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Minería formal: Apoyémosla de una vez por todas
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El sector minero peruano ha experimentado un crecimiento constante en el presente año, impulsado principalmente por el Proyecto Minero Quellaveco, el aumento de los precios internacionales de algunos metales industriales en los últimos 12 meses y la recuperación de la producción de empresas afectadas por conflictos sociales en años anteriores.
Por ejemplo, las inversiones mineras totalizaron US$424 millones solo en octubre, mostrando una disminución del 2.6% respecto a octubre de 2022 (US$435 millones), pero se proyecta una ejecución de inversión minera de US$4,700 millones al cierre de 2023. Una cifra muy auspiciosa que podría ser incluso más amplia.
La inversión en equipamiento minero en octubre fue de US$89.9 millones, con un aumento del 69.5% respecto al mismo mes del año anterior (US$53 millones), destacando su relevancia en la productividad y optimización de recursos, liderado por Antamina y Cerro Verde.
Además, en octubre de 2023, el empleo directo en el subsector minero peruano aumentó un 4.1%, y llegó a 237,008 trabajadores, la cifra más alta del año hasta ahora, superando los 227,679 empleados del mes anterior.
Las transferencias por canon minero en 2023 superaron los S/5,218 millones, el segundo monto más alto registrado desde su creación. Las transferencias por regalías mineras alcanzaron más de S/2,108 millones hasta noviembre. Los pagos por derecho de vigencia y penalidad entre enero y septiembre de 2023 sumaron más de S/278 millones. Áncash fue la más afortunada en el ámbito nacional, recibiendo más de S/1,784 millones (23.5% del total) en canon, seguida por Arequipa con S/1,123 millones (14.8%) e Ica con más de S/960 millones (12.6%), representando estas tres regiones el 50.9% del total transferido.
En octubre de 2023, el subsector minero peruano contribuyó al Estado con S/1,023.4 millones de impuestos, un aumento del 9% respecto al mismo mes del año anterior (S/938.7 millones). Y, aunque en el acumulado hasta el décimo mes del año se registró una contracción en las contribuciones tributarias mineras, si se mantiene la estabilidad social y el Estado apoya de una vez por todas y sin temores absurdos la minería formal, este indicador también se recuperará con el tiempo.
Para José Ignacio Beteta, presidente de Contribuyentes del Perú, “un amplio grupo de medios, líderes y sectores se olvida de analizar, criticar y denunciar las minerías ilegales e informales, pero dedican mucho tiempo a atacar la minería formal, azuzando inclusive a sus comunidades vecinas, engañándolas o simplemente guardando silencio sobre los beneficios reales que trae”.
El sector minero peruano enfrenta desafíos que afectan la confianza de los inversores y la seguridad jurídica. Es clave recuperar la confianza del mercado para que se genere más inversión y crecimiento minero. La minería ilegal, impulsada por el aumento de precios y la falta de empleo, amenaza el medio ambiente y la aceptación pública de la minería. Se necesita fortalecer la institucionalidad estatal y el marco legal para incentivar la inversión y abordar la minería ilegal. La colaboración entre empresas puede ser clave para abordar problemas ambientales, sociales y energéticos de manera más efectiva.
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