Por: Javier Muro, presidente del Comité Directivo de PECIER
La resiliencia energética es un tema cada vez más crucial en el sector eléctrico, especialmente en países como nuestro Perú, donde los desastres naturales, las brechas tecnológicas y los cambios en la demanda presentan desafíos constantes. La resiliencia en el sector eléctrico implica la capacidad de anticiparse, resistir, adaptarse y recuperarse rápidamente de eventos que puedan interrumpir el suministro de energía, como fenómenos climatológicos, terremotos, ataques cibernéticos entre otros.. Un ejemplo reciente son los incendios forestales o el fenómeno de El Niño costero que causó muchos daños en la infraestructura eléctrica del país. La falta de planes de contingencia estructurados y la carencia de infraestructura resistente agravan la situación.
Es necesario contar con una red eléctrica robusta y con redundancia, es decir, con suficiente capacidad y con múltiples rutas de suministro. El Perú ha avanzado mucho en el fortalecimiento del sistema garantizado de transmisión y distribución; aún existen muchas brechas de infraestructura, así como en la diversificación de fuentes de generación de electricidad.
Inclusive, el sector eléctrico de Perú, al igual que otros países, está cada vez más expuesto a ciberataques debido a la creciente digitalización y automatización de las infraestructuras críticas. La resiliencia ante ciberataques en este sector es esencial, ya que una interrupción en la red eléctrica no solo afectaría la economía, sino también la seguridad y el bienestar de la población.
¿Qué nos falta para mejorar la resiliencia en el sector eléctrico peruano?
Planificación Adaptativa y Focalizada de la red: La planificación de la expansión de la red y la infraestructura debe enfocarse más en la identificación de áreas vulnerables y en asegurar que las futuras inversiones tomen en cuenta los riesgos de desastres naturales, garantizando que las nuevas infraestructuras sean resilientes al clima.
Políticas Claras para la diversificación de fuentes de generación: Aunque existieron muchos avances en la normativa de los últimos 30 años, se requieren nuevos mecanismos regulatorios que impulsen de manera más agresiva la generación distribuida y el uso de otras fuentes de generación convencionales y no convencionales, permitiendo a más usuarios adoptar tecnologías como generación distribuida o almacenamiento de energía.
La resiliencia ante ciberataques: En el sector eléctrico la ciberseguridad es un desafío importante que requiere la integración de tecnologías avanzadas, la mejora de normativas, la capacitación del personal y una mayor colaboración entre el sector público y privado. A medida que el sector eléctrico adopte más soluciones digitales, es imprescindible priorizar la ciberseguridad para garantizar un suministro confiable y seguro de energía.
Fortalecer la institucionalidad: El Perú puede mejorar la resiliencia del sector eléctrico al garantizar normativas claras, coordinación efectiva entre actores, planificación a largo plazo y gestión eficiente de recursos. La resiliencia energética no es solo un imperativo técnico, sino también económico y social, y es crucial para el desarrollo sostenible del país.
Por ello, es crucial seguir impulsando actividades de integración y diálogo como la próxima EXPO Internacional del Sector Eléctrico PECIER-FISE, que busca ser un espacio para abordar los avances y desafíos del sector, networking y relacionamiento de empresas proveedoras del sector eléctrico de la región LATAM.