“Anoche me quiso ahorcar”. “Los maltratos, hostigamiento, desprecio, agresiones, golpes, resultaban ser una constante”. “Como cierre de la discusión, me pegó desde su lado de la cama un terrible golpe de puño”.
Estas sentidas e indignantes declaraciones grafican la verdadera dimensión y crueldad que significa en estos tiempos la violencia de género, tan brutalmente extendida en el mundo. Bien podrían pertenecer a una mujer agredida en cualquier estrato social, pero corresponden a nada más y nada menos que a Fabiola Yáñez, la exprimera dama y expareja por más de una década del expresidente argentino Alberto Fernández, de 65 años, con quien tiene un hijo.
Lo que Fernández hizo no tiene nombre, aunque la Fiscalía del país sureño lo ha catalogado, con todas sus letras, como violencia de género, delito por el cual ha sido sindicado y, de aprobarse judicialmente la imputación en la que se detectan “lesiones graves” y “amenazas coactivas”, podría recibir una condena de prisión efectiva.
La Fiscalía asegura que el exmandatario (2019-2023) golpeó en repetidas ocasiones a Yáñez y la sometió a abuso psicológico en la mismísima Casa Rosada. En una ocasión, relatan, le dio un golpe en el ojo que le dejó un moretón, además de patearla en el estómago en agosto de 2021 a sabiendas de que podría estar gestando. La misma Yáñez ha mencionado que la obligó a abortar en 2016, cuando el procedimiento era ilegal en el país.
¿Cómo se inició este escándalo? En el marco de una investigación fiscal sobre una presunta trama de malversación de fondos en la que Fernández estaría involucrado, los magistrados hallaron en el teléfono de la exsecretaria de Fernández, María Cantero, fotos de Yáñez con un moretón en el ojo y un brazo con lesiones que luego se filtraron a la prensa. Tras ello, Yáñez presentó una denuncia contra Fernández y concedió una entrevista a Infobae en que detalla sus acusaciones.
Fernández, por supuesto, ha negado todo. Lo propio ha hecho con la investigación que lo acerca a supuestos actos de corrupción en la adjudicación de contratos de seguros del Estado.
Según un reporte de feminicidios elaborado por La Casa del Encuentro, en los primeros cinco meses de este año se registraron 127 víctimas de violencia de género en Argentina. El lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia, refiere el estudio, sigue siendo su vivienda o la vivienda compartida con el agresor. Fabiola Yáñez lo sabe bien.
ESCÁNDALO EN AUMENTO
Además del escándalo de violencia, en los últimos días se difundieron videos en los que se evidencia que el expresidente Alberto Fernández usaba la Casa Rosada para fines distintos a los de una máxima autoridad en su oficina de trabajo.
En uno de ellos se observa a la periodista Tamara Pettinato tomando una cerveza en el despacho presidencial. Infobae publicó una filmación en la que se ve a Pettinato con un lapicero y una hoja en mano escribiéndole una romántica carta a Fernández en la que dice “soy el amor de tu vida”.
Así, también ha revivido la visita de la actriz Florencia Peña en 2020, durante la pandemia de COVID-19, a la Quinta Olivos, residencia del entonces presidente Fernández. En su momento, aseguró que acudió para hablar con el mandatario sobre la situación del gremio de actores de Argentina. En unos chats de mayo de aquel año, en que intercambiaron mensajes sobre el tema, Peña se despide con un “gracias como siempre por tu cuidado y amorosidad”, con un emoticón de corazón.
En otro chat intercambiado con Cantero, Yáñez señaló que Fernández “anoche me quiso ahorcar (…) porque le dije que estaba coaccionando a una conocida mía para que se acueste con él”, en referencia a su amiga modelo Sofía Pacchi, quien, entre 2020 y 2021, visitó 60 veces la casa presidencial. ¿Podrá Fernández aclarar tremendo embrollo?
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