Europa: 89 muertos por ola de frío

En Ucrania, las temperaturas nocturnas llegaron a -33ºC. La previsión en todos los Balcanes es que la situación empeore durante la semana.

Redacción PERÚ21

Fecha Actualización

21/08/2019 - 18:00

Temperaturas mínimas récord en algunas zonas de Europa del Este elevaron hoy a 89 los muertos por la ola de frío polar y obligaron a la proveedora rusa de gas Gazprom a advertir sobre sus suministros a Europa.

El continente había tenido un invierno no muy frío hasta el fin de semana pasado, cuando una masa de aire de Siberia ingresó por el este de la región.

En Ucrania, 43 personas murieron en los últimos cinco días, según su Ministerio de Emergencias, en el invierno más frío que sufre la exrepública soviética en seis años. Las temperaturas nocturnas llegaron a los -33ºC y se han levantado cientos de tiendas con calefacción para acoger a los indigentes.

La red europea de alertas meteorológicas Meteoalarm advirtió de condiciones "extremadamente peligrosas" en varias zonas del este de Europa, como Serbia, donde se encontró a una cuarta persona muerta durante la noche en las montañas del suroeste.

En Serbia y la vecina Bosnia, las fuerzas de seguridad emplean helicópteros para llevar suministros a zonas aisladas por la nieve y para evacuar a los ancianos. La previsión en todos los Balcanes es que la situación empeore durante la semana.

En Moscú, las temperaturas diurnas cayeron -22ºC y los opositores a Vladimir Putin temen que el frío reduzca la asistencia a una manifestación convocada para el sábado contra el primer ministro, un mes antes de que opte a las elecciones presidenciales.

Los termómetros en partes de Bulgaria cayeron a mínimos récord acercándose a los -30ºC y los cajeros automáticos en Sofía amanecen congelados. En dicho país, ocho personas murieron y otras 14 perecieron en Rumania durante la ola de frío.

Polonia anunció que cinco personas más murieron durante la noche, dos de ellas por intoxicación con monóxido de carbono, con lo que se elevó a 20 la cifra de decesos. La gente acude a sistemas peligrosos de calefacción para combatir temperaturas que podrían mantenerse en mínimas de -26ºC durante varios días.

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