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España y el rebrote de coronavirus, una crisis que amenaza con repetirse [ESPECIAL]
El país ibérico es el epicentro de la segunda ola de COVID en Europa con 12,272 nuevos casos y 114 muertes solo ayer. En Madrid, en confinamiento parcial desde el lunes, aumentan las medidas.
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“El ambiente es de incertidumbre”, comenta el periodista peruano radicado en Madrid Javier Rosado en comunicación con este diario. Se encuentra en la ciudad epicentro de la crisis del coronavirus en Europa.
El verano había llegado con el COVID prácticamente contenido. Cada vez se hacía más lejano aquel 15 de marzo en que se declaró estado de alarma. Por eso, la ola registrada en las últimas semanas trae de vuelta el fantasma del confinamiento total y amenaza con agravar la crisis en una de las economías más golpeadas por la pandemia en el continente.
Según cifras de la OMS, hace tres meses, el 26 de junio, el país reportó una muerte y 325 casos. Desde inicios de setiembre a la fecha, se han registrado más de 200,000 contagios. Solo ayer, se sumó 12,272 nuevos casos y 114 muertes.
Con ello, el total de infectados es de 716,481 y los fallecidos se elevan a 31,232, según el Ministerio de Sanidad español. “La idea generalizada es que todo esto iba a acabar”, agrega Rosado a través de la llamada.
La preocupación se centra en Madrid y las zonas circundantes, donde están ocurriendo más de un tercio de las nuevas infecciones. Este lunes, la región restringió la movilidad en las 37 áreas más afectadas por el coronavirus, y sus habitantes solo pueden desplazarse por trabajo y obligaciones legales o educativas, entre otras.
Y desde el lunes las restricciones de movilidad se amplían a otras zonas. A los 850,000 residentes que fueron confinados el lunes se sumarán 160,000 personas. Ello pese a que la recomendación del gobierno nacional es que el cierre debe aplicarse a toda la capital.
Según autoridades de Sanidad, las 37 zonas elegidas inicialmente en los últimos días presentaron una incidencia de más de 1,000 casos por cada 100,000 habitantes. Una cifra alarmante en un país que ahora ocupa el octavo puesto de número de casos en el mundo.
RESPONSABILIDADES
¿Por qué España es el epicentro de la nueva ola? Las razones no son obvias. Se apunta a los jóvenes, a un insuficiente rastreo de casos positivos, al relajamiento del uso de mascarilla en reuniones sociales. Incluso a las protestas.
A inicios del mes, el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, de Badalona, y la Universidad Politécnica de Cataluña enviaron a la Comisión Europea un informe en el que declara que el “efecto de bares y restaurantes podría tener grandes repercusiones en la evolución de las epidemias” en la Unión Europea (UE). Sobre España, la clave estaría en las reaperturas: levantó las restricciones a la movilidad, en especial entre provincias, adelantándose a otros países de la UE, en un momento en que “la tasa de casos positivos podría ser tres veces superior a la que realmente se estaba detectando” y la actividad social aumentó considerablemente.
Por su parte, el médico de urgencias y emergencias peruano Rigoberto del Río, radicado en Alicante, lanza como hipótesis el relajamiento en el distanciamiento y lavado de manos. Además, anota que los casos se concentran en personas más jóvenes que en marzo.
Del Río afirma que, al menos en la Comunidad Valenciana, de la que es parte Alicante, el sistema de salud está más preparado ya que la primera los halló desprevenidos. Precisa que han aumentado los casos en los últimos días pero no han colapsado los hospitales.
Hace una semana, autoridades sanitarias habían anunciado que los servicios de urgencias en el país están al “borde de la saturación”.
PERÚ AÚN EN LA PRIMERA OLA
Este rebrote puede anunciar lo que pasaría en los próximos meses en Perú, que en octubre inicia la fase 4 de reapertura económica, que incluye reanudar vuelos internacionales y ampliar aforo en restaurantes.
Según el epidemiólogo José Gotuzzo, un rebrote en Perú congestionará el sistema de salud y desfavorecería a enfermos no COVID; pararía la vacunación y los programas de cáncer. Hay 7,000 casos de tuberculosis y unos 800 de sida no diagnosticados y miles de niños no vacunados, dice.
Sobre la reapertura, Gotuzzo ve con buenos ojos los protocolos de vuelos y gimnasios. Lo importante es que la gente los cumpla, comenta. Así, le preocupan noviembre y diciembre, cuando la gente comience a salir por fiestas de fin de año.
“Europa bajó el número de muertos casi al nivel de 2019. Nosotros estamos por encima, no hemos controlado el virus”, dice. “No hablemos de segunda ola cuando no terminamos la primera. Para lograrlo no debemos confiarnos. El virus ha bajado, pero sigue ahí”, añade.
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