"Hay que entender el enfado y la frustración de muchas personas", dijo este domingo el rey de España después de que él, la reina, y los políticos que les acompañaban eran blanco de insultos y lanzamiento de barro en su visita a las zonas del este del país golpeado por las inundaciones.
En una intervención en una reunión del centro de coordinación de las tareas de rescate, en la que estaba también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Felipe VI pidió entender la reacción de la gente "por lo mal que lo han pasado", según se pudo ver en un vídeo difundido por la Casa Real en la red social X.
ACCIDENTADA VISITA REAL
Como se recuerda, este domingo la reciente visita de los Reyes de España, Felipe VI y la Reina Letizia, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, a las áreas afectadas por las inundaciones en Valencia, desató una fuerte respuesta por parte de los vecinos.
Durante su recorrido por el municipio de Paiporta, la comitiva fue recibida por un ambiente de protesta e indignación, con insultos y lanzamiento de barro por parte de decenas de ciudadanos afectados por el desastre.
A su llegada, los reyes y el resto de autoridades avanzaron por un estrecho corredor formado por vecinos enfurecidos, quienes, entre gritos de "asesinos" y "no son muertes, son asesinatos", mostraron su frustración y exigieron que la visita oficial concluyera cuanto antes.
“Queremos trabajar y limpiar el pueblo, idos ya”, clamaban algunos de los residentes, mientras que otros lanzaban barro, botellas de agua y otros objetos hacia los representantes.
El ambiente en la zona ya estaba tenso antes de la llegada de la comitiva real, dado que los vecinos han estado trabajando incansablemente para limpiar las calles y rescatar sus pertenencias tras las devastadoras inundaciones. Muchos de ellos expresaron su cansancio y la falta de apoyo en las labores de recuperación. “Llevamos seis días sin dormir”, gritaba una mujer mientras intentaba acercarse a la Reina Letizia.
A pesar de la situación, el rey Felipe VI intentó dialogar con los presentes, mientras su equipo de seguridad establecía un cordón a su alrededor para evitar que los objetos lanzados alcanzaran a los miembros de la comitiva. Sin embargo, el nivel de tensión fue tal que, después de un tiempo, tanto los Reyes como los demás representantes se vieron obligados a retirarse del lugar.
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