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"Mi mamá estába allí", el desconsolado llanto de una niña en un edificio derrumbado [Testimonios]
El país latinoamericano ha quedado devastado tras el terremoto de 7.1 que azotó a la ciudad de Morelos y alrededores.
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México soportó este lunes un terremoto devastador que ha abierto una nueva herida para este país latinoamericano que hace una semana también había sufrido un fenómeno similar. Hasta el momento: 225 muertos y miles de damnificados es el resultado de esta tragedia.
Mientras continúan las aceleradas operaciones de rescate de los heridos, los sobrevivientes vienen narrado cómo se dieron esos segundos de terror. A la 1:14 de la tarde (hora local) la realidad mexicana cambió.
"Estoy consternada, no puedo contener el llanto, es la misma pesadilla que en 1985", dijo a la agencia AFP, entre lágrimas Georgina Sánchez, de 52 años, en una plaza de Ciudad de México.
""¡Estamos bien! Yo tengo heridas leves, pero Ágatha (su hija), Pedro (su marido) y mi mamá están bien. Estoy tratando de llegar a casa. La ciudad está hecha un caos. Recen por nosotros", contó Juliana Galvis una actriz colombiana en Instagram acompañado de una imagen de su rostro golpeado.
“Mi mamá estaba ahí”. Las palabras de una desconsolada niña que intentó entrar a un edificio derrumbado, según contó Irene Larraz de El Tiempo.
“Toda la gente empezó a querer salir, pero se amontonaron en las escaleras. Ahí tembló más fuerte y nos quedamos bajo un travesaño para estar a salvo. El techo se empezó a caer y lo único que nos quedó fue abrazarnos entre los veinte que estábamos y esperar a que pasara. Ya no podíamos salir. Cuando bajó la intensidad empezamos a bajar, pero había muchas personas en shock, y las tuvimos que ayudar porque no podían caminar. Al salir, se había desplomado una pared del edificio de al lado y toda la calle estaba llena de polvo. Pensábamos que se estaban cayendo todos los edificios y la gente comenzó a correr hacia Insurgentes”, narró Marcial Puente a El Tiempo.
"Llegamos al colegio y todo el mundo llorando, todo mundo desesperado y los niños agarrados de una cuerda", narró a la AFP Jorge López, de 49 años, que estaba con sus dos hijos de 6 y 3 años.
"Llevo 21 años en México y nunca había sentido un temblor como el de hoy. Los edificios se movían como gelatinas. Fue espantoso. Los transformadores de la luz explotaban, caían vidrios de los edificios, no había por donde moverse. Afortunadamente, mis hijos, mi esposo y yo estamos bien, pero a una cuadra de mi edificio desalojaron a unos vecinos porque el de ellos está a punto de caerse. Se dice que hay muchas estructuras en La Roma y La Condesa que están colapsando y que el Ejército y la Cruz Roja están ayudando a la gente que quedó atrapada en los escombros", manifestó Diana Montoya a El Tiempo.
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"Estábamos terminando de hacer el pan para vender hoy y empezó a temblar. Se rompieron los vidrios de las ventanas y los focos. Logramos apagar las estufas antes de que algo peor ocurriera", contó a DPA Pablo Sandoval, trabajador de una panadería en la colonia Nochebuena.
“El edificio de mi oficina es viejo. Está en La Condesa, una de las zonas en donde se sintió más el terremoto. Tiene 20 pisos, y yo estaba en el séptimo, así que me desesperé y no quise bajar por las escaleras. Decidí meterme bajo mi escritorio y empecé a sentir cómo se caían las cosas, cómo se desprendía parte de la pared sobre la mesa. Cuando el edificio dejó de moverse empezamos a descender. Nos pedían que evacuáramos rápido porque, al parecer, había una fuga de gas. Ya en la calle, vi incendios en la zona, edificios colapsados y otros totalmente evacuados. Ahora estoy en mi casa y estoy bien”, contó Tania Croda, colombiana residente en México, a El Tiempo.
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"La ciudad está colapsada, el aeropuerto cerrado y al principio hubo mucho temor. Lo más loco es que hoy, a las 11 locales, hubo un simulacro de terremoto, que se hace todos los 19 de septiembre para recordar el que hubo en 1985 para aprender a convivir con eso. ¡Y a las 13.14 locales pasaba de verdad, parecía preparado!", narró el argentino Mariano Nejamkis a La Nación.
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