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Robó cuenta de Instagram a influencers, con miles de seguidores, y pide más de 40 mil dólares para devolverla
Al Ferguson y Jen crearon una comunidad de más de 30 mil seguidores a través de consejos para padres en la crianza de los hijos.
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Al Ferguson de 33 años y Jen de 43 años son una pareja de influencers británicos que, a través de su cuenta de Instagram con más de 30 mil seguidores, brindaban consejos sobre paternidad y hoy, víctimas de un hacker, son presionados para pagar 41 mil dólares para recuperarla.
La pareja de esposos crearon Dadsnet, una comunidad de padres en línea que construyen redes de soporte y apoyo entre padres y madres en la crianza sus hijos. Sus recomendaciones, durante seis años, han ganado notoriedad en Instagram a través de @it’sTheFergusons.
Pero su éxito en la red social se ha visto mellado por un culpa de un hacker que se hace llamar ‘The King’ (El Rey), quien les envió un mensaje por WhatsApp donde les informó que se adueñó de @it’sTheFergusons y si querían recuperarla deberían pagar un millonario rescate.
“Hola, yo también tengo tu cuenta de Instagram. Si quieres recuperarla, tienes que pagar dinero. “Por favor, decida si o no”, decía en la amenaza.
‘The King’ cambió el nombre de la cuenta por @pharabenfarway30k y la descripción a “esta cuenta de Instagram está siendo retenida para ser vendida nuevamente a su propietario”. Además, cambió la imagen de perfil de una foto familiar a una imagen de un rostro ensangrentado.
La pareja dijo sentirse “devastada” con este ataque porque en ella están “los momentos más profundos de nuestra paternidad”. A pesar de intentar recuperar su cuenta, donde ganan ingresos por los anuncios y patrocinios, no tuvieron éxito.
“Estamos devastados. Todas nuestras emociones y recuerdos de los últimos siete años estaban en ese relato. Es nuestro álbum de fotos de nuestros hijos y todos esos recuerdos de cómo nos sentíamos en el momento en que se tomó cada foto”, dijo Al.
Por su parte, Jen dijo sentirse “como si alguien hubiera entrado y robado todos nuestros diarios. También se han llevado nuestros trabajos, pero el lado emocional es mucho peor”.
El pirata informático se infiltró en las otras cuentas de redes sociales de la pareja y en la dirección de correo electrónico asociada a su cuenta de Instagram. “Es simplemente horrible. No tenemos dinero. Ni siquiera era una posibilidad de que pudiéramos pagar. Incluso si pudieras, él simplemente pediría más y no devolvería la cuenta”, dijo Jen.
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