8 claves para elegir una profesión

Elegir una carrera profesional puede ser un asunto muy difícil, sobre todo en los tiempos actuales en que los gustos de muchos jóvenes pueden ser muy volubles y fácilmente influenciados por la moda y por la tecnología. Sin embargo, se trata de una decisión muy importante que no debe ser tomada a la ligera, ya que podría definir tu futuro económico.

Por ello, para que la decisión sea la más acertada posible, Graciela Noriega, jefa del departamento de Psicología de la Dirección de Bienestar de la Universidad de Lima, nos da 8 claves que deben ser tomadas en cuenta para que el proceso sea exitoso.

Al elegir una carrera es necesario que el joven tome en cuenta el conocimiento que tiene de sí mismo y del medio en el que se desenvuelve. Se debe identificar las aptitudes, intereses, características de personalidad y gustos para buscar la carrera más compatible. Un ejercicio práctico para ello, es responder a las preguntas ¿qué deseo hacer?, ¿por qué me gusta?, ¿para qué lo hago?, ¿cómo y en cuánto tiempo?. Es muy importante considerar también las preferencias académicas (cursos) y aficiones, así como el rendimiento escolar. Todos estos aspectos facilitarán la toma de decisiones.

Aunque los test para definir una profesión pueden ser un buen punto de partida, solo son elementos auxiliares en el proceso de elección. Ellos permiten tener un conocimiento del alumno en aspectos específicos, pero la información se debe complementar con otros datos obtenidos por un profesional a través de una entrevista, observación e historia personal y académica del alumno evaluado.

Para saber si una carrera que estás eligiendo es rentable es necesario considerar el mercado laboral. Para ello puedes revisar información de fuentes confiables, como el Ministerio de Trabajo y Formación del Empleo y otras instituciones similares que realizan estudios con el objetivo de determinar las profesiones universitarias que tienen los ingresos más altos en el mercado.

Aunque siempre debes elegir la carrera que más te guste y para la que tienes aptitudes, no debes perder de vista que es esta la que te va a sustentar económicamente en el futuro. Si escoges una carrera con mucha oferta y poca demanda, siempre existe la posibilidad de hacer estudios de especialización que te permitirán encontrar un campo novedoso en el cual ubicarte. Todo depende del tipo de profesional que quieras ser.

Ambas son opciones válidas y la orientación hacia alguna de ellas dependerá de las necesidades específicas de cada persona. Si el estudiante busca principalmente su rápida inserción en el mercado laboral, le conviene una carrera técnica por tener menor duración. En cambio, si busca una formación completa, más profunda y con una proyección profesional más amplia, la carrera universitaria será su mejor elección. Las características personales, el tipo de inteligencia y el estilo de aprendizaje juegan un papel importante al decidirse por alguna de las dos opciones mencionadas, pero ninguna tiene relación directa con el éxito, pues este depende de muchos otros factores.

Hay muchas universidades que tienen convenios con instituciones educativas foráneas y pueden abrir oportunidades al estudiante para hacer estudios complementarios u obtener doble titulación. Por ejemplo, en la Universidad de Lima los estudiantes tienen a su disposición 25 países y más de 100 universidades para vivir la experiencia de un intercambio estudiantil, además de viajes de corta duración.

Los estudios son importantes para cualquier profesión que quieras seguir, aún si quieres ser negociante. Para poder dirigir una empresa no basta con tener talento para los negocios, es necesario tener un respaldo académico que te permita conocer cada uno de los procesos implicados en su funcionamiento, además de los enfoques económicos, de marketing, etc., que te permitan competir y subsistir en el medio.

Incluso cuando parece que todo está resuelto, muchos estudiantes siguen eligiendo la carrera equivocada. Sin embargo, esta situación debe ser tomada como una oportunidad de mejora y no como un fracaso, y se debe analizar en qué parte del proceso de toma de decisiones se produjo el error, así como investigar más sobre la carrera que actualmente es de tu interés. Si uno se da cuenta del error estando ya por terminar, debe seguir hasta el final y buscar un área de especialización más afín a lo que descubrió en el trayecto, para luego seguir estudios de especialización o una segunda carrera.