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Piques y descontrol en Lima
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Al escuchar el estruendo que hacen los motores, los vecinos que viven entre las avenidas Pezet y Portillo, en San Isidro, caen en cuenta de que es jueves. Autos de alta gama, de colores fosforescentes, otros de aspecto deportivo, aparecen entre las sombrías calles del distrito para retarse, para ver cuál es el más veloz.
“Y así lo hacen desde siempre”, dice a Perú21 la vendedora de la tienda ubicada en el grifo que sirve de punto de encuentro para los desenfrenados conductores y sus fans.
Los piques ilegales se han convertido en parte del paisaje nocturno de la zona.
El último jueves, fiscalizadores de la municipalidad llegaron al cruce de estas vías para controlar el tránsito. Ubicaron conos en la mitad de las pistas y así intentaron estropear las carreras callejeras. No es la única medida que han tomado las autoridades.
En Pezet, en la avenida que bordea el exclusivo Lima Golf Club, han empezado a construir rompemuelles. Un fiscalizador reconoció a este diario que el bache fue pensado para reducir los piques. Pero no lo han conseguido.
En realidad, la convocatoria de estas carreras clandestinas tiene varios años en Lima, solo que las locaciones han ido variando. Y los accidentes fatales no faltaban.
Antaño, el lugar preferido por los piqueros era la avenida Javier Prado, a la altura del Estadio Monumental.
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No había semana en la que los residentes de Ate y La Molina llamaran a las radios durante la madrugada para denunciar que el rugir de los motores y los gritos de personas excitadas por la adrenalina y la velocidad no los dejaban dormir.
En estos tiempos las denuncias se hacen en las redes sociales; no obstante, estos mismos medios son usados por los piqueros para mostrarse al mundo.
En Tiktok se puede constatar que los negligentes conductores comparten videos de sus piques. Algunos incluso lucen sus botellas de alcohol mientras conducen sus autos. Nadie los para.
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Según el Ministerio de Transportes, 265 personas mueren al mes en el Perú debido a accidentes viales. Y una de las principales causas es el exceso de velocidad.
En 2022, Lima fue la región que más siniestros de este tipo registró: 22,973 casos.
Toretos en la Costa Verde
La carretera preferida por los ‘piqueros’ es la Costa Verde. Es la madre de las pistas en Lima. Su atractivo está en su longitud —ya que atraviesa hasta siete distritos de la capital— y los escasos semáforos que detienen el tránsito.
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Perú21 constató que el jueves pasado, cerca de las 11:00 p.m., vehículos Audi, Porsche, Mazda se congregaban en el grifo Primax, en el distrito de Magdalena, para empezar con las carreras. Las motos tampoco se quedaban atrás.
Circulaban de ida y de regreso por la avenida Costanera para cerciorarse de que no hubiera policías o serenazgos.
Si bien se notó la presencia de efectivos del orden, este diario corroboró que en determinados tramos había autos que intentaban bloquear el tráfico, como formando una línea de partida, para que otros dos o tres arrancaran a velocidad.
El gerente de Seguridad Ciudadana de Magdalena, César Arévalo, indicó a este diario que, en principio, el delito en el que incurren los ‘piqueros’ es perturbación de la tranquilidad pública.
Luego, si sus acciones tienen otras consecuencias, como daños a terceros, se les pueden imputar faltas más graves.
Otro punto de piques es la avenida Canta Callao, en San Martín de Porres. Y así Lima se ha convertido en una plaza atractiva para necios al volante. Solo que la vida real no es un capítulo más de Rápidos y Furiosos.
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