La muerte de Liam Payne, ex integrante de la banda One Direction, conmocionó a fanáticos y al mundo de la música cuando se conoció la noticia de su fallecimiento ayer en un hotel de Palermo, Buenos Aires.
Según el informe preliminar de la autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense en la Morgue Judicial de la calle Viamonte, el cantante británico de 30 años murió a causa de un "politraumatismo" que le provocó una "hemorragia interna y externa". Este hallazgo es consistente con la caída desde el tercer piso del hotel Casa Sur, ubicado en la calle Costa Rica, donde Payne se hospedaba.
El accidente ocurrió cuando Payne cayó desde una altura de aproximadamente 10 metros desde el balcón de su habitación. Aunque las primeras investigaciones indican que la caída habría sido la causa directa de la muerte, las autoridades han iniciado un protocolo de rigor en este tipo de situaciones, lo que incluye un estudio toxicológico y anatomopatológico. Estos análisis buscarán determinar si había presencia de sustancias tóxicas en el cuerpo de Payne, incluyendo drogas, y podrían arrojar más detalles en los próximos días. Además, es posible que la Fiscalía solicite acceso a su historia clínica para evaluar su estado mental en los días previos al fallecimiento.
Hipótesis de un posible suicidio
La principal línea de investigación, según fuentes judiciales, apunta hacia un posible suicidio. El caso está a cargo de la Fiscalía N°16, encabezada por Andrés Madrea, mientras que las diligencias están siendo supervisadas por la prosecretaria María Florencia Lavaggi. Se han comenzado a tomar testimonios, tanto del personal del hotel como de otras personas cercanas al cantante, para tratar de reconstruir las horas previas a su trágica muerte.
Ayer por la noche, agentes de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires realizaron una inspección en la habitación del hotel donde Payne se encontraba hospedado.
Los investigadores encontraron una escena caótica: el desorden en la habitación era evidente, con rastros de rotura en varios objetos, incluido un televisor con la pantalla destrozada. Entre los objetos hallados en el lugar estaban una botella de whisky, un encendedor, un teléfono móvil (presumiblemente de Payne) y una copa de champagne a medio beber, que estaban rodeados de huellas dactilares.
Presencia de elementos sospechosos
Uno de los hallazgos que ha despertado especial interés en los investigadores fue la presencia de un polvo blanco en la habitación, que está siendo analizado en un laboratorio químico para determinar si se trata de cocaína.
También se habrían encontrado blisters de medicamentos como clonazepam, un tranquilizante comúnmente usado para tratar la ansiedad, junto con pastillas energizantes. Estos elementos podrían ofrecer indicios sobre el estado emocional y físico de Payne en las horas previas a su muerte.
Además, en la habitación presuntamente habría velas derretidas y fragmentos de latas con quemaduras, elementos que podrían haber sido utilizados para el consumo de estupefacientes. Las autoridades indicaron que el papel metálico y las velas podrían ser parte de un intento de fumar cocaína, aunque los resultados de las pericias aún no son concluyentes. Todo el material recolectado en la escena, incluyendo una notebook y el pasaporte de Payne, ha sido entregado a la Fiscalía N°16 para su análisis.
Los próximos días serán clave para entender si efectivamente la muerte de Liam Payne fue consecuencia de un suicidio o si otras circunstancias contribuyeron al trágico desenlace. Mientras tanto, los fanáticos de todo el mundo lloran la pérdida de un artista que, a pesar de haber alcanzado el estrellato, enfrentaba serias dificultades personales.