En menos de un mes, las reservas para participar de la casa de experiencia de Flor de Caña están al tope. El lugar, en la avenida Santa Cruz 365, en Miraflores, te permite convertirte en un maestro ronero, aprender los detalles de la popular bebida, catar diversas propuestas y terminar el viaje con tu botella personalizada, sí, con tu nombre y fecha de creación.
MIRA Fausta Pastelería resalta la tradición peruana con sus nuevos 'cuchareables'
La marca nicaragüense ha elegido Lima como sede de su primera casa de experiencia en Sudamérica, tras llevar este concepto a países como México y España.
En un espacio de 150 m2, la casa cuenta con cinco ambientes que envuelven al público con muebles y decoración colonial sin dejar los toques modernos. La experiencia -definitivamente 'instagrameable' dura casi dos horas.
Flor de Caña nació en 1890 y es el primer destilado en el mundo certificado como Carbono Neutral y Fair Trade. Añejado naturalmente a los pies de un volcán activo (San Cristóbal, el más alto y activo de Nicaragua) no tiene azúcar ni ingredientes artificiales.
La marca ha sido reconocida como líder global en sostenibilidad con distinciones tales como “Productor Sostenible de Destilados” (Francia), “Premio Marca Ética” (Reino Unido) y “Mejor Destilería Sostenible de Ron” (EE.UU.).
Ingresar al local es una aventura en la que recorres la historia de una de las marcas más importantes del mundo en el rubro y descubres diferentes formas de disfrutar el ron. Hay catas, maridajes y la oportunidad de extraer de la barrica el ron para crear tu propia botella.
Francisco Palacios, uno de los guías de la experiencia y bartender de profesión, nos recibe en una amplia sala en la que explica con esmerada paciencia una serie de recetas para lograr cocteles inesperados.
El que más nos gustó fue el Jicarita, un homenaje al vaso en el que se sirve.
"Jicarita es un vaso natural y reutilizable elaborado a partir de la semilla de jícara, una fruta encontrada en regiones tropicales. Es producido a mano por familias de artesanos en zonas rurales siguiendo tradiciones ancestrales", dice el joven Francisco.
El coctel que preparamos lleva jarabe de jalapeño, jugo de lima, jugo de sandía y un ron de 12 años con aromas a frutos rojos, miel y nueces, con cierto toque de vainilla.
Durante el recorrido descubrimos que las botellas son hechas en Francia, que los corchos son de Portugal y que hay una botella valorizada en 1890 dólares -así cuesta en cualquier parte del planeta- que tiene una tapa hecha a mano con roca volcánica.
Es un ron de 30 años de un solo barril. Es tan exclusivo, que para obtenerlo debes separarlo y esperar algunos meses.
Es una edición limitada, que a pesar de su precio ya ha sido solicitada por algunos visitantes.
No estamos en una tienda ni en un bar. Es un lugar de inmersión, donde terminamos sumergidos en el cautivante universo del ron. No sales mareado ni picado. Es propiamente una clase divertida, un recorrido lleno de sorpresas y aprendizaje.
Supongo que el mejor momento de los visitantes es cuando llega la oportunidad de llevarse a casa su botella personalizada, un proceso lleno de detalles donde acabas tomando un bolígrafo y estampando tu nombre. No faltará la foto para Instagram, donde apareces hasta con tu mandil de maestro ronero.
Aprovecha la NUEVA EXPERIENCIA, recibe por correo o por whatsapp nuestro periódico digital enriquecido. Perú21 ePaper ¡Conoce nuestros planes!
VIDEO RECOMENDADO