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En lo que va del 2022 se han registrado 234 tiroteos en EE.UU.
El martes 24 de mayo Salvador Ramos mató a 21 personas, 19 de ellas niños, en Uvalde, Texas. Se trató del ataque más mortal en una escuela de EE.UU. desde 2012. La tragedia ha despertado una gran ola de indignación en todo el país. Desde la sociedad civil se demanda un endurecimiento de las leyes de posesión de armas de fuego. Políticos y líderes, incluido el presidente Joe Biden, se han unido a esta petición. “¿Cuánta más carnicería estamos dispuestos a aceptar?”, dijo el presidente en un mensaje a la Nación realizado el jueves en horario estelar.
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El martes 24 de mayo Salvador Ramos mató a 21 personas, 19 de ellas niños, en Uvalde, Texas. Se trató del ataque más mortal en una escuela de EE.UU. desde 2012. La tragedia ha despertado una gran ola de indignación en todo el país. Desde la sociedad civil se demanda un endurecimiento de las leyes de posesión de armas de fuego. Políticos y líderes, incluido el presidente Joe Biden, se han unido a esta petición. “¿Cuánta más carnicería estamos dispuestos a aceptar?”, dijo el presidente en un mensaje a la Nación realizado el jueves en horario estelar.
La tragedia en Texas ha significado el tiroteo escolar número 27 en lo que va del 2022 en Estados Unidos. Aún no llegamos a la mitad del año y el país norteamericano se acerca al lamentable récord de 2021, cuando ocurrieron 34 tiroteos en escuelas.
Como consecuencia de estos ataques, 24 niños y 3 trabajadores escolares han muerto, incluidos 56 heridos, según el recuento del portal Education Week. Por otro lado, datos del organismo Everytown Gun Safety señalan que hubo 96 incidentes de disparos en escuelas este año. En contraste, países como Inglaterra, Italia y Japón no han registrado ni un solo tiroteo escolar en 10 diez años.
Ataques y más ataques
A pesar de estas trágicas cifras, los tiroteos escolares en EE.UU. son solo una muestra del gran número de ataques masivos con armas de fuego que ocurren en este país cada día (un tiroteo masivo tiene cuatro o más individuos asesinados o heridos a causa de un arma de fuego).
Las cifras son escalofriantes: han pasado 152 días de 2022 y en EE.UU. ya se han registrado 234 ataques masivos por un acto de violencia armada, según un recuento de la organización Gun Violence Archive. Uno de los últimos ocurrió el miércoles, cuando un hombre abrió fuego en un hospital con un rifle y mató a un doctor culpándolo de sus fuertes dolores tras una operación. Tres personas fallecieron, además del médico y el atacante.
Vivir con miedo
La estadounidense Santana Kavanaugh, de 19 años, perdió a su padre en un tiroteo ocurrido en 2010. “Todos los días me consumo de miedo y ansiedad”, cuenta a Perú21. “En el colegio, me rehusaba a comer en la cafetería. Cuando estoy en público, evito las multitudes”, agrega.
Nacida en Kentucky, Santana afirma que la violencia fue algo que la ha consumido toda su vida y argumenta que se debe restringir el fácil acceso a las armas.
La segunda enmienda de la Constitución de EE.UU. garantiza el derecho a portar un arma con el propósito de defensa, por lo que cualquier persona mayor de 18 años puede adquirir una en cualquier tienda local. Entre otros datos alarmantes, la organización suiza Small Arms Survey ha señalado que aproximadamente hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses.
Un largo debate
Desde hace algunas décadas, el país se mantiene dividido en su defensa a la ley de armas. Según una encuesta de USA TODAY/Ipsos del 2021, dos tercios de la población respaldan leyes más estrictas, demandando un acceso a armas letales más moderado, con medidas de revisión anual y un registro de licencia más riguroso para los portadores de armas.
El debate ha tenido al Congreso como su mayor centro de lucha. El Partido Demócrata ha incluido el control de armas como una de sus propuestas recurrentes. Por el contrario, los republicanos han hecho su bandera la defensa de la ley. Tras los tiroteos ocurridos en los últimos días, Biden exigió al Senado que tome cartas en el asunto. Pidió una serie de medidas que históricamente han sido bloqueadas por los republicanos en el Congreso, como prohibir las armas de asalto, elevar la edad en la que los adultos pueden comprarlas y derogar la protección de los fabricantes contra demandas por la violencia perpetrada por los portadores de sus artefactos.
Actualmente, estas medidas se vienen debatiendo en la Cámara de Representantes del Congreso (cámara baja). De ser aprobadas, pasarían al Senado. Sin embargo, allí encontrarían su techo ya que esta cámara está integrada por 50 demócratas y 50 republicanos.
La investigadora Cheryl Healton, especialista en salud pública y decana de la Escuela de Salud Global de la Universidad de Nueva York, considera que un cambio legislativo aseguraría menos muertes en el país. “La ley tiene que restablecer la prohibición de las armas de asalto”, sostiene la especialista, quien explica que un arma letal como una ametralladora llega a ser consecuente de actos de violencia masivos, en comparación a otras armas como las pistolas de mano y autodefensa.
Y es así como EE.UU. continúa entrampado en su propio dilema: el derecho de autodefensa del individuo y el derecho más fundamental de todo ser humano, el de la vida.
Datos
En un apasionado discurso a la Nación, el presidente Joe Biden llamó el jueves al Congreso a actuar en el tema del control de armas, pidiéndoles a los legisladores que restablezcan los límites a la venta de armas de asalto y de cargadores de gran capacidad.
Desde la masacre de Uvalde, ocurrida el 24 de mayo, se han registrado un total de 18 tiroteos masivos en EE.UU., según registra Gun Violence Archive.
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