Desde 2023, Repsol ha desarrollado una iniciativa que busca promover la transformación social y el desarrollo económico en algunas de las comunidades más vulnerables de la costa limeña. Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Aucallama y Chancay son las primeras comunidades beneficiadas con capacitación técnica, asesoría empresarial, financiamiento inicial y acompañamiento.
Para ahondar en el campo de acción de Impulsared, Perú21 desarrolló una Mesa Temática con Luis Vásquez, director de Relaciones Institucionales de Repsol y Daniela Osores, gerente general del Banco de Alimentos del Perú.
Las localidades que forman parte de Impulsared están conformadas, básicamente, por madres de familia, pues tiene un enfoque de género muy específico. “Lo que intentamos es dar las herramientas necesarias para que las comunidades puedan emprender. Estamos brindando capacitación, ayudando en la formalización, les estamos dando el capital semilla que necesitan para iniciar este emprendimiento y también nos hemos comprometido a dar seguimiento por los primeros dos años. Estamos contentos porque comenzamos el año pasado como un piloto. Ese piloto ya tiene siete empresas, siete emprendimientos funcionando y que ya están generando negocio”, explica Vásquez.
Este año Repsol se ha impuesto una meta más ambiciosa: formalizar 45 emprendimientos con una inversión de S/15 millones. Desde su lanzamiento, Impulsared ha logrado beneficiar a 1,300 personas. En 2024 se proyecta impactar a más de 10 mil personas.
El sueño del negocio propio
Todo empezó en 2022, producto del diálogo entre la empresa y las comunidades. Lo que más se escuchaba entre las familias de comerciantes y madres, que trabajaban en comedores populares y mercados, era solicitudes de ayuda para emprender. A partir de esta necesidad nació Impulsared, que implementó una estructura para dar inicio al negocio soñado. “Algunos son restaurantes otros son talleres de costura, como Kallpa Clothing. Son emprendimientos que van destinados a la localidad y la idea es generar microclimas económicos que generen riqueza y que esta se quede en esos distritos”.
Kallpa Clothing es un caso especial. Está conformado por mujeres que recibieron capacitaciones en el oficio de costura y recibieron capital semilla para comprar su maquinaria. Utilizan los uniformes que las estaciones de servicio e instalaciones industriales de Repsol ya no necesitan. Es decir, se les da una segunda vida a las telas, confeccionando bolsas, cartucheras y otros accesorios. Este trabajo, “mezcla la intención de crear un emprendimiento, pero también tiene todo un concepto de sostenibilidad detrás, de economía circular”, puntualiza el gerente de Repsol.
Impulsared incide en el tema de la calidad de los productos. “Para que un proyecto un emprendimiento sea exitoso tiene que haber calidad, buen trato al cliente, hay que saber escuchar. Todo eso es parte de las herramientas de gestión que brindamos”.
Otro caso interesante es la pollería Sabrozón Norteño, que surge en la ciudadela de Pachacútec, en Ventanilla, donde se brindaron talleres. Allí, el clima de confianza generado hizo que varios participantes se unieran para formar una empresa. “Son personas mayores que tenían un panorama desesperanzador –cuenta Vásquez— pero que de pronto con todo lo brindado por Impulsared han visto que hay esperanza para implementar sus sueños. Esto, mezclado con la capacitación nutricional, ha sido la fusión perfecta para crear un restaurante que ahora está teniendo éxito en la zona norte de Lima”.
Sinergia solidaria
Una de las fortalezas de Impulsared son sus aliados. Como el Banco de Alimentos. Repsol ya venía trabajando con ellos en los comedores, pero se amplió para crear y reforzar un círculo virtuoso en las localidades donde Impulsared trabaja. Daniela Osores, del Banco de Alimentos, cuenta que “desde hace 10 años venimos luchando contra el hambre y si bien trabajamos principalmente con empresas del sector de alimentos, estamos comprobando que no necesariamente tienen que ser de ese sector para sumarse. Repsol es uno de los ejemplos. Tenemos un proyecto muy lindo que se llama Fuertes como el Hierro. Empezó en 2023 y tiene el propósito de poder incluir dentro de la dieta de los comedores y las ollas, el pescado adquirido a los pescadores artesanales”.
Desde su lanzamiento, en 2023, Impulsared ha logrado beneficiar a 1,300 personas. En 2024 se proyecta impactar a más de 10 mil.
La idea generó un doble impacto. No solo da acceso a alimentos nutricionales a los más de 80 comedores y ollas de Ventanilla sino también conocimientos de como almacenar, preparar y combinar los alimentos para potenciar su efecto nutritivo. “Estamos promoviendo la nutrición en una comunidad donde los índices de inseguridad alimentaria son altísimos, donde hay muchos niños con anemia.
Gracias a la alianza que tenemos con Repsol, a través de Impulsared, se eligió a estas organizaciones con sus ideas de negocios que ya están aplicando las herramientas aprendidas. Osores hace hincapié en el indispensable trabajo en conjunto con el sector empresarial, las organizaciones de base y otras organizaciones, como el Banco de Alimentos, para llegar a los objetivos trazados.
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