essalud, a una EPS o poder efectuar aportes al sistema de pensiones a través de su empleador.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD