Dilma viene a ‘pechar’
La visita oficial que Dilma Rousseff inicia hoy en Lima es el último intento del mercantilista Brasil S.A. para lograr que Ollanta vuelva al redil del que escapó cuando, tras ser elegido, abandonó a quienes financiaron y apoyaron (vía Favre) su campaña a cambio de obras públicas, compra de armamento (aviones Tucanos de Embraer y blindados Cascavel), construcción de hidroeléctricas como Iñambari para saciar el consumo brasileño, sujeción a la política brasileña antiyanqui en Unasur y la entrega del circuito de gas de Camisea, que consistía en que el brasileño Petrobras lo extraía, la brasileña Odebrecht lo transportaba y la brasileña Braskem los volvía plásticos en una proyectada petroquímica en Ilo, para luego enviarlos a Sao Paulo por la Interoceánica Sur, ese hasta ahora elefante blanco que la brasileña Odebrecht construyó con más de US$1,000 millones de los ingenuos peruanos y con la sonrisa de Toledo.