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Alberto Nisman: Fiscal fue enterrado en medio de la controversia por su muerte
Cientos de personas despidieron al magistrado, que fue sepultado en un cementerio judío sin que aún puedan esclarecerse las causas de su fallecimiento.
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Varias personas lo consideran víctima del Gobierno de Kirchner. (AP)
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Los argentinos piden justicia para el fiscal, que falleció un día antes de argumentar su denuncia contra Cristina Kirchner. (AP)
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Un gran operativo policial se desplegó en todo el acto. (AP)
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Aún se desconocen las causas que llevaron a la muerte a Nisman. (EFE)
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“Héroe” y “patriota” fueron las palabras con las que fueron recibidos los restos del fiscal en el cementerio judío de La Tablada. (EFE)
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Decenas de personas acompañaron con varios lemas en las calles durante el cortejo de Alberto Nisman. (EFE)
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El cortejo fúnebre partió desde Belgrano. (EFE)El cortejo fúnebre de Alberto Nisman partió desde Belgrano. (EFE)
Fecha Actualización
Los restos del fiscal Alberto Nisman fueron sepultados hoy en un cementerio judío en Argentina, aplaudido como héroe entre quienes lo consideran víctima del Gobierno de Cristina Kirchner y criticado por quienes vieron en su denuncia y su deceso un complot desestabilizador.
Con aplausos y reclamos de justicia, cientos de personas despidieron el cortejo fúnebre de Belgrano, al norte de Buenos Aires, y fue recibido con banderas y mensajes donde lo calificaron de "patriota", "genio" y "héroe" en el cementerio judío de La Tablada, a 20 km al oeste de la capital.
"Nisman somos todos" y "La verdad no muere"; con esos lemas despidieron al fiscal en el cementerio, donde un fuerte operativo policial resguardó el ingreso al lugar del entierro.
Alberto Nisman fue hallado muerto el 18 de enero, cuatro días después de haber acusado a la presidenta Kirchner y el canciller Héctor Timerman de tramar el encubrimiento de imputados iraníes por el atentado contra la mutual judía AMIA en 1994, que dejó 85 muertos y 300 heridos.
El 19 de enero se lo esperaba con revuelo mediático en el Congreso donde iba a explicar su denuncia, pero su muerte pocas horas antes disparó suspicacias y especulaciones.
Diego Lagomarsino, un técnico informático de 35 años y hombre de confianza de Alberto Nisman, reconoció haberle prestado la víspera de su muerte el arma calibre 22 que terminó con su vida.
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