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Crímenes disminuyen en un 84% debido al estado de emergencia nacional para frenar el COVID-19
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Personal policial y militar que labora en la lucha contra la pandemia del COVID-19 recibirá un bono extraordinario. (Foto: GEC)
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Fecha Actualización
Cómo quisiéramos que el escenario que actualmente vivimos en seguridad ciudadana se mantenga, pero sabemos que es por el estado de aislamiento social obligatorio que existe en Lima y en el resto del país. La estricta vigilancia de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas para hacer cumplir la cuarentena a fin de reducir la propagación de COVID-19, ha logrado disminuir, de manera abismal, el porcentaje de hechos delictivos.
En los primeros 20 días de cuarentena –del 16 de marzo al 4 de abril–, la criminalidad en la capital se redujo en 84 por ciento. En este tiempo se registraron 406 delitos, en comparación con los 2,061 que hubo entre el 25 de febrero y el 15 de marzo.
El Cercado, San Juan de Lurigancho, Comas, Carabayllo, San Martín de Porres, El Agustino e Independencia siguen siendo los distritos donde se cometen la mayor cantidad de crímenes en Lima, de acuerdo a información de la PNP a la que Perú21 tuvo acceso.
Además, los delitos con más alta incidencia continúan siendo el hurto y el robo agravado, que concentran el 77 por ciento del total de casos.
En los primeros 20 días de aislamiento ocurrieron 159 hurtos agravados, frente a los 884 que se produjeron entre el 25 de febrero y el 15 de marzo. Le siguen los robos a mano armada, que pasaron de 1,261 a 154; los delitos de estafa, de 170 a 41, mientras que los de violación sexual, de 133 a 31 (ver recuadro).
“Las cifras tienen que ver con el aislamiento social obligatorio. El escenario es un espejismo”, dijo a Perú21 el jefe de la División de Investigación Criminal (Dirincri), general PNP Juan Carlos Sotil.
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¿QUÉ PASARÁ DESPUÉS?
Si bien el presidente Martín Vizcarra ha anunciado que los controles de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas continuarán, la preocupación de la ciudadanía es qué pasará después de que acaben las medidas de restricción.
“Tenemos preparado un plan para la oleada de delincuentes que se va a venir. La Policía, la Dirincri y todas la Depincri del país están preparadas para ello”, manifestó Sotil.
Sin embargo, añadió, que la cuarenta y la disminución de la criminalidad pueden ser un buen ensayo sobre la participación de las FF.AA. en el control de la seguridad.
“Ellos pueden cuidar locales públicos, de servicios básicos y penales, mientras los policías patrullan las calles. Esto vendría a ser un buen ensayo para lo que se pretende”, explicó, en alusión a los diálogos que se vienen dando entre los ministerios de Defensa y del Interior sobre el apoyo de los militares.
Otro general de la Policía –que prefirió mantener su nombre en reserva– indicó a este diario que los delincuentes van a querer salir a asaltar apenas tengan la libertad de moverse.
Sobre la posibilidad de incorporar de manera permanente a los militares en el apoyo a la Policía, respondió: “Todo suma, hasta el serenazgo. Va a ser importante evaluar eso y verlo al término de la cuarentena. El apoyo (de los militares) antes era hipotético; se puede rescatar lo mejor de su capacidad... Eso lo deben ver los ministerios”.
CONTROL DE FRONTERA
El exviceministro del Interior, Ricardo Valdés, discrepa con estas opiniones, pues considera que las FF.AA. no están entrenadas para trabajar en las calles, con la sociedad. Mejor sería que refuercen el control de las fronteras y embajadas.
“Las Fuerzas Armadas se encargan del control del orden público, no de seguridad. No están preparadas para reaccionar a un tipo de delincuencia común. Las experiencias en otros países no son las mejores. No tienen capacidad de detener a nadie”, argumentó.
Valdés señaló que cuando se levante la cuarentena y regresemos a las calles, la realidad va a retornar. “Debe quedar claro que el patrullaje policial debe estar orientado al control territorial de zonas inseguras. Si ahora es un mercado, que el mismo ejemplo se traslade a los barrios”, aseveró.
Para el psiquiatra Carlos Bromley, la situación actual demuestra que “la vigilancia y la presencia atenta de las fuerzas del orden, dan resultados”, pero rechazó que un escenario ideal sea estar, de modo permanente, en cuarentena o en toque de queda.UN espejismo. Índices de criminalidad bajaron considerablemente en los primeros veinte días de cuarentena decretada por el Gobierno.
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