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Mira los testimonios de dos mujeres que vencieron el cáncer de mama
Dos valientes sobrevivientes cuentan su historia para informar a otras mujeres sobre la importancia de la prevención.
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En el Día Mundial contra el Cáncer, Perú21 conversó con dos mujeres que fueron afectadas por el cáncer de mama pero lo vencieron. Aunque ahora ambas están completamente recuperadas y viven una vida normal, ya no son las mismas. Han tomado conciencia de la importancia de tomar medidas preventivas para que el cáncer no las sorprenda y quieren compartir sus historias con otras mujeres para que estén prevenidas.
"Me arrepentí de no buscar ayuda antes"
Todo empezó hace dos años. Juana Sánchez Murillo sintió un pequeño dolor en el pecho, pero no le hizo caso. Días después, el dolor desapareció y, aunque iba y venía regularmente, aprendió a soportarlo. Tiempo después, doña Juana sintió que tenía un bulto grande en el seno y entonces sí se alarmó. "Me fui rápido a la Liga Contra el Cáncer y para mi sorpresa tenía cáncer de mama grado 4. No podía creerlo. Me derrumbé", recuerda.
Doña Juana nunca había escuchado los mensajes preventivos del cáncer de mama. "Para mí fue una sorpresa y no sabía qué hacer. Me enviaron a psicología, pero no me ayudaron en nada. Yo sufrí mucho, estaba deprimida, ahí recién me arrepentí de no haber ido antes a chequearme", cuenta.
"Sentía dolor, pero aprendí a convivir con él. No sabía que se trataba de cáncer y que pude haber muerto".
Sin embargo, doña Juana se refugió en la palabra de Dios para salir adelante y eso la animó. "Una de las peores cosas fue la quimioterapia, se me cayó el cabello, los vellos, las cejas; mi piel me ardía y el tratamiento me afectaba el estómago, era feo y así era cada 21 días", señala.
Después de medio año con esa terapia, el tumor de doña Juana se redujo y estaba lista para ser operada. Le sacaron la mama derecha y la intervención fue exitosa. En tres días fue dada de alta y descartaron cualquier signo maligno.
"El cáncer no me venció, yo vencí al cáncer. Quiero que mi testimonio ayude a otras mujeres a buscar ayuda a tiempo, que acudan a sus chequeos y que se informen", anota.
"Tener cáncer no significa que vas a morir"
"Una noche viendo televisión me sentí un bultito en el seno, inmediatamente le pedí a mi médico que me observara. Yo sabía que eso podía ser cáncer, por eso me hice todos los exámenes, biopsias y análisis hasta que finamente me dijeron lo que más temía: era una neoplasia maligna", recuerda Yvone Pardo Calderón.
Antes del cáncer Yvone era una súper mamá que hacía de todo en su casa. Con el tratamiento su vida cambió, pues tuvo un año de para. La ventaja fue que en su caso el cáncer fue detectado en una etapa inicial, con lo cual las posibilidades de recuperación eran mucho mayores. Pero igual tuvo que ser sometida a tratamientos de quimioterapia que la dejaron sin cabello. "Esa fue para mí la parte más infartante, porque yo no asociaba el cáncer a muerte, yo sabía que si se detectaba a tiempo era curable, y por eso mantenía el buen ánimo. Sin embargo, el dolor era intenso", señala.
"El cáncer me hizo descubrir una fuerza interior que no sabía que tenía y que me hizo salir adelante".
Yvone fue sometida a una mastectomía radical el mismo día que su hija se graduaba de secundaria. "Me extirparon el seno y el solo hecho de saber lo que iba a pasar me afectaba mucho, pero la primera impresión de verme al espejo y de mostrarme frente a mi esposo fue lo más fuerte", manifiesta.
Felizmente, Yvone tuvo el apoyo de su familia y, aunque no fue fácil, eso la ayudó a salir adelante: "Yo sé que el cáncer puede regresar, pero también sé que tener cáncer no significa que te vas a morir. Aún hay una oportunidad".
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