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Andy Warhol, vigente 25 años después
Se cumple un cuarto de siglo de la muerte del creador del Pop Art. Convertido en icono y celebridad hasta el fin de sus días, nunca se supo con certeza la causa de su partida.
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Andy Warhol consiguió una vez vencer a la muerte, cuando la feminista misándrica Valerie Solanas le disparó en el pecho a los 39 años. El masaje cardíaco a tórax abierto que se le practicó en la operación de urgencia le salvó la vida, pero lo convirtió en otro hombre, en otro artista. Dos decenios después, un 22 de febrero de 1987, una operación de rutina en Nueva York acabó con él.
Solo vivió 58 años, pero el hijo de inmigrantes eslovacos los aprovechó bien. Ya desde muy joven, el pequeño Andrew Warhola se interesó por el arte, y sus padres lo apoyaron. Pero primero decidió probar suerte en la publicidad.
"Me gustaría ser rico y famoso", dijo una vez, pero no lo consiguió con los anuncios. Así, se convirtió en artista, haciendo lo mismo que había hecho con la publicidad: poner el foco en objetos cotidianos y venderlos.
Desde billetes de dólar a botellas de Coca-Cola y, sobre todo, latas de sopa. Probablemente las sopas Campbell tengan hoy en Estados Unidos el mismo diseño que hace 50 años porque Warhol las hizo inmortales. Después llegaron los coloridos retratos pop de Marilyn Monroe, Elvis, Elizabeth Taylor o Jackie Kennedy.
En el panorama artístico estadounidense, Warhol encarnaba al "enfant terrible". Y aunque todos los artistas ansíen esa etiqueta, él no encajaba en la tradición apartada de sus colegas, sino que estaba continuamente presente y amaba la vida.
Su peluca rubia platino aparecía una y otra vez entre la escena de Nueva York, e inhaló cocaína en el Studio 54 como si no hubiera un mañana.
Para poder permitirse esos excesos comercializó su arte. O se prostituyó, como sostienen sus detractores. Las impresiones de "Warhols" en las fábricas de Nueva York se contaban por docenas, aunque él nunca quiso dar importancia a cuántas copias había de sus originales.
También pintó vehículos, como un colorido BMV y fotografió con su Polaroid a adinerados clientes para poder convertir en collages esas imágenes. Y, naturalmente, venderlas.
Todo ello provocó una caída de precios en los años 90. Y en ocasiones, los "Warhols" ni siquiera se vendían, como en 1994, cuando en Sotheby's nadie adquirió 10 de los 12 "Warhols" a subasta.
Por su "Double Elvis" de 1963 no se alcanzó ni la mitad de su valor estimado. Pero desde hace unos años vuelve a cotizar alto. Su "Green Car Crash" cosechó en 2007 el récord de US$71,7 millones.
Sin embargo, el artista no vivió para verlo. En febrero de 1987 ingresó en un hospital del Upper East Side de Nueva York para una simple operación de vesícula biliar que se desarrolló sin complicaciones. Sin embargo, el 22 de ese mes, a primera hora de la mañana, el paciente sufrió un trastorno cardíaco y murió. Pese a las varias investigaciones, nunca se han sabido las circunstancias exactas de su fallecimiento.
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