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¿Por qué fue atacado Salman Rushdie? La larga persecución que sufrió a manos del Ayatollah Khomeini
El regimen teocrático de Irán encontró sus escritos insultantes y pidieron la muerte de todo aquel relacionado con la obra.
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Esta tarde del viernes el polémico escritor Salman Rushdie fue apuñalado en una conferencia en Nueva York y enviado a urgencias al hospital. Aunque el acto sorprendió a los medios, el autor ha estado amenazado por sus escritos durante épocas.
La controversia surgió a partir de su obra, “Los Versos Satánicos” (1988), que mostraba de una forma burlona a la figura de Mahoma, el gran profeta de la religión musulmana. El líder de Irán de entonces, el ayatolá Ruhollah Khomeini, encontró insultante la representación de la fe en la obra, por lo que ordenó un “fatua”, un edicto, en donde pedía la muerte de Rushdie y cualquiera que estuviera asociado con la publicación y propagación de la obra.
Debido a un error de traducción, el libro al ser traducido en árabe acabó con la denominación “satánico”, por lo que la comunidad musulmana pensó que la novela sugería que las palabras del Corán fueron transmitidas por Satanás, lo que acabó ofendiendo aún más a los religiosos. También hay elementos en la obra que enfurecieron a los musulmanes, como la presentación de la mujer de Mahoma, Ayesha, como una prostituta, o el protagonista llamado como el Ángel Gabriel (una figura importante en el Islam, al ser el mensajero entre Alá y Mahoma)
La obra está prohibida en Irán desde el año de su publicación (1988), y las palabras del ayatollah todavía se toman como ley. “Comunico al orgulloso pueblo musulmán del mundo que el autor del libro Los versos satánicos —libro contra el islam, el Profeta y el Corán— y todos los que hayan participado en su publicación conociendo su contenido están condenados a muerte. Pido a todos los musulmanes que los ejecuten allí donde los encuentren”.
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Generalmente, las fatuas son ordenadas por importantes figuras religiosas y aceptadas por la sociedad como leyes. La situación de Rushdie es polémica en primer lugar porque en general, las fatuas no son sentencias de muerte. El problema es que solo el hombre que mandó la fatua en primer lugar puede deshacerla, y Khomeini murió años atrás, por lo que el edicto sigue en el aire.
El regimen de Teherán no ha parado desde entonces: ofrecieron 3,9 millones de dólares a aquel que matase a Rushdie. La comunidad fuera de Irán pidió que la novela fuese prohibida en varias librerías alrededor del mundo, y hubo quemas del libro. Lo más grave fue cuando llegaron a haber muertes: víctimas inocentes en bombardeos.
Se le encontró cerca de su oficina en la Universidad de Tsukuba, en la prefectura de Ibaraki, al noroeste de Tokio, en el suelo, de camino al ascensor de la séptima planta
Incluso, llegaron a asesinar al traductor del libro en Japonés, Hitoshi Igarashi. Se le encontró cerca de su oficina en la Universidad de Tsukuba, en la prefectura de Ibaraki, al noroeste de Tokio, en el suelo, de camino al ascensor de la séptima planta.
Igarashi no fue la única persona afectada por las fatwas. Ettore Capriolo, traductor al italiano, fue apuñalado en Milán el 3 de julio de 1991, poco después de la muerte de Igarashi, en su propio apartamento; sin embargo, Capriolo a pesar de sus 61 años, sobrevive, y la policía italiana determina que el agresor tiene conexiones con la Embajada Iraní en Roma.
Además, 2 años después, el 11 de octubre de 1993, William Nygaard, el editor noruego de Rushdie, sobrevive a un intento de asesinato.
Debido a su persecución, Rushdie ha tenido que mudarse la mayor parte de su vida para evitar ser asesinado.
A pesar de que Inglaterra ha hecho lo posible para disuadir la polémica, rompiendo relaciones diplomáticas con Irán y ofreciendo asilo a Rushdie, los fanáticos no han parado hasta poder llegar a acabar con la vida del autor.
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