PUBLICIDAD
(Opinión) Violeta Orozco: Pride Month, la revolución del arcoíris
En la actualidad, los jóvenes, especialmente aquellos de la comunidad LGBTQ+, siguen enfrentando rechazo por parte de sus familias y un entorno que, en la mayoría de los casos, los ignora.
Imagen
Fecha Actualización
Junio, conocido como el Mes del Orgullo a nivel mundial, fue elegido por grupos minoritarios que han luchado durante décadas para superar los prejuicios y lograr su plena integración en la sociedad. El 28 de junio de 1969, se produjo un ataque homofóbico en el bar Stonewall Inn en Nueva York, al que diversos activistas LGBTQ+ resistieron y protestaron durante más de tres días. Este momento se convirtió en un catalizador de la lucha emergente que comenzó hace más de 50 años y que, lamentablemente, aún continúa en la actualidad
El Mes del Orgullo Gay persigue múltiples objetivos fundamentales. En primer lugar, busca honrar la historia y las destacadas figuras LGBTQ+ que han inspirado el movimiento y han luchado incansablemente por sus derechos. En segundo lugar, se erige como una poderosa plataforma para fomentar la conciencia y aumentar la visibilidad de las personas LGBTQ+, así como para abordar los desafíos a los que se enfrentan. Por último, busca promover y defender los derechos fundamentales que lamentablemente han sido violados a lo largo de los años. No obstante, es importante destacar que esta labor no se limita exclusivamente a este mes, ya que las personas LGBTQ+ abogan constantemente por sus derechos y la protección de sus comunidades en todo el mundo, durante todo el año. Es crucial tener presente que la discriminación, los crímenes de odio, la falta de oportunidades y las barreras legales persisten tristemente como realidades en distintos grados según los países y las costumbres.
De hecho, la situación en nuestro país sigue siendo preocupante. Según el informe del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Perú, un 73% de las personas que se identifican como parte de la comunidad LGBTQ+ manifiestan haber sufrido discriminación en algún momento de su vida, y un 61% informa haber experimentado violencia debido a su orientación sexual o identidad de género. Por otro lado, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática reveló que el 75% de las mujeres transgénero han sufrido violencia o maltrato. Es necesario recordar que, aunque en Perú se ha avanzado en términos de derechos LGBTQ+, hay una gran brecha visible; el matrimonio entre personas del mismo sexo no es legal y no se ha logrado establecer un marco legal que reconozca plenamente estos derechos. Además, las personas de la comunidad siguen enfrentándose a restricciones en el acceso a la atención médica, la aceptación familiar y social, así como a oportunidades laborales igualitarias.
Es evidente que esta situación requiere una respuesta, y desde todos los frentes se debe asumir un papel activo. No obstante, no hay que olvidar uno de los más importantes y relevantes hoy en día: el ámbito laboral. Como parte del sector, debemos asumir un papel activo y alzar la voz frente a las situaciones de desigualdad tanto en el ámbito público como en el privado. Es esencial que trabajemos para crear ambientes laborales seguros para todas las personas, donde realmente puedan ser libres y auténticas. En la actualidad, los jóvenes, especialmente aquellos de la comunidad LGBTQ+, siguen enfrentando rechazo por parte de sus familias y un entorno que, en la mayoría de los casos, los ignora. Es ahí donde, desde nuestra posición, debemos abogar por ellos, por su calidad de vida y por sus derechos humanos.
Desde Konecta, reconocemos y valoramos el talento excepcional que existe dentro de la comunidad LGBTQ+. Lamentablemente, este talento a menudo se ve limitado por normas culturales y tradiciones que generan discriminación. Es por eso que hemos implementado diversas herramientas y recursos que permiten a los miembros de esta comunidad sentirse escuchados y valorados. Además, hemos desarrollado programas específicos que promueven la inclusión de colectivos vulnerables, incluyendo a los miembros de la comunidad LGBTQ+ y otros grupos. Nuestro objetivo es crear un ambiente seguro y acogedor a través de una Política de Tolerancia Cero ante cualquier forma de discriminación. Durante este proceso, hemos aprendido lecciones fundamentales gracias al apoyo de aliados estratégicos y expertos en el tema, quienes nos brindan capacitación con información actualizada y consideran la diversidad en toda su amplitud dentro del colectivo LGBTQ+.
Somos conscientes de que en el Perú existen oportunidades significativas de mejora para las empresas. Es fundamental buscar alianzas con instituciones aliadas para ampliar nuestro impacto y abordar de manera efectiva la discriminación. Asimismo, debemos desempeñar un papel de “fiscalizador” frente a las violaciones de los derechos humanos, tanto en el ámbito laboral como en la esfera pública. Es necesario ser más activos y críticos, adoptando posturas claras y expresando opiniones en momentos desafiantes, lo que demuestra un auténtico compromiso con el cambio social. Al involucrarnos de forma proactiva, podemos contribuir a construir una sociedad más equitativa y fomentar una cultura empresarial basada en la igualdad y el respeto.
VIDEO RECOMENDADO
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD