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Obras públicas deben tener una visión de país y ser cotejadas con los recursos, señaló José Luis Guasch
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Las candidaturas de Keiko Fujimori y Pedro Castillo encienden el ambiente electoral rumbo a la segunda vuelta. En cuanto asuma la presidencia del país uno de los dos, uno de los mecanismos para echar a andar la rueda de la economía es la obra pública. José Luis Guasch, exjefe de Expertos Globales en Asociaciones Público-Privadas (APP) del Banco Mundial comentó sobre los proyectos de inversión pública que necesitan mayor atención.
Señaló que en el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC) hay una serie de proyectos interesantes. Al tener condiciones de gasto afectadas por la pandemia, los recursos fiscales van a ser escasos, y hay que poner énfasis en la Red Vial Nacional, en cuatro corredores que básicamente son de la costa y el eje central. La red central se lanzó hace más de 15 años y sigue siendo un cuello de botella, sostuvo.
Asimismo, está la consolidación de los puertos, dijo Guasch. Sin embargo, el especialista en infraestructura se mostró crítico porque en Perú se quieren desarrollar todos los puertos, pero solo necesitas 3 o 4 puertos a la largo de la costa que sean sustancialmente apropiados para el manejo de carga y descarga. “Cada región del país que tiene un puerto quiere convertirlo en un megapuerto y eso no tiene sentido”. En esa línea, señaló que podría aliviar bastante la mejora del Callao, así como el puerto de Chancay, que se maneja con recursos privados.
Respecto al tema de los aeropuertos, refirió que se debe consolidar el Jorge Chávez, y tomar una decisión sobre el Aeropuerto de Chincheros, que se ha hecho con muy mal sentido, las decisiones no han sido las más adecuadas, ha quedado en una indefinición y se ha gastado mucha plata y recursos.
“Otro pendiente, sin duda, es el tema de agua y saneamiento. Están haciéndose las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR), pero no es suficiente, y es un tema que ha quedado rezagado. Lima se ha mantenido en un nivel apropiado, pero si tomamos a los pueblos jóvenes, hay tarea por hacer”, expresó Guasch.
En cuanto a salud y educación, también advirtió un rezago sustancial y reconoce que es algo que le da tristeza, porque se debió hacer hace años de forma rápida y a través de empaquetamientos de proyectos por zonas geográficas. Precisó que se ha lanzado un hospital aquí y una escuela allá, pero así no atraes a los mejores postores. “Pero si te comprometes a lanzar en un periodo de cinco años 15 hospitales y 15 escuelas van a venir corriendo. Preocupa esta pauperidad de proyectos que se hacen de uno a uno, cuando no hay razón”, aseveró.
Por otro lado, afirmó que ProInversión sigue siendo una entidad que no hace lo que podría hacer, y tiene un potencial que nunca ha desarrollado, porque el hecho que lance 3 o 4 proyectos al año, no da. También puntualizó que el PNIC está huérfano, y desde que entró Kuczynski han sido años perdidos por el desgaste político y la confrontación, lo que debilitó la capacidad de gestión y de desarrollo de gobierno.
Para Guasch, dichos proyectos, quiera o no, se deben hacer a través de transferencias de recursos públicos o atraer obras por impuestos u obras por activos, pero de una forma coherente, transparente, empaquetando y estableciendo contratos modelos que sean reconocidos por la misma entidad.
Sobre el hecho que cada presidente que entre venga con su proyecto, el experto manifestó que esto carece de sentido. “Hay que tener una visión de país, de impacto, hay que tener esa hoja de ruta que ha sido discutida, y cotejarla con los recursos. Y si queda espacio, que haga su proyecto, pero subordinado a esta visión de país y de objetivos sustanciales con impacto a los temas claves en los que el país está en deuda”, finalizó.
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