En esta segunda entrega de la entrevista a Gianfranco Castagnola, presidente ejecutivo de Apoyo Consultoría, el economista hace un análisis de los riesgos que preocupan a los empresarios.
MIRA: "Traición a la patria es gastar US$3,500 millones en algo que el Perú no necesita”
Los ingresos promedio han subido a un ritmo del 5%, pero la morosidad de los créditos de consumo se mantiene alta, ¿el crecimiento de la economía de verdad es generalizado?
Durante la pandemia, la gente se endeudó y perdió ingresos. Luego vino la pandemia política de Pedro Castillo donde no se generó empleo y la inversión privada frenó en seco. Siempre he dicho antes que Pedro Castillo robó mucho, pero lo que más nos robó fue el sentido de futuro de país. Entonces, toda la gente que pospandemia regresa al mercado no encuentra empleo en el sector formal, se va al sector informal donde aumenta la oferta de trabajo, mientras la demanda es menor y las remuneraciones disminuyen. Entonces, la gente está saliendo todavía de este sobreendeudamiento y las instituciones financieras están digiriendo poco a poco esa cartera mala.
¿Cuánto tiempo debe pasar para que cambie esta situación?
Para que esto cambie, el Perú necesita crecer a tasas de entre 6% y 8%. El 3% que pinta bien a nivel regional porque el barrio está igual de complicado, no es suficiente. El Perú necesita otro nivel de crecimiento para que toda la población poco a poco empiece a recuperarse. Y para que volvamos a crecer 6% o 7% tenemos que recuperar la política. No soy especialista en esa materia como para dar las recetas, pero lo único que sé es que no podemos tener 40 candidatos y seguir jugando con fuego.
Un entrevistado del extranjero me preguntaba si por un tema de seguridad se iba a suspender APEC, ¿cree que las buenas noticias como ser parte del club APEC pueden opacarse por la situación del país?
El hecho de congregar a tantos líderes políticos, presidentes, primeros ministros y líderes empresariales de primer nivel mundial de por sí es una buena noticia. Para el tema de seguridad-tránsito han decretado tres días feriados, que muestran la incapacidad para manejar estos. Entonces, como va a haber feriados, los visitantes van a poder movilizarse con tranquilidad, nosotros vamos a perder días de trabajo y el evento va a funcionar bien. Por otro lado, la inseguridad que se vive en Lima moderna, donde se desarrollará el evento, es relativamente menor a la que se vive en Lima Norte o en el norte del Perú, que afecta tremendamente a las familias y los pequeños negocios. Lo que me preocupa más es Chancay.
¿Por qué le preocupa Chancay?
Chancay es un ejemplo más de la disfuncionalidad del Estado peruano. Desde hace cinco o seis años, sabemos que el puerto de Chancay en 2024 se va a inaugurar, que para ello se requiere un montón de servicios, que Chancay se puede convertir en un polo de desarrollo. ¿Qué hemos hecho como país para poder organizar y tener a Chancay bien puesto para este desafío? Nada, no hemos hecho nada. Una situación similar ocurre con el aeropuerto de Lima. El operador y sus inversionistas adyacentes han invertido en total US$2,400 millones, de los cuales, US$2,000 millones provienen del operador y unos US$400 millones de terceros en todas las obras, como playa de estacionamiento y almacenes. El Estado solo tenía dos obligaciones ahí, que funcione la nueva torre, porque es un tema de Corpac, y hacer el bendito puente de Santa Rosa, que no lo ha hecho.
Las expectativas empresariales están en la orilla que separa el optimismo del pesimismo, ¿qué dicen los SAE sobre el estado de ánimo de los empresarios?
A nivel empresarial hay tres preocupaciones por el entorno de negocios que provienen de la esfera política. La primera es la gobernabilidad del país de aquí a 2026. La gran mayoría de empresarios desaprueba la gestión de Dina Boluarte, pero a la vez considera que Dina Boluarte es mejor que Pedro Castillo. Hay cierta tranquilidad de que a pesar de que este gobierno es extremadamente mediocre, no hace grandes barbaridades. Sin embargo, hay de todas maneras la preocupación de qué va a pasar en 2025 y 2026 y todo lo que está ocurriendo como, por ejemplo, el paro de transportistas, en qué medida va a repercutir en cambio de ministros y funcionarios públicos de los buenos. Creo que en el fondo todos simpatizamos con ese paro porque es absolutamente legítimo. Lo que no ha podido la izquierda, que es movilizar a la población y parar Lima, lo ha conseguido un gremio de transportistas, bodegueros, representantes de mercados, y eso es positivo como país.
¿Cuáles son los otros ámbitos de preocupación?
En segundo lugar, lo que proviene del Congreso. Este Congreso es muy pobre y hay dos tipos de riesgos que preocupan como el riesgo regulatorio e institucional. Con eso conviven los empresarios. Luego viene el elefante de la sala que son las elecciones de 2026. Hay una gran incertidumbre porque vamos a enfrentar un proceso donde hay 20, 30 o 40 partidos con candidatos de todo tipo. Esto sí genera un nivel de incertidumbre importante. Creería que el empresariado hoy está resignado a no tener un presidente inspiracional, que vaya a liderar un gran cambio del país. Creería que estarían tranquilos con un presidente que haga un gobierno normal. Es decir, que nombre buenos ministros, como lo que pasó entre 2001 a 2018, donde mal que bien, el país iba en distintos ámbitos avanzando. Creo que, si hubiera dos o tres candidatos que te hicieran ver que podemos tener gobiernos ‘normalitos’, habría una gran confianza empresarial. El riesgo está en los extremos, que venga alguien de derecha o izquierda que quiera ser disruptivo en el mal sentido.
Aprovecha la NUEVA EXPERIENCIA, recibe por correo o por whatsapp nuestro periódico digital enriquecido. Perú21 ePaper ¡Conoce nuestros planes!