El financiamiento corporativo y empresarial se ralentizó con el desempeño de la inversión privada y la economía. Luis Alfonso Carrera, gerente central de Empresas y Corporaciones del BCP, prevé un mejor dinamismo para el segundo semestre. En la siguiente entrevista explica sus razones.
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Los indicadores adelantados para la inversión privada del primer semestre no venían tan bien. ¿Cuál es la situación de la inversión privada?
Presenta indicadores mixtos. Por un lado, sectores como la pesca y la agroexportación están bastante bien en comparación con el año pasado, con algunas inversiones importantes. También, el sector minero cuenta con algunas inversiones dado el alto precio de los minerales. Sin embargo, empresas más orientadas al consumo masivo aún enfrentan una demanda débil. El indicador más importante sobre cómo vendrá la inversión privada en los siguientes meses es la confianza empresarial, y después de mucho tiempo está en terreno positivo, lo cual augura una época mejor para las inversiones.
¿En cuánto tiempo esta mejora de la confianza empresarial podría reflejarse en la demanda de financiamiento?
Hay un rezago natural. Para que se refleje, se tiene que empezar a crear un círculo virtuoso. Aunque ya empieza a haber mayor confianza para invertir, las empresas suelen esperar hasta que perciban un aumento en la demanda de sus productos. Los sectores menos dependientes a la demanda interna como, por ejemplo, los vinculados a la exportación son los primeros en reaccionar realizando inversiones que generan empleo. Ese empleo, a su vez, incrementa la demanda interna, lo que impulsa la inversión en sectores más orientados al consumo local.
¿Cuáles son los sectores que aún se encuentran en proceso de recuperación?
Los sectores más dinámicos y donde estamos viendo más oportunidades son el agroindustrial y el minero. En contraste, sectores como el inmobiliario de oficinas y el hotelero siguen enfrentando dificultades. Recordemos que aún no hemos alcanzado los niveles de llegada de turistas previos a la pandemia. Además, el mercado de oficinas es bastante cíclico y recién empieza a retomar el crecimiento tras un periodo de contracción.
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Mencionó al sector hotelero. ¿Cómo están los otros negocios relacionados con el turismo?
Felizmente recuperándose. El año pasado enfrentamos disturbios como el ciclón Yaku junto a otros problemas en la primera mitad del año, que impactaron las reservas turísticas. Afortunadamente, este año no los hemos tenido, por lo que el turismo ha empezado a recuperarse. En ciudades como Cusco, Puno y Arequipa se observa mucha más actividad en turismo y eso es una locomotora que jala consumo de restaurantes, hoteles, transportes, agencias de viajes, discotecas, etcétera. Pero esta recuperación recién la hemos visto a partir del segundo trimestre de este año.
¿Este dinamismo desigual de los sectores cómo se ha reflejado en la demanda de financiamiento empresarial?
La demanda por financiamiento corporativo y empresarial en 2023 cayó respecto a 2022 por efecto de Reactiva. Hubo un crecimiento inusitado de colocaciones de créditos empresariales por Reactiva, las cuales se han ido amortizando con el tiempo. La mayor parte de esas colocaciones no se habían reemplazado, lo que resultó en una disminución del financiamiento a empresas y corporaciones entre 2022 y 2023. Sin embargo, diría que recién entre junio y julio de 2024 hemos llegado al mismo nivel que se tuvo en 2022. Esto en parte por la buena campaña de pesca, las expectativas del sector agroindustrial y por los altos precios de los minerales. Estos son los tres componentes más grandes que explican el crecimiento, todavía modesto, en el volumen de colocaciones.
¿Cuál ha sido el destino de los fondos?
La demanda se ha centrado principalmente en capital de trabajo. Aún el financiamiento de grandes proyectos, como incrementos de capacidad de planta, renovación de líneas de producción, adquisición de empresas, está un poco más lento. Recién esperamos verlo que se reactive en la segunda mitad de este año. Lo primero que reacciona es el financiamiento de inventarios, de ventas, es decir, de corto plazo.
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¿Qué tan favorable podría ser el segundo semestre?
El segundo semestre debería ser bueno. La economía debería cerrar el año creciendo entre 3% y 3.2%. A ese nivel de crecimiento, el financiamiento para empresas y corporaciones debería de crecer alrededor de 5%.
Se anticipa que tanto la Reserva Federal de EE.UU. como el BCR reduzcan sus tasas de interés. ¿Es esto una buena noticia para las empresas peruanas?
Definitivamente. Es una buena noticia para las empresas peruanas que la tasa base sobre la cual se determina el costo de financiamiento en dólares empiece a reducirse. Sin embargo, hay otros componentes como, por ejemplo, el riesgo país, que también incide en el costo de financiamiento de las grandes empresas y corporaciones, con lo cual de nada nos sirve que Estados Unidos baje su tasa de interés en 25, 50 o 100 puntos básicos si el riesgo país de Perú aumenta en la misma proporción. Entonces, mucho va a depender de la capacidad del Perú de defender la clasificación de riesgo que tiene.