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Dos pasos atrás
'Dos pasos atrás' por Sonia Chirinos.
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La muerte de una persona suele ser ocasión para exaltar sus cualidades. Es lo que ha ocurrido con el fallecimiento del duque de Edimburgo, el esposo de la reina Isabel de Inglaterra.
Fue el hombre que supo apoyar a su esposa. El hombre que renunció a una vida propia para hacer más llevadera la de Isabel. El que aceptó ir dos pasos atrás siempre de su mujer. El que renunció a su apellido. El hombre que, en la salud y en la enfermedad, fue la mano fuerte de Isabel. El que se enfrentó a sus díscolos hijos; el que dio ternura a sus nietos en los momentos más duros; el que tampoco olvidó los temas domésticos, descargando a su esposa de esa carga.
Convendrán conmigo en que las virtudes de Felipe se resumen en una frase: fue el hombre que asumió el rol que, secularmente, ha asumido la mujer. Con la diferencia de que en un varón es virtud. En una mujer, se da por hecho.
Ahora que el Perú está en la tesitura de decantarse por un hombre que ha dicho explícitamente que no cree en la igualdad de hombres y mujeres (sinceridad que hay que agradecerle), quizás es el momento de exigir a la otra candidata, que, obviamente, es una mujer, que sea clara y consecuente a la hora de manifestar qué políticas piensa emprender en apoyo de las mujeres peruanas. Si mejora la situación de la mujer peruana, en salud, en trabajo o en educación, por citar algunos aspectos, mejorará sin duda la del país.
Ya es hora de que las mujeres que cuentan con dosis de poder o que aspiran a tenerlo asuman lo que otros no quieren o no pueden: reconocer la situación de las mujeres, y luchar con políticas efectivas y evaluables, por la mejora de su situación. Que es la del país entero. Ellas y ellos.
Así quizás podamos empezar a caminar no dos pasos atrás, sino en condiciones de equidad.
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