César Cárcamo: “Vacuna contra el COVID-19 debería ser obligatoria” [VIDEO]

Se empezó por abrir las actividades de menor riesgo y que menos efectos van a tener en la salud. Si una actividad tiene mucho impacto económico y poco impacto en la salud, tiene prioridad; poco a poco se irán abriendo actividades con mucho impacto en la salud. Siempre con cada paso que se da hay un riesgo.

Los casos a nivel nacional están bajando hace mes y medio. Esto seguirá bajando, pero si la población decide cambiar su conducta y masivamente quiere ir a lugares cerrados a concentrarse y facilitar la transmisión del virus, esta tendencia puede cambiar.

Actualmente la oferta de camas que existe es porque ha bajado la demanda. Estas camas que tenemos ahora, en el peor momento de la epidemia, no alcanzaron. Si es que ahora volvemos a ese mismo estado, tampoco van a alcanzar. Lo que nos puede salvar es que no lleguemos más a esa situación en la que estábamos a fines de junio. Si volvemos a esa situación, estaríamos en problemas.

Que la reactivación sea lenta, que haya un número de personas que sea inmune, pero si es que la gente toma esto con demasiada confianza y masivamente salen a juntarse, puede traer consecuencias trágicas.

Teníamos 250 camas en abril y ahora tenemos más de 1,000 camas. La disposición de oxígeno también ha mejorado. Por meses estuvieron las camas llenas. Hemos ganado la carrera no porque hemos implementado (la capacidad de respuesta) mucho más rápido que el virus, sino porque el virus está bajando. Estamos mejor preparados, pero en lo peor de la epidemia esas camas no alcanzaron.

Ojalá que no, pero es posible, porque la mayor parte de la población aún es susceptible. Mientras que en España daba 5% de infectados, aquí en Lima, a principios de julio, ya teníamos 25% de infectados. Muchas personas más se han infectado en agosto y setiembre. Eso no significa que debemos cantar victoria y festejar. El riesgo aún existe.

El virus ingresa a la población y el primer caso que infecta está rodeado de personas susceptibles. Entonces, el virus se expande en toda la población. Llega un momento en que cada persona ya no puede transmitir a tres porque ya fueron infectados. Sigue avanzando la epidemia y el 70% de las personas están infectadas; entonces el virus ya encuentra pocos a quien infectar y el número de casos empieza a caer drásticamente. Eso sin ninguna intervención; se da porque de manera natural el grupo está logrando inmunidad. Si en las dos semanas de contagio no hay a quien contagiar, el virus se muere. Eso hemos observado en Iquitos, con más del 75% de infectados y en Pucallpa.

La inmunidad de rebaño no es deseable. Del 75% de infectados también habrá miles de fallecimientos. Eso ha pasado en Iquitos. Eso se trata de evitar: una infección masiva. No debemos llegar a inmunidad de rebaño, sino llegar sin infectarnos hasta que llegue la vacuna para volverlos inmunes. Allí lograremos otro tipo de inmunidad de rebaño: por vacunación.

En el pasado hemos distribuido vacunas que necesitan cadenas de frío. Es un punto de la logística muy importante porque si se vacuna con una dosis que ya se inactivó porque se calentó, las personas pensarán que están inmunes, pero recibirán una vacuna que no sirve. No es algo difícil para el Perú. Vamos a tener a personas que rechacen las dosis porque piensan que tienen chip o cosas de ese tipo, pero espero que un buen número de personas la acepte.

Esta vacuna debería ser obligatoria. Imagino que a la hora de la implementación salgan algunos grupos que no la acepten. Allí puede funcionar la inmunidad de rebaño. Si un niño va al colegio, hay algunas vacunas obligatorias; así es por el bien común. Hay que tomar en cuenta consideraciones a la hora de indicar la obligatoriedad.