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[Opinión] Richard Arce: La vuelta del ‘hermanito’
“Genera expectativa conocer la posición que tendrá el ‘hermanito’ César Hinostroza para delatar a sus compinches e involucrarlos en sus andanzas, con el fin de reducir su condena evidente”.
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La noticia del lunes es la resolución judicial española que ordena la captura inmediata de César Hinostroza para ser extraditado. El exjuez supremo es señalado como el cabecilla de la organización criminal Los Cuellos Blancos del Puerto, que involucraba a jueces, fiscales y hasta políticos en el copamiento del sistema de justicia, traficando sentencias y resoluciones judiciales.
La noticia debe causar pánico en un gran sector de magistrados, tanto del Poder Judicial como del Ministerio Público, porque al extraditar a este inefable personaje se espera que empiece a delatar a sus cómplices.
Recordemos que ya su exsocio Walter Ríos, exjuez superior del Callao, está acogiéndose a la colaboración eficaz, además de haber ya admitido la comisión de una serie de ilícitos penales para tener algún tipo de beneficio penitenciario, involucrando a otros personajes.
Y aquí es donde entra a tallar la clase política que antes tenía a Hinostroza como adalid de la justicia e inferimos que ahora este sujeto no tendrá escrúpulos para delatar las relaciones pérfidas y acciones vedadas que tuvo con congresistas y hasta excandidatos presidenciales. Basta recordar la alusión a la ‘Señora K’.
Esto en realidad es el meollo del asunto de la extradición de Hinostroza, porque genera expectativa conocer la posición que tendrá el ‘hermanito’ para delatar a sus compinches en sus andanzas, con el fin de reducir su condena evidente.
Recuerden –sino– cómo el Congreso de mayoría fujimorista realizó los blindajes más escandalosos para evitar levantarle los fueros –por ser un juez supremo– y que sea investigado como un delincuente en el PJ. Entre gallos y medianoche, sesionó la Comisión Permanente para blindarlo y ayudar a que tenga el tiempo para fugar del país.
Fui testigo en primera línea, hice mías las acusaciones constitucionales contra la mayoría de Los Cuellos Blancos y vi la desesperación de los congresistas fujimoristas para protegerlo. Entenderán, entonces, que había muchos intereses en juego que ahora tendrán que responder ante la justicia.
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