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¡Los alimentaban con jabón! Una mujer y su novio fueron condenados a 15 años de prisión por abusar de sus hijos
La pareja, que fue calificada como ‘sádica’, por torturar a sus tres hijos sin remordimiento alguno.
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Cheryl Pickles y Andrew Hadwin se dedicaron a torturar y maltratar físicamente a sus hijos por mucho tiempo, por lo que ambos fueron encarcelados en Inglaterra. Cheryl, de 35 años, participó “plenamente” en el terrible maltrato de los menores junto con su compañero pedófilo Andrew Hadwin, de 39.
Al dictar la sentencia contra Pickles, en el Tribunal de la Corona de Teesside, el juez Timothy Stead dijo que “la crueldad duró muchos, muchos meses y en una variedad de formas”. El juez Stead le dijo: “No tienes emociones y no has mostrado empatía ni remordimiento”.
No obstante, solo la mujer pasará los 15 años en la cárcel, debido a que su novio, que estaba encarcelado, fue encontrado muerto en su celda de prisión, en febrero, mientras esperaba su sentencia.
Anteriormente, en el 2015, Hadwin había sido arrestado por abusar sexualmente de una niña, pero fue liberado y comenzó a cometer delitos atroces de tortura y abuso físico en otras víctimas infantiles. Fue ahí que conoció a Cheryl Pickles.
La pareja encerraba a sus hijos en armarios y les hacían pasar hambre, los alimentaban con jabón y les enjuagaban la boca con champú. Otra tortura era obligarlos a ducharse con agua hirviendo y echándoles agua helada sobre la cabeza.
Además, ya que los niños no eran alimentados correctamente, solían buscar comida en los basureros. Incluso, en una ocasión, los niños fueron encontrados a las 4 de la madrugada cerca de los basureros de un supermercado.
Después de todo el abuso y la tortura, uno de los niños le contó a un adulto de confianza todo el maltrato por parte de la pareja, por lo que las autoridades de Durham iniciaron una investigación que llegó hasta los tribunales. Hadwin fue declarado culpable de violación, crueldad infantil y perversión. Pickles fue condenada por crueldad infantil y perversión.
Cheryl Pickles intentó defenderse alegando que era controlada por su pareja, pero las investigaciones mostraron que ella era consciente de su participación en los abusos. Pickles fue declarada culpable de cinco cargos de crueldad infantil y uno de pervertir el curso de la justicia. Fue declarada no culpable de actividad sexual con un niño.
Por otro lado, se supo que la víctima de abuso por parte de Hadwin lloró “lágrimas de felicidad” cuando se enteró de su muerte. En un mensaje a su abusador muerto, continuó: “Puedo descansar sabiendo que nunca más podrás lastimar a nadie. Soy libre”.
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