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Venezuela: España rechazó insultos de Nicolás Maduro a Mariano Rajoy
El presidente venezolano dijo que su homólogo español era un ‘sicario’ por aprobar la ley de seguridad ciudadana. Lamentan que recurra a afirmaciones irrespetuosas.
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El Ministerio de Exteriores de España convocó al embajador de Venezuela en Madrid, Mario Isea, para comunicarle "el rechazo" por los "inaceptables insultos e injurias" del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a su homólogo español, Mariano Rajoy.
Maduro, en uno de sus discursos televisados de este fin de semana, reprochó a los líderes europeos la aprobación de las medidas de ajuste económico a Grecia y, concretamente, calificó al presidente del Gobierno español de "sicario del pueblo" por la reciente entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana. Asimismo, se refirió a esta norma como "una puñalada a la democracia en nombre de Francisco Franco (dictador español de 1939-1975)".
Estas declaraciones molestaron al Ministerio de Exteriores, que comunicó que "el gobierno lamenta que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela recurra reiteradamente a afirmaciones irrespetuosas que en nada ayudan a mejorar la relación". Por su parte, el embajador venezolano no quiso dar declaraciones.
Es la segunda vez en tres meses que España convoca al embajador en Madrid para tratar las expresiones del presidente Maduro sobre Rajoy, a quien entonces calificó de "racista". La razón del insulto fue que el Congreso español aprobó una resolución donde pedía que los presos opositores, Leopoldo López y Antonio Ledezma, fueran liberados. Maduro acusó al Gobierno español de "apoyar el terrorismo" y de formar parte de una "conjunta internacional" para derrocarlo.
CRÍTICAS A LA OEAEl presidente venezolano criticó también a la Organización de Estados Americanos (OEA) por "no servir de nada" y porque lo único que "ha hecho (en 67 años) es aprobar invasiones y golpes de Estado".
Maduro se dirigió al nuevo secretario general de la organización, Luis Almagro, para preguntarle si tenía previsto cumplir su promesa de cambiar el "rol" de la entidad. Para el presidente venezolano la OEA se había convertido en una "guarida de conspiración contra los procesos progresistas nobles, revolucionarios y auténticamente populares".
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