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Diego Portugal y Francesca Bartet, emprendedores: “Es labor de todas las cafeterías mostrar que el café peruano es una joya”
Creadores de ‘Al Pan Cafetería Criolla’, una propuesta que hace brillar al café peruano al lado de propuestas gastronómicas peruanas.
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El aroma del café recién molido te cautiva desde que vas acercándote al 1607 de la calle Bolívar en el distrito de Pueblo Libre, donde hace menos de un año está Al Pan Cafetería Criolla, un emprendimiento que rinde homenaje al café peruano y a los acompañamientos criollos en una mixtura única que definen su razón de ser. Diego Portugal y Francesca Bartet son novios y amantes del café. Ambos han apostado por este sueño. Ofrecen café especial de orígenes, de Cajamarca, Junín, Cusco, Villa Rica y Rodríguez de Mendoza, y se han esforzado por cuidar cada detalle en las presentaciones de sus tapas, sánguches y sorpresas como los antídotos para el frío, una novedad que ha llamado la atención de los ‘influencers’. Pero eso no es todo. De la mano de los clientes han llegado unos peludos amigos que ellos han recibido con los brazos abiertos en el cálido ambiente que han creado.
“Desde que iniciamos la cafetería siempre engreímos a las mascotas de nuestros clientes y de los alrededores. Es una constante ahora que los vecinos con sus mascotas pasen a saludar jalados por sus mascotas o que sus mascotas entren a la cafetería a saludar y recibir su premio. Son muchas las veces que los perritos entran y sus dueños acaban seducidos por nuestros postres o cafés. Podemos decir que con el tiempo hemos ganado perritos frecuentes”, dice Francesca con una sonrisa, mientras Diego está pendiente de los que van llegando a la cafetería. Los recibe con la carta en un iPad, y con mucha paciencia explica cada propuesta, fascinado y orgulloso.
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¿Cómo nace el concepto de Al Pan Cafetería Criolla?
Diego: Todo inició en pandemia, cuando se presentó la oportunidad de emprender un proyecto que veníamos planeando hace mucho tiempo. Queríamos salir del típico concepto de una cafetería y los clásicos sánguches. Queríamos demostrar que podíamos fusionar parte de la gastronomía peruana y armonizarla con buenas bebidas.
Francesca: Es ahí donde trabajamos nuestra puesta gastronómica en la cual podemos encontrar sánguches con su toque criollo, una versión de tapas criollas, postres, cafés de diversas partes del Perú, bebidas frías, coctelería clásica y los antídotos para el frio.
¿Qué significado tiene el café para ustedes?
(D): El café es el punto de partida cada día, es el acompañante perfecto para iniciar una conversación, salir con amigos, empezar un proyecto, salir a relajarnos, trabajar; es esa bebida milagrosa que nos ayuda a desconectarnos e inspirarnos cuando lo necesitamos.
(F): El café es parte importante en nuestras vidas. Desde que pudimos abrir la cafetería compartimos con las personas que nos visitan el amor y pasión que podemos sentir al disfrutar esta bebida.
El tiempo les ha demostrado que hay lugar para una y más cafeterías de especialidad en la ciudad.
(D): Si, en definitiva, hay mercado para todos, si bien es cierto que cada día surgen más cafeterías la clave está en tener un producto diferenciado y con valor agregado. Es labor de todas las cafeterías difundir la cultura cafetalera y demostrar que el café peruano es una joya para el mundo.
¿Cómo es el público al que se dirigen?
(F) Diariamente nos visitan personas de todas las edades, pero el denominador común es que llegan buscando experiencias, lo mejor es que se dejan llevar por las sugerencias de nuestro equipo y pueden disfrutar al máximo nuestro concepto criollo.
Cuéntenos del toque criollo. ¿Qué proponen?
(D) El toque criollo es parte de la identidad de nuestra marca lanzamos la propuesta fusionando las tapas españolas con comida criolla como nuestras tapas achanfainadas, las tapitas huachanas, sánguches criollos como el de adobo de cerdo arequipeño, una butifarra muy fiel a nuestro estilo, un imperdible sánguche de ají de gallina sin dejar de lado nuestro pastelito de choclo con salsa huancaína y flores comestibles.
Son una pareja joven que decidió emprender antes de casarse. La cafetería terminó siendo el primer hijo
(F): (Risas) Sí, la cafetería pasó a ser nuestra engreída, aún recordamos cuando estábamos en pandemia y decidimos postergar nuestro matrimonio por un tiempo y usar los ahorros de la boda en la cafetería.
(D): Fue una decisión complicada pero ahora que vemos cómo ha ido creciendo nos llena de orgullo y satisfacción ver como el público disfruta nuestro concepto. Ya estamos planificando la boda, lo bueno se hace esperar (risas).
¿Qué son los antídotos que tan bien se venden en Al Pan... y cómo nacieron?
(D): Los antídotos para el frío son los calientitos de nuestro Perú, infusiones en base a hierbas, que rescatan la cultura de diferentes lugares de nuestro país, aquí los trabajamos en base a las recetas ancestrales y los modificamos un poco dándole nuestro toque característico. Se sirven en matraz, donde se pueden apreciar todos los colores de las bebidas y conservar el calor de los mismos. Tenemos la certeza que el que los tome puede sentir inmediatamente sus efectos contra el frío.
(F): Desde que se lanzaron los antídotos han tenido muy buena acogida y son uno de los productos preferidos por nuestros clientes.
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AUTOFICHA
Soy Diego Portugal, de Lima, tengo 30 años, egresado de hotelería y turismo de la San Martín de Porres. Empecé desde muy joven en el área de alimentos y bebidas en hoteles de alta gama como el JW Marriott y el Hotel Belmond. Soy adicto al café. Sueño con expandirnos por todo el país.Soy Francesca Bartet, de 34 años, egresada de turismo y hotelería, de la San Martín. A lo largo de mi vida he tenido experiencia en posiciones de servicio al cliente, lo que me ha ayudado a poder implementar en nuestro negocio continuos cambios para mejora de los procesos.
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